Qué es hoy de Amira Yoma, la cuñada de Menem: del escándalo por lavado de dinero, la depresión que sufrió y la política que la "destruyó" a su inesperada nueva vida en Siria – GENTE Online
 

Qué es hoy de Amira Yoma, la cuñada de Menem: del escándalo por lavado de dinero, la depresión que sufrió y la política que la "destruyó" a su inesperada nueva vida en Siria

Amira Yoma 2025
De la política "sucia" al sabor de una vida en paz, repasamos a partir del archivo de GENTE el giro de 180 grados que hizo quien en la serie Menem es interpretada por Violeta Urtizberea.
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La vida de Amira Yoma –73; su nombre significa princesa en árabe–, la cuñada de Carlos Saúl Menem y hermana menor de Zulema Yoma (82), experimentó una transformación radical tras su salida de la política que la llevó de ser una figura pública envuelta en escándalos a buscar la tranquilidad. Primero en la gastronomía en Argentina, luego con su "exilio" en Marbella y más recientemente en la actualidad. Radicada en Siria, vive a partir de un negocio compartido con su hijo.

GENTE se sumerge en su archivo para recuperar sus más fuertes declaraciones de octubre de 2012, en las que aseguró que sufrió depresión durante 18 años y que "la política destruyó por completo", y recorre el camino de la mujer que estuvo en pareja con el fallecido periodista Chacho Marchetti –con quien tuvo a su hijo Omar–, sobrevivió a la causa por lavado de dinero proveniente del narcotráfico y logró lo que tanto anhelaba: el total anonimato.

Amira Yoma bailando árabe junto a Carlos Menem cuando él era presidente y ella su secretaria de Audiencias. Luego fue acusada por lavado de dinero proveniente del narcotráfico.

La política que la destruyó: el Yomagate y sus consecuencias

Cuando se desempeñó como secretaria de Audiencias del entonces presidente Carlos Menem, Amira fue una figura prominente en la década de los 90. Sin embargo, su tiempo en la función pública se vio abruptamente interrumpido y marcado por un escándalo de gran magnitud: el Yomagate.

Amira Yoma en los años dorados del menemismo, luciendo un tailleur verde esmeralda con hombreras contundentes. La sastrería fue todo un ícono del poder noventista.

En 1991 fue involucrada en una causa por lavado de dinero del narcotráfico, a raíz de una denuncia publicada por la revista española Cambio 16. La situación escaló a tal punto que el juez español Baltasar Garzón pidió su detención, junto con la de otras personas, entre ellas Mario Caserta, secretario de Recursos Hídricos y el único condenado por el caso. 

En la citada y recuperada entrevista con GENTE, Amira contó que fue "introducida en algo que no tenía nada que ver, por algo que no hice" y que sentía "vergüenza ajena" al pensar en lo que la habían metido. A pesar de que la justicia en España la sobreseyó tres meses después, el proceso en nuestro país tardó más de dos años. "Se habló más de mí que de la muerte del general Juan Domingo Perón. Ahora, cuando me desvincularon se escribió menos que el tamaño de un aviso fúnebre", aseguraba Yoma 13 años atrás. 

Octubre de 2012. En diálogo con GENTE, Amira Yoma –hoy retirada de la vida pública desde hace muchos años– revelaba su nueva vida como dueña de un local de comida árabe en Núñez. Su socio era su por entonces pareja, el periodista Chacho Marchetti.

Las revelaciones de la hermana de Zulema no quedaron ahí. También sostuvo que una jueza, Amelia Berraz de Vidal, la indujo a cambiar sus declaraciones originales, prometiéndole desvincularla pero, tras hacerlo, le dictó la prisión preventiva. "Ella me hizo una cama, no tengo empacho en decirlo", manifestaba en declaraciones a GENTE la ex mujer de Ibrahim al Ibrahim, ex titular de la Aduana en Ezeiza que se fugó de la Argentina en 1992. 

Al revisitar el episodio más oscuro de su vida que la obligó a retirarse para siempre de la política (que tildó como algo "sucio"), Yoma señaló que el escándalo no fue más que un complot en su contra, orquestado por alguien "muy allegado" a Menem

Las consecuencias personales de este período, continuaba en la entrevista con GENTE, fueron devastadoras. Amira confesó haber sufrido una gran depresión y se autoimpuso un "encierro" inconsciente durante 18 años, apenas saliendo de su casa. Durante ese lapso, que incluyó una estadía en España entre 1999 y 2006, apenas se exponía. 

Durante la presidencia de su cuñado, Amira ofició como secretaria de audiencias. En ese momento, su marido era Ibrahim al Ibrahim, el ex titular de la Aduana en Ezeiza que se fugó de la Argentina en 1992 tras el escándalo.

La historia la obligó a "perder los mejores años de su vida", como afirmó. Por ese entonces también contó que, si bien se encontraba mejor, jamás iba a poder superar lo que ocurrió. Lo relató así: dijo que la política que creyó que la haría "útil a la patria", la "ensució demasiado" y la "involucró con el lavado de dinero y el narcotráfico". Por todo eso era que se consideraba muy arrepentida de haber aceptado aquel cargo. 

La decepción que le produjo la política, universo del que insistió "no quiero saber nada" –incluso hasta evitó mirar programas políticos "porque ya lloré mucho por la política"–,  también produjo un extensivo alejamiento de sus familiares más cercanos. Amira aseguró que se sintió traicionada por personas que la "perjudicaron", y es por eso que desde el incidente no mantuvo trato con su hermana Zulema, ni con su sobrina, Zulemita, porque, tal como contaba, "piensan muy diferente como familia". 

En su camino al anonimato, Amira hasta atendió las mesas y limpió en el restó de cocina de medio oriente que abrió con su entonces pareja.

La primera "nueva vida" de Amira: la gastronomía en Argentina

En una etapa de su vida posterior a los escándalos, Amira Yoma encontró refugio y un nuevo propósito en la gastronomía. Junto a su marido, el periodista Chacho Marchetti –a quien conoció mientras él cubría su caso– abrió un restaurante de comida árabe llamado "El Gourmet de Medio Oriente"

La historia la recordará por el escándalo de los 90s. En la foto de archivo, junto a Chacho Marchetti en la puerta de su espacio árabe, que cerraría tiempo después.

Ubicado en el Mercado Municipal de Belgrano, este local le permitió dedicarse a elaborar platos clásicos como puré de garbanzos y shawarmas. En este emprendimiento, Amira no solo cocinaba, sino que también atendía las mesas, limpiaba y realizaba cualquier otra tarea necesaria. Su preferencia por esta nueva vida era clara. "Prefiero hacer sabrosos shawarmas y exquisitos tabules y purés de garbanzos, antes que volver a pensar siquiera un minuto en política", revelaba. 

En ese período, Amira afirmaba tener la "conciencia tranquila" y poder "mirar de frente". Su hijo Omar, por entonces de 16 años, también colaboraba en el restaurante. Además de la cocina árabe, la cuñada de Menem se describía como repostera internacional experta en cocina francesa y mencionaba tomar cursos de comida japonesa y maquillaje profesional, incluso planeando abrir un nuevo local "sorpresa".

En 2012, Amira Yoma continuaba defendiéndose con convicción de inocencia y aclaraba que con su marido (Chacho Marchetti, el periodista de quien se enamoró mientras éste cubría el caso) no eran millonarios. "Necesitamos trabajar", aseguraba. 

La actualidad: su vida en Siria y el producto que importa

La serie "Menem" (Amazon Prime Video) volvió a poner su nombre en el centro de la escena, revelando una nueva fase en su vida actual. Tras varios años viviendo en Marbella y tras la muerte de su último esposo, la vida de Amira transcurre en Damasco, Siria. En diálogo con la producción de DDM (América), rompió años de silencio y aclaró: "Nunca quise ser noticia. No me interesaban los medios y menos ahora".

En la serie, Violeta Urtizberea personifica a la hermana de la entonces primera dama. A la izquierda, durante una emisión de Tiempo Nuevo, un clásico político de los 90 conducido por Bernardo Neustadt.

Al analizar su situación mediática, recordó: "Durante mucho tiempo fui perseguida por los medios. Tuve periodistas aliados, como Grondona y Neustadt". También reveló que hace tres meses vino al país a visitar a su hermano Emir (Yoma), a quien se refirió como otra persona destruida por la política.

Hoy en día vive de la importación de yerba mate, negocio que lleva adelante con su hijo Omar. En paz y armonía con su presente, la cuñada del expresidente argentino aún agradece poder vivir "en un lugar tan tranquilo" como Damasco, y "bien lejos de los problemas que genera la política". Aunque es inevitable no ser recordada en ese capítulo de la historia llamado escándalos del menemato. 

Fotos: Archivo Atlántida. Retoque: Silvana Solano.
Búsqueda y digitalización de material de archivo: Gustavo Ramírez
Contacto del Archivo Atlántida: María Luján Novella. Teléfono: +54 911 3903-8464. E-mail: [email protected]



 
 

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