En un clima cargado de emoción, Pablo Ghisoni y su hijo Tomás se vieron las caras después de más de diez años sin contacto. La escena, registrada por las cámaras de Clarín, mostró un abrazo esperado por más de una década, pero también el inicio de un camino que ambos reconocieron como “un proceso de reconstrucción”.
La historia que los separó fue dolorosa y pública. En su adolescencia, Tomás denunció a su padre por abuso sexual, impulsado —según reconoció después— por su madre, Andrea Vázquez. Aquella acusación derivó en la detención del médico obstetra, quien pasó tres años en prisión hasta ser absuelto. Aunque la Justicia lo liberó, el estigma de la causa lo persiguió durante años y fracturó su vínculo familiar.
Semanas atrás, Tomás había sorprendido al publicar un video en el que admitía su error y pedía perdón. En esa grabación, el joven fue contundente: “No fui abusado. Fui manipulado”. Su confesión reabrió un caso que había marcado a la opinión pública y dejó la puerta abierta a la reconciliación.
El reencuentro se produjo a mediados de agosto y fue tan sencillo como conmovedor. Apenas se vieron, Tomás no dudó en acercarse y describió el momento con palabras que reflejaron su alivio: “En unas palabras dijo que él iba a estar esperándonos con los brazos abiertos y hoy lo veo”.
Por su parte, Pablo, quebrado pero firme, destacó la valentía de su hijo: “El lugar de él, de hijo, lo valoro mucho porque la verdad es que hay que tener muchas agallas. Yo lo tomo como una víctima él… Él no era lo que hizo. Tener que empezar a reconstruir desde la familia, los padres, la pareja, los hijos”.

Con el correr de los minutos, ambos compartieron cómo se gestó ese acercamiento. Tomás recordó: “Yo tal vez lo he vivido de una forma distinta porque en definitiva yo también era parte de esta gente que estaba provocando este daño y yo no lo veía de esa manera, lo veía como una lucha justa en donde estaba defendiendo básicamente una injusticia. Me di cuenta de a poco de la verdad y yo sentía como la necesidad de expresar mi arrepentimiento por toda esta situación y comportarme de esa manera, ¿no?”.

Pablo explicó cómo fue el primer gesto que recibió de su hijo: “Él sabía que yo estaba comiendo con Fran o cenando y ahí pues le mandó un escrito para mí. Me expresaba su arrepentimiento por lo que había hecho, su pedido de perdón y su interés en encontrarnos. Le contesto y después aparece el video y después nos encontramos ahí un mes”.
El instante clave, según ambos, fue cuando Tomás lo abrazó: “Y bueno, me agarraste el hombro y me abrazó”, resumió el joven. Pablo, en tanto, cerró con una reflexión sobre lo que vendrá: “Yo creo que es un proceso que lo vamos a ir construyendo, intentar reconstruirlo la mejor manera posible. Y bueno, lo que queda ahora es esto, ver cómo nos revinculamos, cómo nos reconocemos, cómo nos volvemos a confiar en el otro, ¿no? Todo un camino”.

Los detalles del caso que los separó
Con apenas 20 años, Tomás Ghisoni publicó en julio de este año un video que sacudió las redes y reabrió un caso judicial que conmovió al país.
Allí reconoció que la denuncia por abuso sexual que había hecho contra su padre era falsa y que había sido manipulado por su madre, Andrea Vázquez.
“Lo más difícil de admitir es que sostuve esa acusación durante más de 10 años”, confesó el joven en esa grabación que sorprendió a todos.
La historia se remonta a 2009, cuando Pablo y Andrea se separaron y comenzó una extensa batalla legal. En 2014, Tomás y otro de sus hermanos denunciaron al médico, quien pasó tres años en prisión hasta ser absuelto en 2023.
En ese mismo juicio, su hijo mayor, Francisco, declaró a favor del padre: “Nunca me tocó, nunca me hizo nada. Si hubiese sido verdad, yo sería el primero en denunciarlo”. El reciente video de Tomás aportó detalles clave: “Me enseñaron qué decir, qué no decir, qué dibujar. Y yo, sin entenderlo del todo, lo hice. Y eso destruyó a un hombre inocente”.

