La noche de fútbol en Avellaneda que debía ser una fiesta terminó en tragedia. Este miércoles 20 de agosto, el encuentro de ida por los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile se transformó en una batalla campal que dejó escenas de violencia extrema, un partido suspendido y un saldo dramático: al menos 23 heridos, de los cuales dos permanecían internados en estado crítico.
Según informó este jueves a la mañana Carlos Salerno en Desayuno Americano (América TV), los dos casos más graves fueron los de Gonzalo Alfaro, de 33 años, y Jaime Mora, de 56. Ambos ciudadanos chilenos, simpatizantes de la U, que fueron hospitalizados tras la brutalidad vivida en las tribunas.
Alfaro sufrió una fractura de cráneo y debió ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital Fiorito, mientras que Mora ingresó con fracturas en sus miembros inferiores y también fue operado.
El periodista de TN Pablo Gravellone aportó más detalles sobre la situación crítica de Alfaro: “Gonzalo Alfaro es el hincha de la U de Chile en estado crítico, con riesgo de vida. Estaba siendo operado anoche en el Fiorito. Otros 18 hinchas fueron atendidos con heridas de distinta gravedad en el Fiorito, Wilde y Perón”.
La gravedad de lo ocurrido quedó expuesta también en redes sociales, donde desde la cuenta Hinchas Colombia difundieron un listado con los nombres de varios de los heridos y su estado de salud. Entre ellos, además de Alfaro y Mora, aparecieron casos impactantes:
Pablo Mora, politraumatismo.
Brayan Martínez, apuñalado.
Ignacio Castro, sutura en la cabeza.
Diego Trujillo, politraumatismo.
Sebastián Aliste, politraumatismo.
Fernando Ortiz, politraumatismo de cráneo.
Hian Abreu, politraumatismo.
Carlos Mesa, politraumatismo.
Román Silva, politraumatismo.
Victoria Neira, politraumatismo.
Andrés Villalobos, traumatismo de cráneo (en observación).
Diego Montero, apuñalado en el tórax superior y traumatismo de cráneo.
Renato Urbina, traumatismo de cráneo.
Joaquín Vaina, politraumatismo.
Rubén Torres, politraumatismo.
José Acuiada, politraumatismo.
Patricio Valenzuela, politraumatismo.
El comunicado que acompañó esa lista fue contundente: “Hoy no hay colores ni motivos para celebrar. Lo que debía ser una noche de Sudamericana en Avellaneda, se convirtió en una tragedia total. Este es el reporte de algunos hinchas de Universidad de Chile internados en el Hospital Fiorito de Avellaneda”.
De acuerdo al relevamiento de La Nación, al menos 23 personas fueron atendidas en distintos centros de salud bonaerenses. Dos de ellas permanecían en terapia intensiva tras ser intervenidas quirúrgicamente durante la madrugada.
Qué dijo el embajador chileno en Argentina
Mientras tanto, el embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, aportó la versión oficial sobre los detenidos y la situación de los heridos. “Las personas detenidas son 97, entre ellos tres mujeres y cinco menores. Están identificándolos y esperando la tarea del fiscal. Se aplicarán los procedimientos normales en estos casos”, aseguró.
En diálogo con Radio ADN, el diplomático llevó un mensaje agridulce: “Algunas personas fueron trasladadas al hospital. El hincha que cayó está fuera de peligro, por suerte había un techo, está completamente fuera de peligro. Las personas que están en el hospital son cinco: una de ellos de gravedad por ataque con arma corta”.
Finalmente, agregó sobre los detenidos: “Las personas que están detenidas, si no han participado en actos delictivos, deben salir en libertad mañana (jueves) y volver a Chile, los heridos hay que revisar la gravedad”.
La batalla campal en Avellaneda dejó así una cicatriz profunda: el fútbol sudamericano volvió a mostrar su costado más oscuro, donde la pasión se vio opacada por la violencia. Mientras el partido quedó en el olvido, hoy la atención está puesta en los hospitales y en la lucha desesperada de quienes todavía pelean por su vida.
