La serie sobre la vida de Carlos Saúl Menem, protagonizada por Leonardo Sbaraglia, Juan Minujín y Griselda Siciliani, volvió a poner sobre la mesa una de las figuras más polémicas, carismáticas y controvertidas de la política argentina. Pero además de las internas del poder, los 90, la Rosadita y el jet set de la década, la ficción también hizo resurgir un costado íntimo del fallecido expresidente que sigue despertando curiosidad: su vida amorosa.
Y en medio de ese revival, fue nada menos que Carlos Ruckauf —exvicepresidente de Menem y figura clave del peronismo— quien, con tono calmo y gesto nostálgico, lanzó una confesión que sorprendió a todos este lunes al aire de Desayuno Americano (América TV): “El gran amor de la vida de Carlos fue Zulema”.
“Tuve la oportunidad de estar con Carlos dos años antes de su muerte”, comenzó relatando Ruckauf en el programa que conduce Pamela David. “Y me dijo tres cosas que me quedaron grabadas, y que las voy a repetir acá. La primera fue: ‘El amor de mi vida fue Zulema’”.
Las declaraciones generaron revuelo inmediato, no solo por lo inesperadas, sino por el peso simbólico que esa frase lleva consigo. La historia de Carlos Menem y Zulema Yoma fue una de las más mediáticas y escandalosas de la política nacional. Desde el romance y la llegada al poder, hasta los cortocircuitos públicos, el conflicto por la residencia presidencial y la trágica muerte de su hijo Carlitos Jr., su relación siempre estuvo rodeada de tensión y misterio.
Pero Ruckauf fue por más, y compartió una anécdota íntima que terminó por humanizar al poderoso expresidente: “Un día estábamos charlando con él, y Zulema estaba en la mesa. Carlos me pregunta: ‘¿Cuántos años tenés de casado?’. Le respondí y él me dice: ‘Yo te gano’. Y entonces Zulema lo mira, se ríe y agrega: ‘Bueno, bueno… con algunas interrupciones’”.
El momento generó risas en el estudio, pero también dejó en evidencia cómo las relaciones de pareja en la política, sobre todo décadas atrás, respondían a códigos muy distintos. “Culturalmente era otra época donde las esposas permitían… miraban para otro lado”, reflexionó Pamela David. Y agregó: “También las sociedades conyugales, cada una se maneja como cree”.
Las palabras de Ruckauf llegaron en un contexto donde la figura de Menem vuelve a ser revisitada, no solo desde lo político, sino también desde lo emocional.
El hombre que gobernó la Argentina durante toda una década, que fue fotografiado con estrellas internacionales, que llegó a casarse en la Casa Rosada con Cecilia Bolocco y que siempre cultivó una imagen de seductor empedernido, al final de su vida, según su excompañero de fórmula, eligió mirar hacia atrás y reconocer a quien fue su compañera de los años más fundacionales: Zulema.
El testimonio no solo reavivó el interés por la vida personal de Menem, sino que también dejó flotando en el aire una sensación inesperada: que, pese a la distancia, las peleas y los años, hay amores que dejan huellas imborrables.
