La Cámara de Empresas de Control y Administración de Infracciones de Tránsito (CECAITRA) celebró un nuevo aniversario junto a sus empresas afiliadas, funcionarios, periodistas especializados y organizaciones de familiares de víctimas viales. El evento tuvo como eje central la reflexión sobre los avances y desafíos en materia de seguridad vial en Argentina.
Durante la jornada, se entregaron reconocimientos a referentes por su trayectoria y acciones en la temática vial. Entre ellos, se destacó al secretario de Tránsito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Darío Antiñolo, y a Teresa de Melano, integrante de la Red Nacional de Familiares de Víctimas de Tránsito.
El presidente de CECAITRA, Bernardino García, fue el encargado del discurso central. Allí señaló que “todos los que hoy nos reunimos aquí consideramos que las consecuencias de la inseguridad vial [...] pueden ser, al menos, disminuidas”.
García destacó la reducción en la cantidad de víctimas fatales en el país en los últimos años. “En Argentina se ha logrado disminuir desde el 2013 al 2024, a más de la mitad, la cantidad de fallecidos por siniestros viales por cada 100 mil vehículos”, explicó. “Entonces, en el 2013 fallecían 63 personas por cada 100.000 vehículos del parque automotor por año y en 2024 fallecieron 32”.
En esa línea subrayó: “Las cifras son un logro de todos los que están acá, de todos los que entienden y pretenden que no se pierdan vidas gratuitamente”. También señaló el impacto económico asociado: “Según la OMS, el costo de la inseguridad vial en los países en desarrollo oscila entre el 3 y el 5% del PBI”. Si logramos reducirlo —indicó— se trata de un ahorro significativo “sin despedir a nadie, sin cerrar ninguna fábrica, salvando vidas y evitando dolor”.
Sin embargo, García advirtió que aún existe un problema cultural: “En los últimos años el concepto de conciencia vial fue reemplazado por la expresión fotomulta”. Y agregó: “La fotomulta es solo una herramienta más para lograr el objetivo de salvar vidas”.
“El mensaje es claro: todos somos usuarios de la vía pública donde ocurren las víctimas que queremos evitar. Entonces, todos somos víctimas y victimarios”, señaló. Recordó además que la OMS califica la inseguridad vial como una pandemia global.
En el tramo final de su discurso, puso el foco en los más jóvenes: “La inseguridad vial sigue siendo la primera causa de muerte en el mundo entre los jóvenes”. Y cuestionó: “¿Por qué le negamos al aspirante a su primera licencia —o a quien la renueva hasta los 29 años— la información sobre su posibilidad real de morir?”.
Finalmente, cerró con una reflexión sobre el sistema de otorgamiento de licencias: “¿Por qué una licencia es otorgada solo conociendo la cartelería y señalización?”. Y concluyó: “Conocen lo que prohíbe un cartel, pero no saben lo que ocurre si deciden ignorarlo”.
