La noche del martes, Ciudad Evita se vio sacudida por un hecho tan trágico como inverosímil. En una estación de servicio ubicada en La Matanza, un automóvil gris irrumpió de lleno en el autoservicio del lugar y atropelló a un cliente que estaba sentado, tomando un café. La víctima, un despachante de aduana que había entrado por casualidad al market, fue embestida sin que nadie pudiera anticiparlo.
El vehículo, un Fiat conducido por una mujer, perdió el control después de que la conductora se descompensara y terminara incrustado contra las góndolas. Según testigos, el hombre alcanzó a ser trasladado de urgencia en ambulancia a un sanatorio de la zona, pero falleció pocas horas después a raíz de las graves lesiones sufridas.

La escena fue de terror: gritos, corridas, vidrios destrozados y clientes que intentaban salir del lugar mientras los empleados trataban de asistir al herido. La imagen de un auto adentro del local quedó grabada en los celulares de quienes no podían creer lo que estaban viendo.

Pero lo más sorprendente llegaría al día siguiente. Apenas 24 horas después, este miércoles por la noche, otro vehículo terminó incrustado en el mismo market. Esta vez se trató de una camioneta Renault de color gris oscuro, que impactó contra el frente del local luego de haber sido embestida desde atrás por otro rodado.
El resultado fueron nuevamente destrozos materiales y escenas de pánico entre los presentes, aunque, afortunadamente, sin víctimas fatales. La camioneta se metió varios metros adentro del autoservicio, provocando que las personas que se encontraban en el interior huyeran despavoridas.
Las imágenes de ambos episodios circularon rápidamente por redes sociales y generaron una mezcla de asombro y miedo en los vecinos. Que dos vehículos diferentes terminaran en el mismo lugar, en días consecutivos, parecía sacado de una película.

Las autoridades locales confirmaron que la primera tragedia se debió a la descompensación de la conductora del Fiat, que perdió el control sin poder frenar. El segundo episodio, en cambio, está bajo investigación: los peritos trabajan para establecer cómo se produjo el choque por alcance que llevó a la Renault a terminar adentro del bar.
Lo cierto es que la estación de servicio se convirtió en escenario de dos episodios tan escalofriantes como insólitos. Un sitio cotidiano, donde vecinos y clientes suelen detenerse por un café, terminó en cuestión de horas en el centro de una doble tragedia urbana que todavía estremece a Ciudad Evita.
Mirá También

