El caso del triple crimen narco de Florencio Varela, en el que fueron asesinadas Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, sumó en las últimas horas una revelación clave que podría ayudar a reconstruir los días previos a la masacre.
Según nuevas versiones difundidas por Crónica TV, el presunto autor intelectual del crimen, Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como “Pequeño J”, semanas antes del hecho se habría reunido con dos de las víctimas en un reconocido bar del barrio porteño de Flores: el Staff Resto Bar Pool, ubicado sobre Avenida Rivadavia 7178, a metros de la Plaza Flores.
El dato surgió a partir de testimonios y registros en poder de los investigadores, quienes intentan establecer si ese lugar fue el punto de inicio del vínculo entre el narco peruano y las jóvenes.

Que se sabe del encuentro de Pequeño J con Lara y Brenda
“Hay dos versiones. Hay una que dice que Lara, la chica de 15 años, se encontró con Pequeño J, ellos dos en este lugar. Pero la que los investigadores manejan con más fuerza y también por algunos datos de algunos testigos es que Lara con Brenda se habrían encontrado más de una oportunidad aquí en este lugar con dos personas de nacionalidad extranjera, precisamente peruana, y que no fue una vez, que fueron más de dos”, informaron desde el canal.
La hipótesis más fuerte sostiene que en ese local, frecuentado por habitués de la noche y jugadores de pool, habría comenzado lo que los investigadores llaman el “operativo seducción”. “Dicen que las primeras reuniones que tuvieron, por eso lo que quieren dar es con la punta del hilo, porque ellos creen que acá empieza todo", aseguraron las fuentes.

Los investigadores creen que se dieron varias reuniones. "Que la primera vez les ofrecieron 200 dólares o les regalaron 200 dólares a las dos chicas, para nada, solamente un regalo. Y que la segunda vez que se reunieron ya les regalaron osos de peluche y perfumes importados”, añadieron.
Esa secuencia habría ocurrido alrededor del 6 de septiembre, apenas dos semanas antes de los asesinatos. Desde entonces, los investigadores analizan las cámaras de seguridad del pool y de los comercios cercanos para determinar si efectivamente Pequeño J estuvo en el lugar y con quiénes.
Las imágenes podrían ser determinantes: permitirían confirmar si la relación entre el narco y las jóvenes se inició allí y si el encuentro formó parte de una estrategia para ganarse su confianza.

Según la investigación, el líder narco peruano —detenido días atrás en Perú tras permanecer prófugo— habría mantenido contacto directo con una de las jóvenes y, bajo engaño, citó a las tres amigas para un supuesto trabajo. Ese falso ofrecimiento derivó en su secuestro, tortura y asesinato, tras lo cual los cuerpos fueron descuartizados y enterrados en bolsas negras al fondo de una vivienda en Florencio Varela.
El Staff Resto Bar Pool, hoy bajo la lupa, se convirtió en un punto de referencia clave dentro de la causa. Un lugar común, de luces de neón y mesas de billar, que ahora carga con el peso de haber sido, posiblemente, el escenario donde comenzó una historia de horror.
Los investigadores creen que en esas primeras reuniones, envueltas en aparente normalidad, se empezó a tejer la trampa que terminó en una de las masacres más impactantes de los últimos años.
Mirá También

"Me quitan mi plata": el impactante audio que Pequeño J le envió a su amante tras el triple crimen narco
Mirá También
