Una fuerte imagen recorrió las redes sociales este miércoles: un video muestra a Eduardo Feinmann enfrentado con Marcelo Peretta en inmediaciones a las instalaciones de Radio Mitre, en lo que según las primeras imágenes que trascendieron fue un intento de agresión física. El episodio ocurrió en plena vía pública y ya está siendo investigado por la Fiscalía correspondiente.
En el video, que ya se viralizó en plataformas como X (ex Twitter) y WhatsApp, se observa a Peretta, identificado luego como un dirigente gremial, abordando a Feinmann con gestos hostiles, intentando golpearlo frente a testigos y cámaras. Aunque el periodista evitó responder con violencia, se observa claramente su reacción de sorpresa y defensa antes de que el escenario se disperse.

Fuentes judiciales confirmaron que el hecho fue denunciado de inmediato y se activó un protocolo para recabar imágenes, testimonios y datos sobre el autor del ataque. El objetivo es determinar si existió agresión con intención física y avanzar en una posible imputación. Hasta el momento, no hubo versiones oficiales de ninguna de las partes.
Este tipo de hechos reflejan una preocupante escalada en el nivel de exposición que sufren figuras públicas. Feinmann, a lo largo de su carrera como periodista y conductor, ha protagonizado cruces virales con otras personalidades del medio—como ocurrió en marzo cuando confrontó con un movilero que lo interceptó en la calle—pero este incidente representa un salto: de la confrontación verbal en cámara al intento de confrontación física.
Expertos en seguridad pública comentan que la viralización de estos videos aumenta la presión sobre las autoridades para actuar con rapidez y asegurar tanto la protección de las víctimas como la integridad de los testigos. La justicia podría disponer medidas preventivas provisionales mientras avanza la investigación, como prohibiciones de acercamiento o realizar pericias psicológicas si corresponde.

Desde una mirada amplia, este suceso suma preocupación al escenario de hostilidad que viven comunicadores y figuras mediáticas. Las redes sociales, al amplificar cualquier incidente, pueden tornarse una herramienta de presión o amenaza. Sin embargo, también sirven como prueba documental, tal como ocurre en este caso.
En las próximas horas se espera que se amplíen los detalles desde fuentes judiciales: si ya se identificó a Peretta formalmente, si fue citado a declarar como imputado, y si se evalúa algún tipo de sanción administrativa o penal. También será clave saber si Feinmann tomará acciones legales adicionales.
Lo que está claro es que un video que captó un atisbo de violencia física sacudió el ámbito periodístico y generó un reclamo urgente por parte de organizaciones defensoras de la libertad de expresión. El país enfrenta así, una vez más, la necesidad de equilibrar el derecho a la crítica con el respeto a la seguridad de quienes ejercen el periodismo.
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