Una tragedia sacudió al barrio de Flores este martes: Akiva Dabbah, un niño de un año y ocho meses, murió tras caer por el hueco del ascensor del edificio donde vivía, ubicado en la avenida Avellaneda al 2400. Según las primeras investigaciones, el menor se precipitó desde el octavo piso por una aparente falla en la puerta del elevador, aunque las circunstancias exactas siguen bajo análisis judicial.
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El hecho ocurrió pasado el mediodía y movilizó un amplio operativo de emergencia. Una ambulancia de Jevra Hatzalah, el servicio comunitario de atención médica, fue la primera en llegar y realizó maniobras para asistir al niño. Minutos después arribaron efectivos de la Comisaría Vecinal 7C, personal de Bomberos de la Ciudad y una unidad del SAME, que trasladó al menor al Hospital Álvarez. Pese a los esfuerzos por reanimarlo, los médicos confirmaron su fallecimiento por politraumatismos y paro cardíaco. Los padres recibieron asistencia psicológica ante el impacto de la tragedia.
La causa quedó a cargo de la Fiscalía Criminal y Correccional N.º 12, conducida por el fiscal Marcelo Roma, quien ordenó la intervención de la Unidad Criminalística Móvil para realizar peritajes en el edificio. Se labraron actuaciones por “averiguación de causales de muerte de dudosa criminalidad”, mientras se investiga si hubo fallas de mantenimiento, negligencia o incumplimiento de normas de seguridad en el ascensor, que contaba con puertas manuales y mantenimiento vigente según las primeras pericias.
El mensaje del rabino Eliahu Hamra
La noticia generó una profunda conmoción en la comunidad judía. El rabino de la AMIA, Eliahu Hamra, expresó su dolor en redes sociales con un comunicado que rápidamente se viralizó:
“Hoy es un día de profunda tristeza para la comunidad judía del barrio de Flores, por el trágico fallecimiento de Akiva Dabbah, un pequeño niño de un año y ocho meses. En estos momentos de tanto dolor, abrazamos a su padre Rafael y a su madre Denise. Agradecemos a las autoridades policiales, servicios de salud, la fiscalía y la morgue de la Ciudad, por la actuación comprensiva y de acompañamiento. Rezamos por la elevación de su alma y para que todos sus seres queridos puedan encontrar consuelo”.
El mensaje refleja el acompañamiento institucional en un momento de duelo y la importancia de las redes comunitarias en situaciones extremas. Desde la AMIA también se destacó la colaboración de los equipos de emergencia y la contención brindada a la familia.
Cómo sigue la investigación
Mientras la comunidad se organiza para acompañar a los padres, la Justicia avanza en la recolección de pruebas. Una de las hipótesis apunta a la distancia entre la puerta exterior y la cabina del ascensor, que por normativa no debe superar los 12 centímetros. Según trascendió, ese espacio habría sido mayor, lo que podría haber permitido que el niño quedara atrapado y cayera cuando la cabina se movió tras ser llamada desde otro piso.
El caso reabre el debate sobre la seguridad en ascensores y la necesidad de controles más estrictos en edificios antiguos. Por ahora, la prioridad está puesta en esclarecer las causas y brindar contención a la familia Dabbah, que atraviesa un dolor inconmensurable.
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