Cansada, desbordada y enojada. Así se mostró Martina Oliva, la joven comerciante salteña de 23 años que en las últimas horas decidió romper el silencio y hacer un duro descargo público en medio de la causa judicial que la tiene acusada de liderar una asociación narcocriminal.
Oliva es una de las figuras centrales de una investigación por narcotráfico que sacudió a Salta en febrero último y que tuvo un fuerte impacto mediático.
La joven, mamá de dos nenas menores de edad y con un pasado ligado al modelaje —fue elegida Miss Orán y llegó a postularse como representante provincial para Miss Universo— está imputada junto a su pareja, Gustavo Tolaba, alias El Perro, como una de las jefas de una organización dedicada al transporte y comercialización de marihuana entre Orán y la capital salteña.
La causa se inició en febrero de este año, tras un operativo cinematográfico que incluyó una persecución a más de 180 kilómetros por hora y el secuestro de 15 kilos de droga. En las últimas horas, el Tribunal Oral Federal N°1 de Salta dictó condenas de hasta siete años de prisión para tres integrantes de la banda.
Sin embargo, en el caso de Tolaba y Oliva, ambos optaron por ir a juicio oral y público, que será llevado adelante por el Tribunal Oral Federal N°2 de Salta en febrero próximo.
En ese contexto, Oliva utilizó su cuenta personal de Facebook para expresar su hartazgo y dar su versión de los hechos. “No soy de hacer este tipo de cosas, más que nada por respeto a mis hijas, ¡cosa que a las noticias, diarios, canales de TV no le importaron!”, escribió al inicio de su mensaje, en el que dejó en claro el impacto emocional que atraviesa desde que estalló el caso.
“Llevo casi una año callada por miedo a todo y porque todavía sigo en preventiva, espero que la Justicia actúe y haga las cosas como corresponden, pero ya no aguanto más estar callada, encerrada y sufriendo ataques de ansiedad al punto de caer internada”, relató. Y sumó: “¡Soy mamá, tengo apenas 23 años! Y aclaro una cosa modelo no soy,️ narcotraficante no soy, solo pido respeto”.
Uno de los puntos más sensibles de su descargo estuvo vinculado a la exposición mediática de su vida privada y, especialmente, de sus hijas. “¡Cansada de ver mi cara por todos lados! ¿Dónde está la cara de la otra gente? ¿Por qué tienen que exponerme a todo haciendo videos de mi vida privada?”, cuestionó. “Tengo dos nenas de 4 y 5 años las cuales pusieron videos de ellas en canales de México, no solo argentina”, denunció.
En un tono desesperado, Oliva remarcó su inocencia y negó los hechos que se le imputan. “Yo solo pido respeto y que esto se solucione. NUNCA JAMÁS ME ENCONTRARON DROGA. NUNCA ESTUVE CON MIS HIJAS. Tampoco me estaba yendo en el aeropuerto”, escribió, antes de cerrar con una frase contundente: “HAY UN LÍMITE Y HASTA ACÁ LLEGUÉ”.
Qué se sabe de la causa judicial contra Martina Oliva
Más allá de su descargo, la investigación judicial es contundente. Según la fiscalía, la organización operaba bajo la modalidad de convoy, con un “coche puntero” que alertaba sobre controles y otro vehículo que transportaba la droga.
Oliva no solo acompañaba a Tolaba en los viajes, sino que también habría tenido un rol clave en la coordinación logística y financiera, incluyendo el manejo de pagos y transferencias millonarias.
El 5 de febrero pasado, la Policía de Seguridad Aeroportuaria interceptó a los sospechosos en el acceso a la ciudad de Salta, en la zona del ex peaje Aunor.
Tras una extensa fuga por rutas provinciales y jujeñas, los ocupantes del vehículo que trasladaba la droga arrojaron los paquetes durante la persecución. El auto fue abandonado en una finca de Jujuy, donde se concretaron varias detenciones, mientras que otros involucrados fueron capturados en los días y meses posteriores.
De acuerdo con la acusación, entre octubre de 2024 y fines de enero de 2025 la banda habría realizado al menos 31 viajes con cargamentos de marihuana.
La causa dejó al descubierto una estructura criminal con roles definidos y a Martina Oliva señalada como una de las figuras centrales del entramado narco. Mientras espera el juicio, su palabra volvió a poner el foco en el costado humano de una historia atravesada por la Justicia, la exposición pública y una vida que quedó en pausa.
