La explosión de un experimento escolar en Pergamino sigue generando conmoción. Ocurrió hace ocho días en el Instituto Comercial Rancagua, durante una feria de ciencias, cuando una maqueta conocida como “volcán” —que habitualmente se realiza con bicarbonato y vinagre— fue preparada con azufre, carbón y una sal especial, provocando una reacción similar a pólvora. El estallido dejó gravemente herida a una niña de 10 años llamada Catalina Maglio.
Tras el accidente, la menor fue trasladada de urgencia al Hospital Garrahan, donde se le practicó una cirugía de alta complejidad que duró más de 11 horas. El equipo médico, integrado por especialistas de siete áreas, realizó procedimientos críticos como craniectomía descompresiva, polectomía del lóbulo temporal, abordajes combinados de base de cráneo y rostro, extracción controlada del fragmento metálico y traqueotomía. El riesgo era extremo: el objeto que la lesionó estaba alojado a solo 2 milímetros de la arteria carótida.
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El último parte médico indica que la niña evoluciona favorablemente. Respira por sus propios medios y responde a órdenes simples, según informó el jefe de terapia intensiva pediátrica, Daniel Buamscha. El despertar será “paulatino y controlado”, mientras continúa bajo estricta observación. El domingo se realizó una toilette quirúrgica y el martes se suturó toda la herida facial, lo que marca un avance en su recuperación.
Los profesionales destacan que el pronóstico sigue siendo reservado, dado que las lesiones afectan áreas sensibles y requerirán un proceso prolongado con posibles cirugías adicionales y seguimiento neurológico y oftalmológico. “La prioridad es estabilizarla y garantizar que no haya secuelas funcionales”, explicaron desde el Garrahan.
La familia agradeció públicamente la atención recibida y pidió respeto en este momento difícil. En redes sociales, cientos de usuarios expresaron mensajes de apoyo y solidaridad, mientras se multiplican los pedidos para reforzar protocolos de seguridad en actividades escolares.
Este caso reabre el debate sobre la supervisión en experimentos caseros y la necesidad de garantizar entornos seguros para los estudiantes. Las autoridades educativas iniciaron una investigación para determinar responsabilidades y evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir.
Por ahora, la evolución de la niña será monitoreada día a día, y se espera un nuevo parte médico en las próximas 48 horas para conocer cómo responde al tratamiento y cuáles serán los próximos pasos en su recuperación.
Cómo fue la explosión que afectó a Cata y a otros alumnos
El trágico accidente ocurrió el jueves por la noche, durante una demostración experimental con materiales inflamables en la feria de ciencias de una escuela primaria de Rancagua. La explosión afectó a varios presentes, pero Catalina fue quien se llevó la peor parte, sufriendo quemaduras graves en gran parte de su cuerpo.
Además, y lo más grave y delicado del incidente, fue que una esquirla de metal impactó en su cabeza, atravesándole el cráneo y alojándose en su cerebro.
Desde entonces, toda la comunidad se movilizó para acompañar a la familia Maglio. Colectas solidarias, cadenas de oración y mensajes de esperanza poblaron las redes, mientras los médicos del Garrahan destacaban su fortaleza.
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