El video se viralizó esta semana y dejó en shock a miles de personas: Alexis Nicolás Acuña, profesor de kickboxing, cayó desplomado tras ser golpeado por la espalda en un gimnasio de Carmen de Areco.
El ataque, tan sorpresivo como violento, ocurrió a principios de diciembre pero recién ahora tomó dimensión pública.
La grabación mostró el momento exacto en el que P.P., un compañero de entrenamiento, lo embistió sin aviso mientras él revisaba su teléfono. El impacto lo dejó inconsciente y le provocó fracturas en el pómulo y el maxilar derecho.
A varias semanas del episodio, y con su rostro aún inmovilizado, Alexis decidió contar lo que cree que realmente ocurrió ese día. Aunque la discusión inicial habría surgido por el desorden de la sala de musculación, él sostiene que se trató de algo mucho más grave: una trampa para dejarlo afuera de su debut como profesional.

En sus redes, el luchador amateur compartió el mensaje de un amigo que deslizó esa sospecha: “No sé cómo hay gente que le puede cagar el sueño a esta gran persona”. Minutos después, él mismo reforzó esa idea al republicar otra frase: “Por la cobarde agresión, Alexis deberá ser operado en San Nicolás. A nada de su debut como profesional”.
“Era lo que buscaban, él y si hay otras personas que deseaban esto para mí”, escribió Alexis por su parte, dando por primera vez una explicación del trasfondo que, según interpreta, motivó a su agresor.

La hipótesis golpeó fuerte entre quienes siguen su carrera. Alexis llevaba meses preparándose para su primera pelea profesional, un objetivo que marcaría un antes y un después en su trayectoria como luchador y entrenador.
Sin embargo, las lesiones que sufrió —fractura del pómulo derecho, fractura del maxilar y daños en la movilidad facial— lo obligaron a suspender todo. Ahora necesita una cirugía compleja en San Nicolás para intentar recuperar la modulación y la movilidad del rostro.

“Creo que todos saben qué es lo que me está pasando. No puedo modular bien, tengo la cara quebrada en tres partes, necesito una operación y tengo que viajar a San Nicolás”, explicó esta semana, todavía con la voz dificultada y el impacto visible.
También pidió ayuda económica para cubrir los costos médicos y reiteró su pedido de justicia. Según señaló, el agresor aún no fue detenido.
El ataque generó una fuerte indignación en Carmen de Areco, donde el entrenador es conocido por su trabajo con jóvenes deportistas.
El video, que muestra a la víctima de espaldas y sin posibilidad de defensa, amplificó la sensación de brutalidad y traición. En los comentarios que recibió, muchos remarcaron lo mismo: la violencia no solo lo lastimó físicamente, sino que truncó, al menos por ahora, el sueño deportivo que venía construyendo desde hace años.
Mientras espera la operación y la evolución judicial del caso, Alexis intenta sostenerse con el apoyo de alumnos, colegas y vecinos. Su mensaje, más allá del dolor, apunta a lo que él considera el centro de todo: la necesidad de que se sepa la verdad detrás del golpe que le cambió la vida.
Mirá También

