A una semana de que Laura Leguizamon se haya quitado la vida luego de haber asesinado a su esposo y a sus hijos, rompió el silencio Nora, su hermana. Vale destacar que el triple crimen seguido de suicido por parte de su autora en Villa Crespo conmocionó a todo el país.
En diálogo con Telefe Noticias (Telefe) y sin mostrar su rostro, la mujer se refirió sobre los primeros indicios extraños que expresó su hermana y reveló cómo era realmente ella y su cuñado.
“Mi hermana era feliz, buena madre, buena amiga. Esto me partió al medio. Mi cuñado era una gran persona. Las dos familias estamos devastadas. Mi hermana siempre fue la que resolvía todo. Súper Laura. Y creo que esa exigencia le jugó en contra”, dijo con la voz entrecortada.

Sobre el trágico hecho, expresó: "Nadie puede entenderlo. Y lo más difícil es que todos confiábamos. Nunca pensamos que algo así pudiera pasar".
En tanto sobre las primeras alarmas que recibió por parte de su hermana, Nora explicó que se iniciaron en 2024: “Decía cosas que no tenían sentido. Empezó a desvariar y a tener pensamientos erráticos... que la iban a echar del trabajo, que iba a terminar presa. Cosas que nada que ver. Mi hermana hacía 30 años que trabajaba ahí. Mi cuñado hasta llamó a la empresa para verificar qué había pasado y no había ningún problema".
"A partir de eso, consultaron con un equipo de psiquiatras y Laura comenzó un tratamiento. Durante un año estuvo bien. Pensaron que había sido estrés. Pero semanas antes de Pascua, empezó a mostrar nuevamente síntomas, aunque de forma más leve. Adrián dijo que este último episodio lo podía controlar. Lo había minimizado. Nadie hacía preveer este tipo de reacción de Laura", dijo con sinceridad.

Sobre el estado de salud de su hermana, Nora reflexionó: “Estaba enferma, claramente. Pero era muy difícil que lo aceptara. Creo que ella misma minimizó la situación. Y cuando no podés más, la mente hace cosas que no se entienden".
Además, se refirió a las fuertes repercusiones que tuvo este dramático episodio en su vida: “Somos una familia muy querida en el barrio, vivimos ahí desde hace más de 50 años. Pero las reacciones de la gente duelen. Hay mucho juicio y poco entendimiento".
Para finalizar, expresó: “Me gustaría que esto sirva para prestar atención. Para que nadie más llegue a un lugar así. Porque yo tampoco pude ver la magnitud de lo que pasaba. Y eso me duele todos los días".


