La final de Miss Universo 2025, realizada en Tailandia, prometía ser una noche histórica. Y lo fue, pero por motivos que trascendieron ampliamente a la coronación de Fátima Bosch, representante de México.
Horas antes de que la joven recibiera la corona entre lágrimas, el certamen se vio envuelto en un episodio explosivo: la renuncia pública de uno de los jurados, quien aseguró que la competencia estaba “arreglada” para que la mexicana ganara, sin importar el desempeño del resto de las candidatas.
"Hubo mucha plata para que la representante mexicana fuera coronada como la mujer más bonita del mundo", fue la contundente denuncia que el jurado hizo en pleno vivo mientras abandonaba su lugar.
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La acusación detonó un escándalo internacional, reavivó los cuestionamientos sobre la transparencia del concurso y dejó en suspenso la legitimidad de uno de los espectáculos de belleza más vistos del planeta.
Si bien Fátima Bosch era una de las favoritas desde las rondas preliminares. Su presencia en escena, su solvencia en la entrevista con la prensa especializada y su despliegue en pasarela la habían posicionado entre las candidatas más fuertes. Sin embargo, también había rivales que despertaban enorme apoyo del público, como la representante de Costa de Marfil, muy celebrada en cada presentación.
Argentina también tenía una carta prometedora: Aldana Masset, de 25 años y exintegrante de Agapornis, quien tuvo un rendimiento destacado en traje de baño y se ganó la simpatía de los asistentes. Aunque no avanzó a las últimas instancias, su nombre sonó entre los comentarios que anticipaban una final reñida.
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El punto de quiebre llegó con Omar Harfouch, músico y empresario franco-libanés que integraba el panel oficial de jurados. Días antes de la votación definitiva, abandonó su puesto y recurrió a sus redes sociales para lanzar acusaciones contundentes.
Según su relato, la elección de Fátima Bosch estaba “pactada” y vinculada a intereses comerciales. Harfouch afirmó que el dueño de la organización, de nacionalidad mexicana, mantenía negocios con el padre de la concursante, y que tanto él como su hijo lo habrían presionado directamente para votar por Bosch.
"Miss México es una falsa ganadora porque el dueño de Miss Universo (que es mexicano) tiene negocios con el padre de Fátima Bosch. El dueño y su hijo en Dubái me instaron a votar por Fátima Bosch por puro negocio", así de contundente fue su posteo en las redes.
El jurado también denunció la existencia de un “panel improvisado” que habría seleccionado a las 30 finalistas sin la intervención de los ocho jueces designados, lo que —según él— representaba un quiebre gravísimo en la transparencia del proceso.
Tras confrontar al presidente de Miss Universo, Raúl Rocha, dijo haber decidido renunciar para “no ser parte de una farsa” y advirtió que analiza iniciar acciones legales por presuntos delitos como fraude, conflicto de intereses, abuso de poder y corrupción. Para completar el cuadro, mencionó que las presiones incluían conexiones con Emiratos Árabes.
"Yo, Omar Harfouch, miembro dimitido del Jurado Internacional de Miss Universo, deseo informar al público que he consultado oficialmente a uno de los principales bufetes de abogados de Nueva York para examinar la posible presentación de una denuncia formal ante la Fiscalía General contra la Organización de Miss Universe", comunicó el conocido pianista y compositor.
Cabe mencionar que, además de formar parte del panel oficial de jurados, Omar Harfouch fue el encargado de componer la canción oficial de esta edición del Miss Universo: Beauty Will Save the World (La belleza salvará el mundo).
Las repercusiones de las denuncias de "fraude" a horas de la coronación del Miss Universo 2025
La publicación encendió inmediatamente la polémica. Las acusaciones recorrieron medios y redes en cuestión de minutos, dejando a la organización en una situación defensiva y oscureciendo el triunfo de Bosch, quien quedó en el centro de un vendaval mediático sin haber salido aún del escenario.
Mientras tanto, el certamen intenta contener la crisis y la comunidad internacional de fanáticos exige una investigación independiente que determine si, efectivamente, hubo manipulación en los resultados.
Miss Universo 2025, una edición que prometía brillo y celebración, terminó convertida en uno de los capítulos más controversiales en la historia reciente del concurso. El reclamo del jurado renunciante, lejos de apagarse, amenaza con marcar un antes y un después en la forma en que estos certámenes deberán rendir cuentas sobre sus procesos internos.
