La denuncia por la millonaria estafa que sacudió a la ciudad de Eldorado, en Misiones, sigue ampliando su alcance. Mientras la Justicia avanza en la investigación contra Romina Enríquez, la madre que admitió haber perdido en el casino el dinero destinado a la fiesta de egresados de su hija, comenzaron a aparecer nuevos testimonios que indican que no se habría tratado de un hecho aislado.
Según relataron familiares de los alumnos damnificados, la mujer ya habría protagonizado situaciones similares en el pasado, aunque con montos menores que nunca llegaron a judicializarse. “Ella ya había estafado a muchas personas, pero como no eran montos tan grandes, nadie la denunció. Tuvo que pasarnos esto a nosotros para que sus antecedentes salieran a la luz”, aseguró Mónica, una de las tutoras y vocera de las familias afectadas, en diálogo con Red Ciudadana.
De acuerdo con su testimonio, Enríquez había sido designada como responsable del manejo del fondo común porque se presentaba como alguien con experiencia. “Tenía contactos con los servicios y en teoría ya tenía experiencia (con la organización de eventos). Lo que no sabíamos es que tenía experiencia en estafar a la gente también”, sostuvo la mujer, aún conmovida por lo ocurrido.
El escándalo estalló el mismo día previsto para la celebración, cuando los padres descubrieron que la mayoría de los servicios no estaban pagos. “Desde la escuela me llamaron porque los dueños del salón buscaban a los padres responsables: el evento estaba suspendido. Ahí me enteré de que esta señora nunca había pagado más que la seña”, relató Mónica.
Más tarde, la propia acusada reconoció que el dinero había sido gastado en apuestas. “La mayoría de los padres llegaba con lo justo a fin de mes y hacía un esfuerzo enorme para pagar. Hubo familias que hasta vendieron cosas para juntar la plata”, recordó.
Frente a la posibilidad concreta de que los egresados se quedaran sin su noche más esperada, las familias organizaron una respuesta de emergencia. Negociaron con los dueños del salón y rediseñaron la fiesta con un presupuesto mínimo. El catering original fue descartado y cada familia colaboró llevando comida. “Acordamos que todas las mesas tuvieran la misma cena: empanadas y pizza. La bebida se compró en el salón y así también pagamos seguridad y otros servicios”, explicó la vocera.
En ese contexto, el intendente de Eldorado, Rodrigo “Pipo” Durán, intervino como garante y se comprometió a cubrir la deuda en caso de que los padres no lograran reunir el dinero necesario.
Tras la presentación de la denuncia penal, otras personas comenzaron a acercarse para contar experiencias previas con la misma mujer. “No era esa suma de dinero, entonces la gente no hacía la denuncia. Acá somos muy pasivos, muy tranquilos”, señaló Mónica.
Ahora, más familias se presentaron ante la Policía con comprobantes para sumarse a la causa por administración fraudulenta, mientras la Justicia intenta determinar el verdadero alcance económico de la maniobra. Más allá del perjuicio material, el impacto emocional sigue siendo profundo.
“No es solo la plata, es todo lo que conlleva. Tengo un cansancio mental, físico y emocional impresionante. Lo único que pensamos fue en los chicos, porque una recepción no se repite y dejarlos sin eso era muy injusto”, cerró la vocera de los padres.
