El femicidio de Solange Sanabria Ventura, la joven de 25 años hallada asesinada en un departamento del centro de Pilar, continúa revelando detalles que estremecen a la comunidad. En las últimas horas trascendieron los chats de WhatsApp enviados por Oscar Benítez, su pareja y principal acusado, que intentó simular desconocimiento y preocupación mientras la víctima ya había sido asesinada.
Las conversaciones, difundidas por el medio local La Posta, muestran cómo el hombre respondía a los mensajes de una amiga de Solange con un tono distante, intentando sostener una coartada.
“Para mí es raro también, yo también quiero comunicarme con ella”, escribió, cuando en realidad la joven ya había sido atacada brutalmente.

En otra parte de la charla, Benítez aseguró que no sabía nada de la víctima desde “hace semanas” y hasta afirmó que se había contactado con la familia, algo que el propio padre de Solange desmintió.
La amiga que lo interpelaba le recordó que la joven había estado con él entre el 21 y el 23 de agosto. El acusado, en un intento de defenderse, contestó que ella “venía a visitarme seguido pero acá no se quedaba”.
Incluso, cuando la mujer sugirió pegar carteles o salir a buscarla por el barrio, Benítez respondió con frialdad: “Por acá hay un millón de cámaras, es poco probable”. Estas frases, ahora incorporadas a la causa, dejaron en evidencia un claro intento por desviar la investigación.
El hallazgo del cuerpo de Solange Sanabria
Solange había sido denunciada como desaparecida el 1° de septiembre por su familia. Diez días después, una vecina del edificio de Rivadavia al 757 alertó a la Policía por un fuerte olor que provenía de un departamento. En el lugar, los efectivos encontraron bolsas de basura con restos humanos envueltos en frazadas y atados con sogas.
La autopsia determinó que la joven murió por múltiples puñaladas y que el crimen se había producido entre cinco y siete días antes del hallazgo. El informe también reveló que la víctima sufrió golpes previos a la agresión mortal.

Tras el descubrimiento del cuerpo, la policía localizó a Benítez, quien intentó lastimarse con un serrucho. Fue trasladado al hospital bajo custodia y luego detenido. Poco después cayó Gonzalo Matías Lynch, de 21 años, acusado de haber ayudado a trasladar los restos de la víctima al departamento.
La fiscal María José Basiglio sostiene como principal hipótesis que el femicidio se desencadenó en medio de una discusión con su pareja, aunque aún no se descarta la participación de terceros.
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