Graciela Cerulli: «Detrás de cada trámite hay una historia familiar y una raíz compartida» – GENTE Online
 

Graciela Cerulli: "Detrás de cada trámite hay una historia familiar y una raíz compartida"

Abogada en Argentina e Italia, Graciela Cerulli lidera un estudio jurídico con sedes en Buenos Aires y Milán, especializado en derecho internacional privado. Con más de dos décadas de experiencia, su enfoque combina rigor técnico, mirada humanista y profundo conocimiento intercultural.
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El Estudio Cerulli Arena se ha consolidado como una referencia indiscutida en materia de derecho internacional privado, gracias a una práctica sostenida entre Europa y América Latina. Dirigido por la Dra. Graciela Cerulli, el estudio brinda asesoramiento en casos complejos que involucran conflictos de jurisdicción, ciudadanía, residencia, familia, herencias y contrataciones transnacionales.

Con oficinas en Buenos Aires y Milán, el Estudio Cerulli Arena opera bajo una lógica de doble pertenencia legal y cultural, prestando servicios tanto a ciudadanos italianos con intereses en Argentina como a argentinos con vínculos jurídicos en Italia o en otros países europeos. En una charla con Gente, la abogada analizó los desafíos actuales del derecho internacional privado y comparte su visión sobre el rol de los abogados en un mundo globalizado.

Siempre para estos tramites es clave tener un buen asesoramiento legal.

¿Cómo comenzaste a trabajar en el mundo de las ciudadanías italianas?

El Estudio Arena fue fundado a comienzos de los años '70 por mi madre, la Dra. Rosa Arena, junto con mi tía, María Antonia Arena. Desde sus inicios, el Estudio no se dedicó exclusivamente a los trámites de reconocimiento de la ciudadanía italiana, sino que se especializó en Derecho Internacional Privado, un campo que ha definido nuestra identidad profesional.

Nací y crecí inmersa en este entorno. Desde muy pequeña estuve rodeada de italianos que necesitaban presentar documentos en el Consulado, gestionar sucesiones en Italia o resolver cuestiones relacionadas con pensiones italianas. Acompañaba a mi madre a Italia con frecuencia, y esos viajes marcaron profundamente mi vida y mi vocación.

Después de terminar el colegio, me mudé a Italia para estudiar Filosofía. Al mismo tiempo, comencé a trabajar en la sede del Estudio en Milán. Fue en ese contexto que descubrí que mi verdadera vocación era el Derecho Internacional: poder ayudar a las personas de manera concreta, encontrar soluciones reales a sus problemas, es algo que me llena profundamente.

Volví a Buenos Aires y me inscribí en la Facultad de Derecho de la UCA. Mientras estudiaba, continué trabajando en el Estudio junto a mi madre. Al recibirme, comencé a vivir entre Italia y Argentina. Desde 2005 dirijo el Estudio, que hoy lleva el nombre de Studio Cerulli Arena, en honor a su evolución y al legado familiar que continúa inspirando nuestro trabajo.

¿Cuál fue tu motivación para especializarte en este tipo de trámites?

El tema del reconocimiento de la  ciudadanía italiana me resulta fascinante porque, aunque a simple vista todos los casos parecen similares, en realidad cada uno es único. Detrás de cada trámite hay una historia familiar, una raíz compartida y los sueños de los descendientes de un italiano que emigró en busca de un futuro mejor. Son historias de sacrificio, esperanza y tradiciones que atraviesan generaciones. Para muchos, obtener la ciudadanía no es solo un trámite legal: es cerrar un círculo, reconectar con las raíces, reivindicar una identidad.

Lo que más disfruto de este trabajo es cuando, después de mucho esfuerzo, recibo la foto de mis clientes con el pasaporte italiano en la mano, felices. Ese momento simboliza el reconocimiento de un derecho fundamental que les pertenece desde su nacimiento, pero que, por cuestiones burocráticas, cada vez se vuelve más difícil de ejercer. Poder acompañarlos en ese camino y lograrlo juntos es, para mí, una enorme satisfacción.

El proceso de Visa puede ser largo y tedioso, pero siempre termina siendo una gran satisfacción cuando sale.

¿Cuántos años lleva funcionando tu estudio y cómo ha evolucionado desde sus comienzos?

Nuestro Estudio en Buenos Aires fue fundado a principios de los años ’70, en un contexto en el que la comunidad italiana en Argentina era —y sigue siendo— muy numerosa. Muchas personas habían emigrado dejando bienes en Italia, por lo que comenzamos trabajando principalmente en sucesiones y pensiones. Con el tiempo, y de forma natural, empezamos a armar la documentación necesaria para la  presentación de la documentación para el reconocimiento de la ciudadanía en los consulados italianos. En la década del ’80 se abrió la sede en Milán, lo que nos permitió ofrecer un acompañamiento más directo y ágil tanto en Italia como en Argentina.

Cuando me mudé a Italia y me inscribí como abogada en Milán, en 2014, comenzamos a especializarnos en los juicios por vía materna, que buscan corregir una antigua discriminación legal. En 2018, ampliamos nuestros servicios con los juicios por falta de turno consular, una necesidad creciente debido a la saturación de los consulados. Y actualmente, en el marco de la Ley 74/2025, también estamos trabajando en juicios por inconstitucionalidad. La evolución del Estudio ha sido siempre fiel a un principio: garantizar que los derechos de los italianos nacidos en el exterior sean reconocidos y respetados, más allá de las barreras burocráticas.

¿Qué distingue a tu estudio de otros que ofrecen el mismo servicio?

Lo que realmente distingue a nuestro Estudio es la atención personalizada y directa. Los clientes pueden dialogar conmigo, que soy la responsable del Estudio y también la abogada que los representa en el juicio. No tercerizamos el trabajo ni delegamos funciones claves: yo misma me ocupo de cada caso, los escucho, los acompaño y los represento.

Nuestro Estudio ofrece un servicio integral: desde la recolección y preparación de la documentación en Buenos Aires, hasta el proceso judicial en Italia. Los clientes tienen siempre acceso a alguien de nuestro equipo que conoce su caso en profundidad, ya sea en Argentina o en Italia, y si surge alguna situación particular, pueden hablar directamente conmigo para encontrar una solución. Un aspecto fundamental de nuestra metodología es la comunicación constante entre nuestras dos sedes. Si en Buenos Aires hay una duda sobre una carpeta o un juicio en curso, lo analizamos juntos con el equipo, evaluamos la viabilidad y tomamos decisiones de manera coordinada. Esa cercanía, tanto con los clientes como dentro del equipo, es uno de nuestros mayores valores.

¿Qué tipo de servicios ofrecen exactamente? ¿Acompañan todo el proceso?

En materia de ciudadanías italianas, nuestro Estudio ofrece un servicio integral que abarca todas las etapas del trámite. Comenzamos con la búsqueda de partidas italianas, y continuamos con la preparación completa de la documentación: apostillas, legalizaciones, traducciones certificadas, confección de poderes y autorizaciones específicas que requiere cada tipo de presentación.

Nos ocupamos de todo el proceso, tanto administrativo como judicial, según las necesidades del caso. Nuestro enfoque es que el cliente pueda delegar con total confianza, sabiendo que estamos gestionando cada aspecto con seriedad, profesionalismo y compromiso.

Acompañamos a nuestros clientes desde el primer contacto hasta la obtención final de la ciudadanía. En general, requerimos muy poca intervención de su parte: solo en casos puntuales —cuando surge algún obstáculo o el trámite debe reorientarse— solicitamos colaboración o información adicional. Nuestra misión es facilitar y simplificar un proceso que suele ser complejo, para que cada cliente pueda obtener su ciudadanía sin cargar con el peso de la burocracia.

El sueño de todas las personas es poder conectar con sus raíces.

¿Cómo es el paso a paso para obtener la ciudadanía italiana con ustedes?

El cliente genera un primer contacto que puede darse directamente conmigo o con alguna de las personas encargadas de Atención al Cliente en nuestra sede de Buenos Aires. En esa instancia inicial, brindamos al cliente una explicación clara de los lineamientos básicos del trámite, según su caso particular.

Una vez que el cliente decide avanzar, nos envía la documentación que tenga disponible para que comencemos a trabajar. A partir de allí, preparamos todo lo necesario para una eventual presentación judicial en Italia, reclamando el reconocimiento de la ciudadanía italiana, que no es una concesión, sino un derecho originario que corresponde desde el nacimiento, aunque muchas veces deba ser ejercido judicialmente debido a trabas burocráticas o legales.

Siempre alentamos al cliente a que se sienta seguro y convencido del camino que está por emprender. Si tiene dudas o necesita más información, lo invitamos a consultar sin compromiso. Estamos para acompañarlo, orientarlo y responder todas sus preguntas antes, durante y después del proceso.

¿Cuál ha sido el caso más desafiante que te tocó resolver y cómo lo lograste?

En los trámites de ciudadanía, uno de los mayores desafíos suele ser identificar con precisión el lugar y la fecha de nacimiento del antepasado italiano. Muchas veces, dentro de una misma familia hay más de un posible ascendiente nacido en Italia, y no siempre se cuenta con datos concretos. Eso puede volver la búsqueda larga y compleja.

Tuvimos un caso realmente extremo: durante varios años intentamos dar con la partida de nacimiento del italiano en cuestión, sin éxito. Fue frustrante porque habíamos agotado todas las vías conocidas. Pero gracias a la perseverancia del equipo y al hábito que tenemos de revisar los casos con una mirada fresca, en una de esas revisiones analizamos nuevamente todo el árbol genealógico… y descubrimos una línea alternativa que hasta entonces había pasado inadvertida. Finalmente, por esa nueva vía, logramos ubicar la partida. Fue, sin dudas, el caso más largo, desafiante y gratificante que hemos tenido. Demostró que a veces se necesita mucho más que conocimiento técnico: hace falta tiempo, paciencia y sobre todo, compromiso real con la historia de cada familia.

Milán, Italia.

¿Qué errores suelen cometer las personas cuando quieren iniciar el trámite por su cuenta?

El error más común que vemos en quienes intentan iniciar el trámite por su cuenta es que la documentación suele contener errores, ya sea en los nombres, fechas, lugares de nacimiento, o incluso en la forma en que los documentos fueron legalizados o apostillados.

En algunos casos, esos errores pueden corregirse o los documentos pueden reutilizarse con ciertos ajustes. Pero otras veces es necesario repetir todo el trámite documental, lo que implica más tiempo, más gastos y, sobre todo, mucha frustración para la persona que había avanzado por su cuenta.

Es importante saber que tanto las comunas en Italia, como los juzgados y consulados, son muy exigentes en cuanto a las formalidades. Un solo error en un documento puede frenar por completo el proceso de inscripción o reconocimiento de la ciudadanía.

Por eso, siempre recomendamos hacer una revisión profesional antes de presentar cualquier papel. Evitar errores desde el inicio puede marcar la diferencia entre un trámite fluido y uno que se prolongue innecesariamente.

¿Qué consejos le darías a alguien que está empezando a averiguar si puede obtener la ciudadanía?

Lo primero que le diría es que se asesore bien y que pregunte todo lo que necesite para sentirse seguro y convencido del proceso que va a iniciar. La ciudadanía italiana es un derecho, pero el camino para ejercerlo puede ser complejo, y no todos los casos son iguales. Es muy importante elegir con cuidado al profesional o Estudio que va a llevar adelante el trámite. Hay muchos gestores que tercerizan los juicios, y el cliente nunca llega a hablar con el abogado que realmente lo representa. También existen quienes, lamentablemente, se aprovechan del desconocimiento que suele haber en torno a este tipo de procedimientos.

Mi consejo es que el cliente busque un Estudio que le genere confianza, que le brinde información clara y transparente, y con el que se sienta cómodo desde el principio. Este es un proceso que puede llevar tiempo, tanto en la recolección de documentación como en la instancia judicial, y es fundamental sentir que el equipo que te representa está comprometido con tu caso y va a hacer todo lo posible para lograr un buen resultado. Cuando hay una buena relación y comunicación con el Estudio, el trámite —aunque sea largo— se vuelve mucho más llevadero.

Buenos Aires, Argentina.

¿Cómo ves el futuro de los trámites de ciudadanía italiana? ¿Creés que habrá más demanda en los próximos años?

Creemos que en los próximos años habrá un incremento significativo en los casos judiciales, especialmente como consecuencia de la entrada en vigencia de la Ley 74/2025, que a nuestro entender es inconstitucional. Esta ley, al tener carácter retroactivo, restringe un derecho constitucional que muchas personas ya tenían desde su nacimiento: el de ser reconocidas como ciudadanos italianos.

Ya estamos presentando demandas por inconstitucionalidad en nombre de quienes quedaron excluidos por esta nueva normativa, así como juicios por falta de turno, que afectan incluso a quienes sí cumplen con los requisitos, pero no logran obtener un turno en el Consulado —o ante nuevo organismo italiano que eventualmente lo reemplace— para ejercer su derecho.

Además, para quienes aún pueden acceder al trámite administrativo, prevemos que persistirán (o incluso empeorarán) las demoras y obstáculos burocráticos. Por eso, es probable que muchas personas terminen optando por la vía judicial como única alternativa viable para obtener el reconocimiento de su ciudadanía. El desafío ahora es garantizar que estos derechos sigan siendo respetados, y que las modificaciones legales no se conviertan en barreras injustas para quienes legítimamente desean reconectarse con sus raíces italianas.



 
 

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