Una madrugada trágica sacudió a la comunidad de Arturo Seguí, en la periferia de La Plata. Allí, entre campos y plantaciones, la vida de Valentino, un nene de apenas 2 años, terminó de la manera más dolorosa. El menor era hijo de una familia de quinteros bolivianos que vive en la zona. Su historia, marcada por el esfuerzo de sus padres y el trabajo en el campo, se convirtió este lunes en una pesadilla.
Todo comenzó la noche del domingo, cuando Valentino jugaba en un terreno cercano a su casa, acompañado por sus hermanos mayores, de 12 y 14 años. Según consta en la denuncia que realizó su mamá, el pequeño estaba al cuidado de su abuela en ese momento. En un descuido, el menor se alejó y desapareció. En cuestión de minutos, la calma rural se convirtió en desesperación.
Los familiares, angustiados, comenzaron una búsqueda por los alrededores. A la madrugada, ya con la denuncia asentada, efectivos de la Comisaría 7° de Abasto montaron un operativo de rastrillaje. La zona era amplia, sembrada en parte por varias hortalizas. Finalmente, durante la madrugada, llegó la peor noticia: a unos 150 metros de la casa familiar, en medio de una plantación de berenjenas, fue hallado el cuerpo sin vida del pequeño.
El panorama era desgarrador. Valentino estaba desnudo, y sus ropas —incluido su pañal— aparecieron esparcidas en distintos puntos del terreno. El cadáver presentaba múltiples mordeduras. Según las primeras pericias, podrían haber sido provocadas por perros. Las hipótesis se centraron de inmediato en un vecino de la familia, quien fue imputado en la causa.
De acuerdo con fuentes del caso, el hombre es dueño de al menos cuatro perros, entre ellos un pitbull. Por orden del fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta, titular de la UFI N°16 de La Plata, se dispuso el secuestro de los animales y la extracción de muestras para pruebas de ADN, con el objetivo de determinar si fueron los causantes del ataque.
Según trascendió, la escena fue muy difícil de afrontar. En tanto los investigadores creen que el cuerpo de Valentino fue arrastrado unos 50 metros por los animales.
La causa quedó caratulada como averiguación de causales de muerte, con intervención también del Juzgado de Garantías N°6, a cargo del juez Agustín Crispo. En paralelo, se ordenó la realización urgente de la autopsia, que será clave para determinar si Valentino murió por las mordeduras o si hubo otros factores que contribuyeron al trágico desenlace.
Vale aclarar que la Policía Científica aún no determinó la lesión que causó la muerte del nene, dato que se determinará a través de la autopsia.
Mientras la investigación avanza, el dolor atraviesa a toda la comunidad. La familia, de origen boliviano, trabaja desde hace años en el cultivo de hortalizas.
La tragedia encendió también un nuevo debate en la zona sobre la tenencia de perros potencialmente peligrosos y la falta de control en áreas rurales. Pero, por ahora, todo se resume en una sola palabra: dolor.
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