La comunidad de Villa Rumipal continúa conmocionada tras el hallazgo del cuerpo de una joven de 22 años escondido debajo de una cama en una vivienda del barrio El Torreón.
El descubrimiento ocurrió el sábado por la noche, luego de que vecinos alertaran por su ausencia prolongada y por olores nauseabundos que salían de la casa. La fiscalía de Río Tercero, a cargo de Paula Bruera, investiga el caso bajo la carátula de muerte de etiología dudosa.
Según confirmaron fuentes policiales, los efectivos acudieron al domicilio ubicado en calles 5 y 6 alrededor de las 21. Al llegar, entrevistaron a la madre de la víctima, una mujer de 64 años, quien aseguró que su hija “estaba recostada en la cama”.
Sin embargo, al ingresar a la habitación, los agentes quedaron paralizados: el cuerpo semidesnudo de la joven estaba debajo de la cama, en un avanzado estado de descomposición.
La zona fue inmediatamente acordonada y se convocó a la Policía Judicial y a los Bomberos Voluntarios, quienes trabajaron junto a la Departamental Calamuchita.
Las primeras estimaciones indicaron que la joven llevaba entre cinco y seis días fallecida, algo que coincide con los testimonios de vecinos que no la veían desde hacía casi una semana.
La madre quedó detenida por disposición de la fiscal Bruera y será sometida a pericias psicológicas, ya que existen sospechas de que podría presentar un cuadro psiquiátrico. Al momento del hallazgo, la mujer no estaba en el domicilio. Horas más tarde, fue trasladada y quedó a disposición de la Justicia.
Los primeros resultados de la autopsia indicaron que la joven —que habría tenido alguna discapacidad, según fuentes del caso— murió por un paro cardiorrespiratorio. No obstante, la investigación continúa abierta y las autoridades aguardan los informes completos para definir si hubo o no intervención de terceros.
El caso derivó en múltiples líneas de pesquisa. La fiscalía avanza con la toma de declaraciones a familiares y allegados para reconstruir los últimos días de la víctima y determinar qué ocurrió dentro de la vivienda. En paralelo, se analizan peritajes ambientales, los objetos de la habitación y el estado de salud mental de la madre, considerada por el momento la principal sospechosa.
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