La desaparición de Pedro Alberto Kreder (79) y Juana Inés Morales (69) se convirtió en uno de los enigmas más dolorosos de la Patagonia. La pareja de jubilados fue vista por última vez el 11 de octubre, cuando salió de Comodoro Rivadavia rumbo a Camarones en la camioneta 4x4 de él. Nunca llegaron. Y desde entonces, la búsqueda se extendió por terrenos inhóspitos, zonas protegidas, acantilados, playas desiertas y caminos de difícil acceso.
Días después de la desaparición, la camioneta apareció encajada en un lodazal cerca de Playa Visser, dentro del área natural Rocas Coloradas. Un paisaje imponente pero extremadamente complicado para las tareas de rescate. Alrededor del vehículo no había huellas claras ni rastros que permitieran saber qué camino habían tomado. A partir de ese momento, comenzó un operativo que ya superó los protocolos oficiales y que involucró a policías, bomberos, geólogos, científicos y especialistas de distintas áreas.
Con el correr de las semanas, la hipótesis que más fuerza tomó fue la más dramática: que los jubilados hubieran sido arrastrados por el mar. Un escenario que las condiciones del lugar –mareas fuertes, barrancos, zonas pantanosas y la cercanía del océano– no descartaban.
En las últimas horas, la investigación dio un giro inesperado. Apareció un cuerpo en la costa de Santa Cruz y los investigadores analizaban si podría tratarse de alguno de los dos desaparecidos. Ante la consulta de la prensa, el ministro de Seguridad y Justicia de Chubut, Héctor Iturrioz, confirmó la información.
“Tenemos muy buena relación con mi par de Santa Cruz, la comunicación es constante. Cada persona que aparezca en estas circunstancias va a ser analizada para ver si puede ser Pedro o Juana. Mi tesitura es que se los tragó el mar”, afirmó el funcionario en una rueda de prensa este jueves, sin rodeos.
La frase golpeó fuerte en la región. Para Iturrioz, la zona donde se encontró la camioneta y el tipo de terreno que descubrieron en los rastrillajes refuerzan esa teoría. Aun así, aclaró que, hasta que se conozcan los resultados de la autopsia y del cotejo de ADN, ninguna hipótesis está cerrada.
El ministro también repasó el nivel de trabajo que se sigue desplegando a más de un mes del inicio de la búsqueda. Explicó que se realizan recorridos por zonas costeras y sectores de acceso complejo: “Se trabaja con cuatriciclos, vehículos 4×4 y drones en áreas donde el ingreso es muy complicado”.
Además, destacó la colaboración de diversas instituciones. “En las zonas protegidas y áreas privadas tenemos la colaboración de Fauna, gente del Conicet y otras instituciones. Todos están aportando una parte del trabajo, y solo tengo palabras de agradecimiento”, dijo el ministro.
Iturrioz también reconoció que el operativo se desarrolla “fuera de los protocolos habituales”. “Estamos todos fuera de protocolo, porque los protocolos determinan un máximo de 15 días. Pero yo necesito encontrarlos, aunque sea los cadáveres. Es duro decirlo, pero es necesario para saber la causal de muerte y, si hubo intervención de terceros, identificar a los responsables”, señaló, dejando en claro la necesidad de dar una respuesta concreta después de semanas de incertidumbre.
Qué se sabe del cadáver que apareció en la costa de Santa Cruz
En paralelo, fuentes de la investigación confirmaron que el cuerpo hallado en Santa Cruz fue trasladado para su estudio. Los análisis forenses y el perfil genético serán claves para identificar si pertenece a Pedro o a Juana. La confirmación podría significar el primer avance concreto en una causa que se convirtió en un enorme rompecabezas geográfico y humano.
Sobre el hallazgo, el periodista Paulo Kablan explicó en A la Barbarossa (Telefe): “Los restos humanos aparecieron en la playa, pero ya en la provincia de Santa Cruz, más al sur. La verdad es que no se sabe si corresponde a alguno de los jubilados desaparecidos, eso lo va a determinar un cotejo ADN, un perfil genético. También hay que ver las corrientes marítimas… Es un enorme misterio”.
Por ahora, la incertidumbre sigue reinando. Pero, por primera vez en semanas, la aparición de un cuerpo abrió la posibilidad de una respuesta. Una que, aunque trágica, podría comenzar a cerrar una herida que mantiene en tensión a toda la Patagonia.
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