Llegó el día en que la dulce pero firme voz de Julieta Prandi (44) finalmente se escuchó. Hoy, 13 de agosto de 2025, el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Zárate-Campana condenó a 19 años de prisión, con detención inmediata, a Claudio Contardi, su exmarido, tras declararlo "culpable" (una palabra con la que la modelo soñó en reiteradas oportunidades).

El corazón del reclamo: detalles del infierno que reveló Prandi
Desde 2021 que Julieta Prandi lleva adelante una denuncia contra Contardi en la que lo acusa de abuso sexual reiterado, violencia psicológica, violencia económica y amenazas graves. Pero fue durante el juicio cuando relató en primera persona -con palabras cargadas de dolor- lo que había atravesado durante varios años.
Prandi contó que los abusos comenzaron en 2015, después del nacimiento de su segundo hijo, y que concluyeron en marzo de 2018, luego de haberse mudado a Martínez. “Yo era su esposa y lo tenía que hacer. Mientras dormía, me agarraba del cuello, se ponía por detrás, abusaba de mí, y cuando acababa, salía… Cada vez que lo recuerdo me dan ganas de vomitar. No fue una sola vez, sino infinidad de veces”, declaró con la voz quebrada y relató que esto no sucedió solo un par de veces, sino "infinitas".
Además detalló cómo este hombre controlaba cada aspecto de su vida cotidiana y la mantenía aislada de familiares y amigos, “prácticamente secuestrada”. Al respecto, confesó que le congelaba el celular, que le robaba documentos y hasta la obligaba a cambiar de números: “Las amenazas eran tan fuertes... ‘Vos no vas a cumplir más años, vas a recibir una corona’”, llegó a declarar que le dijo.

La fiscalía y la querella aseguraron que este control se extendía también a sus ingresos. Fue la misma Julieta quien luego de su separación reveló en una entrevista que “él se quedó con la casa de Escobar, me dejó sola, sin cuota, sin trabajo... no sabía cómo alimentar a mis hijos”.
Sus hijos -por supuesto- también sufrieron el impacto. Contó que el mayor entendía más de lo que podía permitirle, y que vivía con nervios y ansiedad tras enterarse de todo por la prensa; mientras que al más chico intentó protegerlo, aunque sentía que los daños se extendían más allá de lo visible.
“Vivir con miedo no es vida -aseguró-. Yo estoy en mi casa con botón antipánico y con custodia. Me siento en cautiverio emocional. Las víctimas padecemos un calvario para ser escuchadas y en el camino o nos matan o abandonamos la lucha… es demasiado humillante el trayecto”, había dicho en una oportunidad antes de que la Justicia finalmente la escuchara.
Su propia psicóloga, Flavia Crupi, lo resumió así: “Lo que vivió fue inenarrable, escalofriante”. Y tanto la pericia psicológica y el testimonio de la especialista reforzaron que Julieta fue víctima de un proceso de abuso prolongado y sistemático, sin indicios de falsedad en su relato.

¿Fue una sentencia ejemplar?
Ante los medios y en tribunales, la modelo y conductora compartió que no se trataba solo de su caso, sino de enviar un mensaje: “Quiero una condena ejemplar, de 20 años o más. Lo que yo viví no puede quedar impune, y que esto ayude a que otras mujeres también tengan paz y justicia”.
La querella había solicitado una pena de 50 años, mientras que la fiscalía pidió un máximo de 20 años. ¿El resultado? Una condena de 19 años de prisión efectiva.
"¿Podría ser más?", preguntó Prandi frente a las cámaras y respondió: "Sí, podría ser de por vida. Son 19 años y son casi el infierno que yo viví, que fueron 20. Lo importante es que hoy la Justicia actuó".
La denuncia incluyó varios ejes agravantes:
- Abuso sexual con acceso carnal reiterado.
- Violencia psicológica y control coercitivo.
- Violencia económica, con retención de ingresos y propiedades.
- Amenazas graves
Se hizo justicia
Si bien la defensa de Contardi negó todo (alegó que siempre hubo consentimiento, que su cliente fue víctima de una campaña mediática y que los testimonios de los allegados de Prandi eran cuestionables), el Tribunal Oral N°2 de Zárate-Campana emitió una condena de 19 años de prisión efectiva para Claudio Contardi y ordenó su detención inmediata.

Se reconoce en la sentencia no solo los abusos físicos, sino el daño psicológico y la constancia del hostigamiento, tal como lo describió Julieta en cada una de sus intervenciones ante la Justicia.
La fuerza de su testimonio -doloroso, preciso, sostenido- fue el eje central de una causa que tras años de lucha finalmente encontró un desenlace judicial contundente. Tanto, que Contardi salió esposado de la sala. ¿Qué dijo ella? “Hoy volví a nacer”.

Fotos: RS Fotos
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