A más de 23 años de la desaparición de Marita Verón, una nueva pista surgida en Paraguay volvió a poner el caso en el centro de la escena. Susana Trimarco, madre de la joven tucumana secuestrada en 2002 por una red de trata, confirmó que viajará la próxima semana al país vecino para verificar si una mujer hallada recientemente podría ser su hija.
La noticia se conoció tras la difusión de una foto que impactó a Trimarco por las similitudes físicas con Marita. La imagen llegó desde Asunción, donde vecinos habían alertado sobre una mujer en situación de calle que presentaba rasgos coincidentes con los de la joven desaparecida. Según relató la activista en diálogo con C5N, la mujer se hacía llamar “Eva”, aseguraba ser argentina y madre de una hija, y vivía en condiciones extremas, alimentándose de la basura.
El dato movilizó a Trimarco, quien lleva más de dos décadas buscando a su hija y encabezando la lucha contra la trata de personas. “Yo me voy a ir, quiero ver y que me digan si era ella y estaba viva, y ahora que me digan ‘no, que está muerta’”, expresó con crudeza en la entrevista televisiva.
Sin embargo, la situación cambió drásticamente en las últimas horas: las autoridades paraguayas confirmaron que la mujer falleció por un cuadro de desnutrición agravado y problemas de salud mental. Fue sepultada bajo una lápida común, pero se conoce la ubicación del cuerpo y se espera que en los próximos días se realicen las pericias genéticas y el cotejo de huellas digitales.
El viaje y las pericias
Trimarco explicó que ya inició los trámites para viajar acompañada por un equipo de autoridades argentinas y que se enviaron los pedidos de colaboración internacional. “Vamos a seguir hasta las últimas consecuencias”, aseguró. El objetivo es participar del proceso de identificación y confirmar si la mujer encontrada era Marita.
En la entrevista, la madre de la joven detalló que, al ver las imágenes, notó similitudes en la forma de la quijada, la ceja y la expresión del rostro. También aportó datos clave para la investigación: “Me preguntaron si tenía operaciones. Les dije el tumor, la cesárea, que no tenía tatuajes, el lunar y que medía 1,75 descalza”.
Un caso que marcó a la Argentina
María de los Ángeles “Marita” Verón desapareció el 3 de abril de 2002, cuando tenía 23 años, en San Miguel de Tucumán. Fue secuestrada por una red vinculada al clan Ale, dedicada a la explotación sexual. El caso generó conmoción nacional y derivó en un juicio histórico en 2012, que concluyó con la condena de 10 personas tras la intervención de la Corte Suprema provincial.
Desde entonces, Trimarco se convirtió en un símbolo de la lucha contra la trata. A través de la Fundación María de los Ángeles, logró rescatar a cientos de mujeres y sigue reclamando justicia por su hija. Esta nueva pista, aunque dolorosa, podría acercarla a una respuesta definitiva.
“Para mí es muy difícil, pero si es mi hija, quiero que tenga paz”, concluyó Trimarco, quien espera que las pericias confirmen la verdad detrás de la foto que volvió a encender la esperanza.
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