La situación procesal de Claudio Contardi sumó este viernes un revés clave a días de haber recibido una condena a 19 años de prisión. La Cámara de Apelaciones y Garantías de Zárate-Campana rechazó el hábeas corpus que presentó su nuevo abogado, Fernando Sicilia, con el que buscaba la libertad o, en su defecto, la prisión domiciliaria. Con esta resolución, el ex marido de Julieta Prandi continuará detenido en la Alcaidía N.º 3 de Melchor Romero, en La Plata.
El planteo defensivo se presentó pocas horas después del fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 2 de Campana, que condenó a Contardi por abuso sexual agravado contra su ex pareja y madre de dos de sus hijos. La estrategia apuntaba a morigerar el encierro mientras se define el calendario de impugnaciones. Sin embargo, los camaristas cerraron esa vía de forma taxativa.
En su resolución, los jueces señalaron que no puede sostenerse que la orden sea ilegal ni que resulte manifiestamente arbitraria, y subrayaron que aún está vigente el plazo para impugnar la sentencia. Es decir, la defensa conserva la posibilidad de recurrir por las vías ordinarias (como la casación), pero no mediante un remedio excepcional como el hábeas corpus, pensado para detenciones ilegítimas o irregularidades manifiestas en la privación de la libertad.
El hábeas corpus es un instrumento constitucional que procede cuando existe una restricción a la libertad ambulatoria ilegal o arbitraria. La Cámara entendió que no se verifican esas condiciones en el caso Contardi: hay una condena dictada por un tribunal oral y una detención fundada en esa sentencia, que además puede ser revisada por instancias superiores. En ese marco, el mantenimiento de la detención no vulnera garantías ni derechos fundamentales.
El fallo implica, en los hechos, que Contardi permanecerá bajo custodia mientras su defensa define los próximos pasos procesales. La resolución no revisa el fondo del veredicto ni la pena impuesta; se limita a evaluar el encuadre jurídico de la privación de la libertad tras la condena. Aun así, su impacto político-judicial es significativo: envía una señal de rigor en la ejecución de decisiones en causas de violencia de género y delitos sexuales, donde la expectativa social y el reclamo de protección a la víctima son especialmente altos.
Por su parte, el cambio de defensa —con la llegada de Sicilia— no alteró el cuadro en el corto plazo. El letrado había solicitado que su representado atravesara el tramo de impugnaciones en libertad o en su domicilio, pero la Cámara fue clara: no hay razones jurídicas que justifiquen una medida menos gravosa en este momento.
Con el hábeas corpus rechazado, la atención se desplaza ahora a los recursos contra la sentencia que la defensa pueda presentar dentro de los plazos legales. Hasta que esas instancias se active y, eventualmente, algún tribunal disponga otro criterio, Contardi seguirá detenido en Melchor Romero. La decisión de la Cámara, por lo pronto, reafirma la vigencia del fallo condenatorio dictado esta semana y complica el intento del ex empresario gastronómico de morigerar su situación procesal.
