Marzo de 1995. Argentina se encaminaba a la reelección de Carlos Saúl Menem (1930-2021) como presidente de la Nación. Sin embargo, la mañana del 15 de marzo, a las 11:44, el país se paralizó: un helicóptero rojo y blanco Bell Jet Ranger III se desplomaba en las cercanías de Ramallo, 220 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
El hijo mayor del presidente y de Zulema Yoma, Carlos Menem Junior, de 26 años, y su íntimo amigo, el reconocido corredor de autos Silvio Oltra –padre de la modelo Carolina Oltra– iban a bordo. Oltra murió en el acto a causa del impacto. Carlitos sería trasladado al Hospital de San Nicolás, donde fallecería horas después.
Treinta años más tarde, con la comentada serie Menem (Amazon Prime Video), la tragedia vuelve a estar en boca de todos, reviviendo la pregunta que jamás obtuvo una respuesta certera: ¿fue un accidente o un asesinato?. GENTE revisita los hechos desde su archivo y desentraña las claves de un enigma que aún persiste.

Carlitos Menem Jr.: el joven piloto y la sombra del poder
Carlos Facundo Menem Yoma, conocido como Carlos Menem Junior, hijo mayor del expresidente Carlos Saúl Menem y Zulema Yoma, nació el 23 de noviembre de 1968. Aunque creció expuesto al poder, su verdadera pasión era el automovilismo. Siguió su instinto y en 1987 inició su carrera como piloto de rally, a la par que representó a Argentina en competencias nacionales e internacionales.

Pese a su deseo de mantenerse al margen de la política, su vida estuvo inevitablemente ligada a su apellido. Su padre lo incorporó "ad honorem" a la Casa Rosada junto a su secretario privado, Ramón Hernández. Fue en este período que, según su madre, Carlitos le confió haber observado "hechos tremendos" en el círculo íntimo del presidente.
Tanto es así que le dijo que no le gustaba el entorno y que se sentía preocupado porque siguieran todos sus pasos. Estas revelaciones serían la piedra angular de la incansable lucha de Zulema por la verdad.

La mañana fatídica: un vuelo hacia Rosario y múltiples dudas
Aquel 15 de marzo de 1995, el helicóptero, propiedad de su tío Emir Yoma, sobrevolaba apenas a unos 15 metros de altura, a pesar de poder alcanzar una altitud de casi tres mil metros. Volaban sobre la ruta 9 hacia Rosario. La versión oficial indicó que la aeronave se enredó con cables de alta tensión, se desestabilizó y cayó de punta sobre un maizal, a unos cuarenta metros de la ruta.

Se especuló que Carlitos podría haber estado improvisando un juego peligroso, pasando por encima y por debajo de las torres del cableado eléctrico. Además, la nave contaba con un sistema de seguridad para cortar cables que, por alguna razón, no fue accionado.
Carlos Menem Junior llegó al Hospital de San Nicolás en un coma grado 3 y, a pesar de las severas maniobras de resucitación y de haber soportado dos paros cardíacos, falleció. La noticia conmocionó al país y sumió a la familia Menem en un profundo dolor.

Tiempo después, la “bruja de Menem”, Azucena Agüero Blanch, aseguraría haber “prevenido” la trágica muerte de Carlos Menem Jr. "Tres meses antes de que falleciera Carlitos, vi a una persona –no puedo revelar quién, sostuvo– del círculo familiar de Carlos Menem que vino a consultarme diversos temas, y en las cartas salió esta muerte. Le advertí que pusiera en aviso al presidente", reveló.
En su relato en que retomó aquella premonición, la astróloga continuaba: "En las noches que siguieron a ese día soñé con un avión cayendo. Incluso, si rastrean en los diarios mendocinos, pronostiqué que habría un atentado. No veía claramente contra quién, pero tenía que ver con Carlos Menem. Siempre lo dije y lo seguiré afirmando: Carlitos Jr. murió en un atentado".

La desesperación de una madre: Zulema Yoma y su cruzada por la verdad
Desde el primer instante en el Hospital de San Nicolás, Zulema Yoma, pensó que su hijo había sido asesinado por ser el hijo del presidente. La convicción con la que aseguró "A Carlitos lo mataron y Menem sabe por qué y quién fue" fue una constante incansable en su vida.

Para Zulema, la muerte de Carlitos no fue un accidente, sino un "atentado". Su teoría se vinculó con los atentados terroristas ocurridos en la Embajada de Israel, en 1992, y en la AMIA, en 1994. Su postura sugería que el deceso de su hijo era parte de un plan y que, más precisamente, se trataba de “un tercer atentado" o un "mensaje mafioso".
Además, Zulema Fátima reveló que Carlitos le había confesado no sólo que seguían sus pasos, sino que le advirtió que se había enterado de algo que no debía saber.

Entre las pruebas que Zulema mencionó a lo largo de los años, se encuentra la declaración de un supuesto agente de inteligencia, Cortese, quien le habría hecho oír una grabación de su hijo diciendo: "¡Huevones, contesten, me disparan, me disparan!". Supuestos dichos producidos mientras piloteaba el helicóptero. Sin embargo, esta grabación nunca apareció ni se pudieron registrar dichas comunicaciones.
Entre otras evidencias, Zulema señaló la afirmación de que el propio Carlos Menem padre le dijo: "Mi hijo tenía un tiro en la frente". Además, un peritaje de Gendarmería que en 1997 determinó que el helicóptero presentaba “dieciocho perforaciones, deformaciones e irregularidades atribuibles a impactos de proyectiles de armas de fuego” que habrían ocurrido durante el vuelo.

Estas investigaciones, sin embargo, fueron posteriormente "desvirtuadas" por la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil y un experto de la fábrica Bell. La situación se complicó aún más cuando se supo que el juez Eduardo Alomar había entregado los restos del helicóptero a Emir Yoma para el cobro del seguro, dejándolos sin control ni custodia durante meses, lo que generó dudas sobre si los disparos pudieron haber sido efectuados con posterioridad al hecho.
El abogado de Zulema, Juan Labaké, sostuvo que se trató de un "acto de terrorismo puro" y que la causa debió calificarse como "doble homicidio agravado". La ex primera dama también hizo hincapié en que trece de los testigos que declararon en el juicio murieron, algunos en situaciones poco claras, lo que consideró anormal y sospechoso.

La Justicia y un misterio que se resiste a cerrarse
A pesar de la insistencia de Zulema Yoma y el giro de Carlos Menem padre, la justicia mantuvo su veredicto. La causa pasó por las manos de tres magistrados (Eduardo Alomar, José María Acosta y Carlos Villafuerte Ruzo), y para la justicia, siempre fue un accidente. Así se cerró el expediente en 1998.
Pero Zulema nunca bajó los brazos. Logró un cambio de carátula a "Investigación por la caída del helicóptero" y, con el apoyo de Cristina Kirchner, realizó una presentación ante la Corte Internacional de Derechos Humanos, lo que permitió la reapertura de la causa y nuevos peritajes en 2010.

En 2017, la propia Zulema denunció que el cadáver de su hijo habría sido sacado de su lugar de sepultura en el cementerio Islámico de La Tablada, lo que obligó al magistrado a realizar una exhumación. Los exámenes del Equipo Argentino de Antropología Forense confirmaron que los restos pertenecían a Carlos Junior, alejando las sospechas de profanación.
El dolor incontenible



La intimidad de los Menem tras la tragedia: 48 horas a solas con Zulema y Carlos




Documento fotográfico: el desgarrador último adiós






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Fotos: Archivo Atlántida
Búsqueda y digitalización de material de archivo: Gustavo Ramírez
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