Una madre denunció penalmente a la niñera que cuidaba a su hijo de siete meses, acusándola de maltrato. El hecho ocurrió en una casa ubicada en un complejo cerrado en la zona sur de la ciudad de Córdoba, donde la cuidadora, contratada a través de una empresa especializada, fue imputada por “lesiones leves”. Sin embargo, la familia pide que la carátula se agrave a “tentativa de homicidio o lesiones graves calificadas”.
“Estamos totalmente destruidos. La familia hizo todo bien, tomó todos los recaudos y aun así pasó lo peor”, expresó el abogado Ramiro Bazán, quien ya solicitó la admisión como querellante particular.
La madre del niño, visiblemente conmocionada, decidió dar testimonio para visibilizar lo ocurrido: “Ahora estoy un poco más entera para poder hablar porque la verdad que todo el tiempo estaba llorando. Me ha afectado la vida, el sueño, todo”.

Según relató, el episodio sucedió cuando el bebé tenía apenas cinco meses. La mujer contó que había contratado a la niñera a través de una empresa formal, tras un proceso de selección minucioso. “Vi los currículums, hablé con las referencias. Todas me dieron buenas devoluciones”, aseguró. La elegida tenía experiencia previa en el cuidado de niños y cumplía con los horarios establecidos.
Sin embargo, con el correr de los días algo no le cerraba. “Yo me sentía mal físicamente. Tenía un presentimiento feo, le dije a mi marido que tenía que echarla. No sabía qué estaba pasando, pero algo andaba mal”, señaló.
La confirmación de sus sospechas llegó al revisar las cámaras de seguridad instaladas en su hogar. “Veo que le da una cachetada que le da vuelta la cara. Lo revolea de una mano, como si fuera un muñeco. Le hunde su cabecita contra el colchón”, describió con la voz quebrada. Además, afirmó que hay más videos que no se anima a ver por su contenido violento.
“Esa mañana sentí que me lo mataba”, declaró entre lágrimas. Tras ver las imágenes, la madre inmediatamente alertó a su familia, a una vecina y al guardia del barrio. También enfrentó a la niñera y le exigió que se alejara.
Afortunadamente, el bebé fue revisado por profesionales y se encuentra en buen estado de salud. La empresa, por su parte, ofreció iniciar otra búsqueda sin cargo, pero la madre fue categórica: “No voy a meter más a nadie en mi casa. Esto fue una pesadilla”.
En su mensaje final, la mujer hizo una advertencia a otras familias: “Fíjense bien a quién contratan. Y escuchen el instinto de madre y padre, que jamás falla”.

