"No alcanza con pedir disculpas después": la responsabilidad de los influencers y promotores de apuestas ilegales en la creciente ludopatía entre los jóvenes – GENTE Online
 

"No alcanza con pedir disculpas después": la responsabilidad de los influencers y promotores de apuestas ilegales en la creciente ludopatía entre los jóvenes

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En diálogo con GENTE, Débora Blanca, psicóloga especialista en la adicción al juego, advierte sobre el daño silencioso que vienen amplificando referentes digitales sin ética: “Hay chicos endeudados, internados o robando plata de sus casas. Eso también es parte del daño. Y hay que pensar antes”. Por su parte, otros dos especialistas apuntan a soluciones y analizan "el delgado límite entre el juego legal y el ilegal".
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La ludopatía ya no necesita presentación: se camufla detrás de celulares, apps y redes sociales, y afecta a chicos, adolescentes y adultos por igual. Esta adicción sin sustancia, reconocida por la OMS desde la década del 90, genera impulsos incontrolables por el juego y las apuestas de dinero, provocando conflictos familiares, endeudamiento y, en casos extremos, daños irreversibles en la vida de quienes la sufren. En Argentina, casi 19 millones de personas muestran algún grado de adicción al juego, un fenómeno que se disparó durante la pandemia con el boom de los casinos online.

Hoy las apuestas digitales ya no son solo un riesgo para los adultos: niños de apenas 12 años acuden a ellas desde sus celulares incluso dentro de las aulas, sorteando los controles legales que deberían protegerlos. Según Débora Blanca, psicóloga especialista en ludopatía (MN 23548), los síntomas de alerta incluyen la creencia de que ganar dinero es fácil y rápido, y la compulsión por “la revancha” cuando se pierde. Lo que empieza como un juego se convierte en un pozo de deudas, ansiedad y aislamiento, con efectos que pueden marcar para siempre la vida de un menor.

En medio de este panorama, las celebridades y los influencers cumplen un rol central y polémico. Cobran por publicitar apuestas online, con mensajes que seducen con la ilusión de “ganar plata fácil y rápido”. “No es lo mismo promover un libro o una película que algo que puede enfermar a la gente”, advierte Blanca.

Cuatro meses atrás, figuras como Wanda Nara y L-Gante debieron grabar un video para alertar sobre el peligro de las apuestas ilegales.

A raíz de la detención del exGran Hermano Joel Ojeda por promover juegos de azar ilegales en sus redes sociales, la cancelación en redes de Coti Romero y las medidas punitivas a famosas figuras (de L-Gante y Flor Vigna a Traniela), la especialista destaca que quienes tienen un alcance masivo deberían medir su influencia. Detrás de cada PNT hay personas que pueden caer en la adicción, y la ética de estos "referentes" digitales se vuelve tan importante como la legislación que busca proteger a los más jóvenes.

Hace dos años que la psicóloga Débora Blanca, especialista en ludopatía (MN 23548), alerta sobre un fenómeno que crece sin freno: la explosión de las apuestas online entre los más chicos. “Venimos viviendo la explosión de las apuestas online en todo el país, pero especialmente entre los chicos, que es lo más preocupante”, explica Blanca en diálogo con GENTE. “La alarma se enciende porque son ellos quienes están apostando. Y muchos terminan enfermos de algo que no deberían padecer, simplemente porque no deberían poder apostar”, añade en estado de alerta.

Un problema que entra por el celular y los números que hablan por sí solos

El acceso es inmediato. Cualquier chico con un teléfono puede apostar en cuestión de segundos. “Hacerlo desde el celular es facilísimo”, advierte la especialista. El circuito ilegal es tan simple como peligroso: muchos adolescentes transfieren dinero desde sus billeteras virtuales a los llamados cajeros, personas que habilitan las cuentas de juego. “Lo más grave es que muchos de esos cajeros también son menores de edad. De un lado y del otro están metidos en un circuito ilegal, con todo el riesgo que eso implica”, agrega.

Los datos en Argentina son contundentes. Según la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, uno de cada cuatro estudiantes porteños ya apostó online al menos una vez. A nivel nacional, el 12,5 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 24 años admitió haber participado en apuestas digitales, y un 8,3 por ciento de la población total lo hizo alguna vez (aquí de acuerdo con un informe de Infobae).

Un relevamiento de UNICEF Argentina reveló que 8 de cada 10 adolescentes conocen a alguien que apostó online en el último año, y que el 37 por ciento lo hace con frecuencia. “Estamos frente a una adicción sin sustancia, reconocida por la OMS desde los 90, que genera los mismos impulsos que cualquier otra adicción”, advierte Blanca. Y suma: “Lo que empieza como un juego puede no tener vuelta atrás”.

Entre el 1 y 3 por ciento de la población mundial es adicta al juego compulsivo. En el último tiempo las apuestas online se volvieron moneda corriente (y también objeto de consulta) entre niños y adolescentes, quienes incluso juegan desde sus celulares en las propias aulas.

Cuando el mensaje lo dan las redes

El boom de las apuestas online tiene un rostro muy claro: el de los influencers. “No es lo mismo promover un libro o una película que algo que puede enfermar a la gente”, remarca Blanca. Y enseguida ejemplifica: “Si a mí me proponen publicitar algo, lo pienso, lo consulto, lo dudo. No tiene el mismo peso promocionar un yogur que apuestas, bebidas alcohólicas, criptomonedas, tabaco o medicamentos. Quienes lo hacen deben asumir su responsabilidad”.

Las redes sociales se volvieron el canal perfecto para normalizar esta práctica. “Cuando un chico sube al subte y ve figuras promocionando el negocio, aunque al final aparezca el cartelito si tenés menos de 18, no podés apostar, el mensaje ya está dado”, sostiene. “Los chicos lo toman como una conducta de tribu. Apuestan entre ellos, se prestan plata, y algunos terminan enganchándose de manera compulsiva”, plantea.

Ludopatía
"Yo le he robado a familiares, he jugado sueldos enteros el mismo día en que cobraba y hasta lo he hecho con dinero que, en sí, no era mío. He mentido centenar de veces para pedir dinero por motivos inventados… El juego me ha sacado de momentos importantes de mi vida", confió Matías R, ludópata en abstinencia, en diálogo con GENTE.

Del vacío legal que "agrava el problema" a los castigos recientes: "No se trata sólo de infracciones publicitarias: estamos hablando de salud pública”

El año pasado el Congreso dio media sanción a una Ley Nacional de Prevención de la Ludopatía, que buscaba bloquear casinos ilegales, prohibir publicidades y evitar que figuras públicas promocionen apuestas. Pero, tal como remarca Blanca, el proyecto quedó frenado y el propio Gobierno anticipó que lo vetaría.

“Falta muchísimo para que la legislación acompañe”, subraya la psicóloga. Y profundiza: “Hoy, la responsabilidad recae en los padres, docentes, profes y en los propios chicos. Si existiera una ley que prohíba y sancione sería más fácil decir no podés apostar. Pero sin ese respaldo, la prevención depende de la educación y la conciencia”.

La Justicia argentina comenzó a reaccionar. En julio de este año, 16 influencers, entre ellos figuras muy conocidas, debieron grabar videos de concientización tras ser denunciados por promocionar plataformas de apuestas ilegales. Entre ellos estaban Wanda Nara, L-Gante y ex participantes de reality shows, que acordaron intentar reparar el daño publicando contenido educativo.

El Código Penal, en su artículo 301 bis, prevé penas de hasta seis años de prisión para quien organice, administre o promueva, por sí o a través de terceros, cualquier modalidad o sistema de captación de juegos de azar sin contar con la autorización pertinente emanada de la autoridad jurisdiccional. “Es un avance, pero todavía falta una política integral”, analiza Blanca entendiendo el asunto en toda su complejidad. “Hay que comprender que no se trata sólo de infracciones publicitarias: estamos hablando de salud pública”, sostiene la experta.

La gran mayoría de los sitios en los que los jóvenes apuestan online transitan la ilegalidad. "No tenés que marcar ni que sos mayor de edad, aunque debería ser algo obligatorio", advierte la terapeuta Débora Blanca.

“No alcanza con pedir disculpas después”: un llamado de alerta

Para la especialista, la ética debe pesar más que el contrato. “Los influencers tienen que entenderlo: no alcanza con pedir disculpas después. El mundo está lleno de gente que pide perdón después de dañar. Hay que pensar antes del daño, al menos intentarlo. No sirve decir no me di cuenta”, enfatiza.

La psicóloga no duda en llamar a la reflexión: “Con las apuestas no se gana dinero. No son una vía de vida ni un modo de obtener ingresos. Las apuestas son el negocio de los casinos. Si yo abro un casino, ése será mi modo de vida. Pero para que el casino gane, el apostador tiene que perder. Siempre funciona en esa dirección. Claro que alguien puede ganar al principio, pero ésa es la trampa”.

“Vivimos en una cultura que dice que hay que ser famoso y millonario, pero rápido. Nada puede llevar tiempo”, reflexiona Blanca. “Y ese imperativo de inmediatez siempre porta un riesgo, porque lo que se consigue demasiado rápido suele ser sospechoso. Las cosas importantes llevan tiempo”, agrega al explicar cómo en ese mandato de acelerar todo, se instala el riesgo.

"El juego se convierte en una forma de escape y anestesia para resolver situaciones complicadas", aseguran los expertos.

“Cuando ese mensaje se le vende a los pibes, los influencers claro que son responsables. Más aún cuando muchos son contratados directamente por los casinos. No es ingenuo ni inocente”, asegura.

La especialista insiste en que detrás de cada publicación hay consecuencias reales: “Quizás no quieran que los chicos se enfermen, pero deben saber que a muchos les está pasando, que hay familias enteras en tratamiento, chicos endeudados, internados o robando plata de sus casas. Eso también es parte del daño”.

Para cerrar, Blanca deja una idea simple pero potente: “Cada uno tiene que hacerse responsable del lugar que ocupa. Cualquiera que genere contenido en redes sociales debe asumir la responsabilidad de lo que dice y muestra. No se puede tirar la pelota al otro". Y concluye con un mensaje de concientización: "Todos somos responsables. Suena idealista, pero hay que aspirar a eso. Y cuando eso precisamente no ocurre, tiene que haber sanciones”.

Juego legal vs. apuestas clandestinas: dónde se cruza la línea ética

En medio del auge de las apuestas online, la pregunta sobre el límite entre el negocio legítimo y la explotación de la vulnerabilidad humana gana fuerza. Según Guillermo Gabella, director de Asuntos Públicos de Boldt, el juego legal no sólo no se aprovecha de las debilidades de los usuarios, sino que trabaja activamente para prevenirlas. Explica que las plataformas habilitadas cuentan con herramientas como alertas de tiempo y dinero jugado, topes de depósito, sistemas de autoexclusión y monitoreo de actividad, todas medidas destinadas a evitar el juego compulsivo.

Gabella subraya que el verdadero problema no está dentro del circuito regulado, sino en las plataformas clandestinas, donde no existen controles, ni límites, ni filtros que impidan el acceso de menores. “Son justamente esos sitios ilegales los que se benefician de la vulnerabilidad de las personas”, sostiene.

Para frenar la escalada de ludopatía juvenil, el especialista cree que el primer paso es erradicar el juego ilegal y reforzar la educación tanto en padres como en adolescentes. Recuerda que en las plataformas legales ningún menor puede apostar, gracias a los estrictos sistemas de verificación de identidad. Además considera clave visibilizar que los sitios con dominio .bet.ar son los únicos autorizados y comprometidos con el juego responsable.

Gabella también advierte sobre una amenaza que pasa inadvertida: la normalización del juego ilegal a través de las redes sociales. En ese sentido, tal como subraya Blanca, al promocionar sitios sin habilitación los influencers contribuyen a difundir a la vez la clandestinidad. Para él la solución pasa por sancionar este tipo de contenidos y fortalecer la información pública para que los usuarios aprendan a distinguir lo legal de lo ilegal.

Las etapas de la ludopatía, explicadas por un experto

En diálogo con GENTE, Pablo Rossi, psicólogo (MN 20322) y director de la Fundación Manantiales, experta tratamiento de este tipo de adicción, explica las etapas de la ludopatía, al que llaman un "desorden mental" de control de los impulsos.

Las etapas de la ludopatía, conocida también como trastorno del juego, generalmente se describen en varias fases que marcan la progresión de la adicción. Las fases pueden describirse de la siguiente manera:

1: Fase de Ganancias Iniciales: donde el individuo experimenta algunas ganancias significativas que crean una falsa sensación de habilidad o suerte. Estas ganancias iniciales suelen generar una gran emoción y una fuerte motivación para seguir jugando.

2: Fase de Pérdidas: se trata de una etapa en la que, a pesar de las pérdidas iniciales, el jugador cree que, si sigue jugando, puede recuperar lo perdido. Así comienza a aumentar el monto de sus apuestas, lo que lleva a pérdidas más significativas. En esta fase empieza a mentir a amigos y familiares sobre la magnitud de su juego.

Según explica Pablo Rossi, psicólogo y director de la Fundación Manantiales, "como cualquier trastorno adictivo, el tratamiento de la ludopatía es multidimensional y requiere un enfoque integral que incluye intervenciones psicológicas, sociales y, en ocasiones, farmacológicas".

3: Fase de Desesperación: aquí las pérdidas acumuladas se vuelven insostenibles, lo que provoca una gran angustia emocional y una debacle económica. El jugador compulsivo puede empezar a pedir dinero prestado, vender pertenencias o incluso cometer actos ilegales para financiar su juego. Se experimentan sentimientos de desesperanza, vergüenza y culpa.

4: Fase Crónica: El juego se convierte en una necesidad compulsiva, ocupando el centro de la vida del individuo. Es una adicción de tiempo completo. Si no está jugando, está pensando en cómo jugar, a que número o equipo apostar, como conseguir el dinero, etc. Hay una pérdida total de control sobre el comportamiento de juego. Las relaciones personales, el trabajo y la salud mental y física del individuo se ven gravemente afectadas.

Si tenés problemas similares o algún conocido que lidie con esto, podés llamar gratis al 0800 444 4000 y comunicarte con el programa de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo.

Para contactarte por otros consumos problemáticos, cuyos tratamientos en Argentina son gratuitos, podés buscar ayuda en la web de Argentina.gob.ar.

Fotos: 123RF



 
 

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