El caso de los $17 millones destinados a la fiesta de egresados de una división de quinto año sumó un nuevo y polémico capítulo. Luego de que Romina Enríquez, la madre acusada de quedarse con el dinero, justificara su accionar al asegurar que era adicta al juego, otra integrante de la comunidad educativa salió a desmentir esa versión y encendió aún más la indignación.
Todo comenzó el viernes pasado, cuando los padres de los alumnos de 5º año de la Escuela Provincial de Comercio Nº19 se enteraron de que el dinero recaudado durante meses para pagar la fiesta de egresados no estaba. Enríquez, que había quedado a cargo de la recaudación y de los pagos, admitió que se había gastado la plata en el casino.
El supuesto hecho quedó reflejado en un chat de WhatsApp que se difundió rápidamente, donde la mujer —que actuaba como tesorera— aseguraba atravesar un problema de ludopatía. Los damnificados fueron más de 30 familias que habían aportado, mes a mes, alrededor de 68 mil pesos para garantizar la celebración.
La bronca y la angustia se hicieron públicas en redes sociales. “Paso a contar que hoy todos los padres de 5to año del Comercial fuimos estafados por Romina Enríquez, que tenía toda la plata para pagar el evento de recepción, se comió 17 millones de pesos”, escribieron en las redes sociales los padres al descubrir la presunta estafa de la sospechosa. “Estamos todos los padres en salón Pirámide viendo qué hacer, los chicos llorando”, agregaron.
Pese al golpe inicial, la fiesta finalmente se realizó gracias a un acuerdo de urgencia entre los padres y los dueños del salón, sumado a la intervención del intendente local, que salió de garante y permitió reorganizar todo para que los alumnos no perdieran su noche de egreso.
Cuando parecía que la explicación de la adicción al juego cerraba el episodio, apareció una nueva voz que puso en duda esa versión. Se trató de Mónica Biczyk, madre de una alumna afectada, quien habló con LN+ y fue categórica. “Es mentira que ella tenga problemas con el juego. Eso es todo un invento al verse arrinconada por el resto de los padres”, aseguró la mujer.
Lejos de suavizar sus palabras, Biczyk fue aún más dura: “En Eldorado hay un solo casino y, de ser cierto, nos habríamos enterado. Directamente se la robó”. Consultada sobre la posibilidad de que el dinero se hubiera perdido en apuestas virtuales, Mónica reconoció desconocer esa alternativa, aunque insistió en que la versión oficial no la convencía.
En medio del escándalo también trascendió que Enríquez es cuñada de un funcionario municipal y que, apenas se conoció el caso, ella dijo que iba a sacar un préstamo para reponer el dinero utilizado. Mientras tanto, la Justicia avanzó con la investigación para determinar qué ocurrió realmente con los $17 millones.
Entre explicaciones que se contradicen y acusaciones cada vez más fuertes, el caso dejó una grieta profunda entre las familias y una certeza compartida: la confianza se perdió y ahora será la Justicia la que tenga la última palabra.
