La investigación por el triple femicidio narco ocurrido en Florencio Varela sumó un nuevo capítulo con la detención de Mónica Débora Mujica, pareja de Lázaro Víctor Sotacuro, uno de los principales imputados en la causa. El arresto se concretó en la madrugada del sábado en un domicilio de la Ciudad de Buenos Aires, por efectivos de la Policía Bonaerense y con autorización de un juzgado de rogatorias porteño.
Mujica, de 37 años, fue señalada como una pieza clave en la estructura criminal que habría operado en el Bajo Flores. Según fuentes judiciales, su nombre apareció tras la declaración de un nuevo testigo que la ubicó en el negocio narco junto a Sotacuro. El testimonio indica que la mujer participaba en la recepción de droga desde el exterior y en el corte, estiramiento y distribución de cocaína, tareas que realizaba junto a su pareja.
La hipótesis de los fiscales Adrián Arribas, Claudio Fornaro, Diego Rulli y Lorena Pecorelli sostiene que el robo de droga que desencadenó los asesinatos de Brenda Loreley Del Castillo, Morena Verdi y Lara Rodríguez ocurrió durante una etapa de procesamiento de cocaína que manejaba la banda. Mujica, además, habría ordenado a su sobrina Florencia Ibáñez —otra detenida en la causa— borrar el contenido del teléfono de Sotacuro, hecho que la joven reconoció en su declaración como arrepentida.
Durante el procedimiento, la policía secuestró dos teléfonos celulares que serán peritados en busca de pruebas que confirmen su participación en la trama criminal. Con esta detención, ya son diez los imputados en la causa, que incluye a Sotacuro, Celeste Magalí Guerrero (propietaria de la vivienda donde hallaron los cuerpos), Miguel Silva, Daniela Ibarra, Maximiliano Parra, Florencia Ibáñez y Matías Agustín Ozorio, este último capturado en Perú.
La imputación contra Mujica es gravísima: privación ilegal de la libertad coactiva agravada por la pluralidad de intervinientes, reiterada en dos hechos; privación ilegal de la libertad coactiva agravada por la pluralidad de intervinientes y por ser la víctima menor de dieciocho años; homicidio agravado por premeditación, alevosía, ensañamiento y por ser criminis causa, reiterado en tres hechos. Todos estos delitos se consideran en concurso real, lo que implica que la única pena posible es la prisión perpetua.
La causa, que investiga un entramado narco y un ajuste de cuentas, sigue sumando pruebas y declaraciones. El fiscal Arribas pidió las prisiones preventivas de todos los detenidos y el traspaso del expediente al fuero federal, dado el alcance de la organización y la conexión con el tráfico internacional de drogas.
Este caso, que conmociona al país, expone la violencia extrema detrás de las disputas narco y la necesidad de reforzar las investigaciones para evitar que estas redes sigan operando con impunidad.



