Hasta hace muy poco, Raúl Rocha Cantú era presentado en el mundo empresario como un magnate mexicano con llegada a políticos, ejecutivos de alto rango y celebridades globales. Dueño de la Organización Miss Universo y con inversiones que van desde el sector energético hasta la aviación privada, se movía con absoluta soltura en los círculos más exclusivos.
Pero el nombre que hasta hace meses aparecía en alfombras rojas y foros empresariales hoy está asociado a una de las causas criminales más delicadas de México. Así, pasó de dirigir uno de los certámenes de belleza más influyentes del mundo a convertirse en protagonista de una de las investigaciones judiciales más relevantes del último año.
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El también dueño de la compañía Soluciones Gasíferas del Sur fue imputado por delitos que incluyen tráfico de drogas, tráfico de armas y contrabando de combustible, de acuerdo con la pesquisa abierta por la Fiscalía General de la República (FGR) de México.
Según trascendió, la FGR lo tiene bajo la lupa desde 2024, cuando una denuncia anónima derivó en una investigación por presunto tráfico de drogas, armas y combustible. El caso estalló públicamente en medio de las acusaciones de fraude en Miss Universo 2025, poniendo a Rocha en el ojo de la tormenta.

Raúl Rocha: un empresario de perfil global y conexiones de alto nivel
Rocha construyó un perfil de hombre de negocios influyente. Era habitual verlo en eventos de primer nivel, reuniones con figuras de la política latinoamericana, empresarios de renombre y referentes del entretenimiento. Además de su rol en Miss Universo, fundó Century Aviation y tiene participación en varias compañías energéticas.
Pero ese perfil sofisticado comenzó a resquebrajarse cuando, según documentos a los que accedió el diario Reforma, su nombre empezó a aparecer en supuestas negociaciones de compra y venta de armas y combustible ilegal en Guatemala.

Cómo comenzó la investigación que lo tiene contra las cuerdas
De acuerdo con la información publicada por Reforma, la denuncia que originó la causa asegura que armas traficadas desde Guatemala eran entregadas a dos organizaciones criminales mexicanas: el Cártel Jalisco Nueva Generación y La Unión Tepito. La FGR señala a Rocha como presunto líder de un grupo dedicado al tráfico de drogas, armas y combustible entre Guatemala y México.
La investigación también detalla cómo funcionaría la operación de contrabando de combustible: el hidrocarburo ingresaría por el río Usumacinta en lanchas y, ya en territorio mexicano, sería transportado en camiones cisterna desde Chiapas y Tabasco hasta Querétaro.
Allí, según la Fiscalía, parte del combustible terminaría en propiedades vinculadas a Rocha, entre ellas Quinta La Chingada y La Espuela, esta última con un contrato de venta asociado a BSE Combustibles, representada por él.

Intercepciones telefónicas, cateos y documentos que comprometen al dueño de Miss Universo
Tras recibir la denuncia, la FGR intervino los teléfonos de los sospechosos. Las grabaciones, según las autoridades, mostraron conversaciones sobre las operaciones ilegales. Luego, en allanamientos realizados en una residencia de la colonia San Miguel Chapultepec, en Ciudad de México, los agentes encontraron anotaciones que registrarían aportes millonarios de Rocha a la organización criminal, además de cuentas bancarias utilizadas para mover las ganancias.
También se hallaron contratos y documentos que, según la investigación, lo vinculan directamente con el grupo delictivo.

Qué rol habría tenido Rocha dentro de la organización
La causa sostiene que el empresario no era un jugador secundario. Los documentos citados por Reforma lo ubican en un rol de dirección dentro del esquema criminal: habría aportado capital para la compra de combustible en Guatemala y Estados Unidos y mantenido contacto con intermediarios que le proporcionaban información sensible.
Uno de ellos sería Jacobo Reyes León, alias Yaicob o El Licenciado, quien —siempre según la investigación— obtenía datos de la Fiscalía Especializada en Delincuencia Organizada. Otro nombre es el de Daniel Roldán Morales, alias El Inge, señalado por transferir las ganancias provenientes del combustible ilícito hacia Rocha, quien supuestamente utilizaba ese material para abastecer parte de sus gasolineras.
Los peritos también remarcan que la red contaba con “solvencia económica y amistades en la política y las autoridades de los tres niveles”, lo que, según la FGR, facilitaba operaciones de narcotráfico y tráfico de armas.

La orden de captura y su pedido para convertirse en testigo
Con todos estos elementos, la agente de la Fiscalía Especializada en Delincuencia Organizada, Yazmín Mayoral Marín, solicitó una orden de aprehensión contra Rocha Cantú. Los cargos: delincuencia organizada con fines de tráfico de drogas, armas y combustible.
Tras ese pedido, el empresario —quien continúa como pieza clave dentro del universo Miss Universo— se presentó ante la FGR para solicitar un criterio de oportunidad: un acuerdo que le permitiría obtener inmunidad a cambio de aportar información relevante, es decir, asumir un rol de testigo protegido.
Mientras la causa avanza, el futuro de Rocha y su presencia en el mundo de los negocios y el entretenimiento queda envuelto en un escenario incierto. Lo que sí es claro es que el hombre que se codeaba con las élites globales hoy enfrenta una investigación que sacudió a uno de los concursos de belleza más grandes del planeta.

