A más de un año de la muerte de Liam Payne, exintegrante de One Direction, el caso sigue generando repercusiones internacionales. En las últimas horas, la Cámara de Casación Penal concedió la prisión domiciliaria a Brian Paiz, uno de los imputados en la causa que investiga el fallecimiento del artista británico en un hotel de Buenos Aires. Paiz está acusado de haberle suministrado estupefacientes, aunque él insiste en que no hubo venta ni intercambio de dinero.

El joven habló por primera vez desde su casa en un móvil para el programa Diario de Mariana (América TV), acompañado por sus abogados, Fernando y Juan Pablo Madeo Facente, y relató cómo fueron los casi 12 meses que pasó detenido en una alcaldía.
Brian comenzó describiendo su presente: “Estoy mucho más tranquilo. Ya en casa, con la familia, bien”. Luego recordó su paso por prisión: “Estuve 11 meses y dos semanas detenido. Al principio fue tremendo. Me habían quemado con agua caliente, había una extensión de un cable y me la tiraron a la puerta de mi celda por no querer vender cigarrillos de mis pertenencias. Después se volvió todo más tranquilo cuando nos cambiaron de alcaldía”.
La versión que sostiene desde el inicio
Consultado sobre el vínculo con Liam Payne, Paiz fue categórico: “Nunca hubo dinero ni venta de estupefacientes. Los encuentros fueron amistosos. Tuve una relación íntima de un par de días, pero no incentivé nada. Nada fue en exceso, ni las drogas ni el alcohol. Siempre fue todo en pocas cantidades”.
Incluso aseguró que colaboró con la investigación desde el primer momento: “Yo me presenté con mi DNI físico en el hotel, nunca borré mensajes. Antes de estar imputado, me presenté en distintos juzgados para ver dónde estaba la causa y colaborar. No se entendió esta preventiva tan dura”.
La palabra del abogado
Fernando Madeo Facente explicó el giro judicial: “La Sala III de la Cámara de Casación dispuso la prisión domiciliaria bajo el entendimiento de que no existían riesgos procesales. Brian siempre estuvo a disposición. No hay condena, no hay juicio, y no había motivos para mantenerlo preso”.
Brian reflexionó sobre las razones de su detención: “Creo que querían un culpable. Como yo había estado dos días y medio antes, dijeron ‘ya está, Brian’. No creo que haya tenido que ver con mi orientación sexual, simplemente querían cerrar rápido”.
Un caso que sigue abierto
La muerte de Liam Payne ocurrió en octubre del año pasado en un hotel porteño. Según la autopsia, el artista sufrió un paro cardiorrespiratorio tras una intoxicación por consumo de alcohol y drogas. La investigación apunta a determinar si hubo suministro deliberado de sustancias y si existió responsabilidad penal de terceros. Paiz, por ahora, seguirá el proceso desde su domicilio con tobillera electrónica.
El joven cerró con una reflexión: “Arrepentido no estoy porque no cometí ningún delito. Sí cambiaría algunas cosas, como haber ido, pero no incentivé nada. Conocí una estrella, pero no hice nada ilegal”.

