Hace años era normal ver a una abuela diciéndole a su nieto "vamos, hoy te voy a llevar a ver los elefantes al zoológico". Y la abuela y su nieto iban y veían al elefante unos cinco, diez minutos tope... y después se iban y ese elefante permanecía ahí, alejado de sus pares y encerrado en una fría celda de pisos duros durante largos años que se convertían en tortuosas décadas.
Hoy esa escena en Argentina ya no existe. Absolutamente todos los zoológicos que mantenían elefantes en cautiverio aceptaron trasladar los ejemplares que seguían en pie a santuarios para que ellos puedan vivir sus últimos días en libertad y rodeados de sus pares.
Hace cinco años partió hacia el Santuario de Elefantes Brasil -gestionado por la organización Global Sanctuary for Elephants- Mara, una elefanta asiática que había pasado su vida en el Ecoparque de Buenos Aires; en el 2022 siguieron sus pasos Pocha y Guillermina, la madre e hija que vivían en el Ecoparque de Mendoza; y este mismo año, Pupy, una elefanta africana, trazó su propio sendero desde el Ecoparque de Buenos Aires.
Y ahora llegó la hora de Kenya, quien va a vivir con Pupy.

La gran travesía de Kenya
La elefanta africana que en este momento está viajando por una ruta de Brasil mientras siente en sus pulmones el aire fresco que se cuela a través de su caja de transporte, llegó al zoo de Mendoza en 1985 (cuando apenas tenía cuatro años de edad) y automáticamente quedó condenada a vivir en soledad, algo absolutamente atípico para su especie.

Consciente de esta situación, el actual Ecoparque de Mendoza acordó su derivación al Santuario de Elefantes Brasil y desde entonces trabajó para este día en conjunto con la Fundación Franz Weber que lleva casi medio siglo luchando por la protección de los elefantes y ayudando a trasladar los ejemplares que quedaron cautivos en zoológicos y circos.
Eso sí, prepararla para este trayecto no fue nada fácil. Tras siete años de burocracia y entrenamientos (Kenya pasó mucho tiempo preparándose para este viaje de cinco días), la elefanta el viernes 4 de julio miró por última vez el recinto en el que estuvo privada de su libertad.
















Lo que viene
Alejandra García, la coordinadora del Proyecto ELE de la Fundación Franz Weber, charló con GENTE y dijo: "Nosotros hemos trasladado todos los elefantes que estaban en Argentina al santuario de Brasil y Kenya es la última. Con su llegada vamos a cerrar la campaña en Argentina. Solo nos va a quedar dar un paso más en su país que es pedir que por ley se prohiba la cautividad de los elefantes en la Argentina para que esta historia no vuelva a repetirse".
La cautividad de elefantes en Argentina duró 136 años: comenzó en 1889 cuando llegaron a Buenos Aires Nean y Siam, una pareja de elefantes asiáticos, y concluyó este lunes 7 de julio cuando Kenya cruzó la frontera.

Fotos: Gentileza ProyectoEle.org | Fundación Franz Weber


