La investigación por el asesinato de Emilse Camila Barrera, la joven de 18 años hallada sin vida en la ciudad santiagueña de Frías, sumó en las últimas horas un dato clave: los primeros resultados de la autopsia confirmaron que murió por estrangulamiento manual.
De acuerdo con el informe forense difundido por la Justicia provincial, la víctima presentaba una fractura del hueso hioides, una lesión compatible con ese tipo de maniobra. El caso está bajo la dirección de la fiscal Natalia Simoes, quien ordenó la detención de Raúl Pallares, de 37 años, imputado por homicidio agravado por mediar violencia de género.
Durante un allanamiento en la vivienda del acusado, los investigadores hallaron el celular de Emilse, considerado una pieza fundamental para reconstruir sus últimas horas con vida. Las autoridades analizan el dispositivo junto con cámaras de seguridad y registros telefónicos.
El cuerpo de la joven fue encontrado el domingo por la mañana en un descampado, cerca del cruce entre Catamarca y la ruta nacional 157, a pocos metros de un camino rural. La escena reflejaba un episodio de extrema violencia: golpes visibles en el rostro, marcas en el cuello y rastros de sangre, aunque sin signos de robo. El hallazgo fue realizado por un vecino que pasaba por el lugar y que rápidamente dio aviso a la Policía.
Tras conocerse el hecho, la fiscal Simoes dispuso el resguardo del área, el trabajo de la División Homicidios y una serie de allanamientos en los barrios Banda Verde, Villa Paulina y Eliseo Fringes. En este último fue detenido Pallares, quien reconoció haber mantenido un encuentro con Emilse poco antes de su muerte y admitió ante las autoridades: “Se me fue la mano”.
Fuentes judiciales señalaron que el acusado ya contaba con antecedentes y una condena por abuso sexual, lo que refuerza la gravedad de la imputación. Además, otras dos personas —Dolores Estefanía del Carmen y René Roberto Juárez, propietarios de la casa donde la joven habría estado por última vez— fueron citadas a declarar mientras se evalúa su posible participación.
Mientras tanto, la comunidad de Frías permanece conmocionada. Vecinos y allegados a la víctima exigen justicia y esclarecimiento, en un caso que vuelve a exponer la urgencia de las políticas contra la violencia de género en el norte argentino.
