La investigación por el crimen de Claudia Scrazzolo, la mujer hallada semienterrada en el patio de su casa de Tristán Suárez, sumó en las últimas horas información clave a partir de los resultados de la autopsia.
El estudio determinó que la víctima murió por un paro cardiorrespiratorio, aunque también presentaba golpes en la cabeza y en el abdomen que no llegaron a ser letales.
De acuerdo con el informe al que accedió Infobae, el cuerpo de Scrazzolo presentaba heridas lacerantes en la zona encefálica que no provocaron hemorragias internas ni fracturas de cráneo. Además, tenía golpes en el estómago, aunque los peritos no pudieron establecer si correspondían a un ataque reciente o a lesiones anteriores.

En este contexto, la fiscal de género Lorena González aguarda los resultados de estudios complementarios que permitan esclarecer qué ocurrió en las horas previas a su muerte.
Cómo fue encontrado el cuerpo de Claudia Scrazzolo en su patio de Ezeiza
La escena del crimen también dejó elementos de gran impacto. El cadáver fue encontrado envuelto en sábanas y frazadas, enterrado en una fosa de 30 centímetros de profundidad por un metro y medio de largo, cubierta con chapas. Junto a la tumba improvisada, los investigadores hallaron un pico de madera embarrado, que habría sido utilizado para cavar.
La víctima vestía un pijama marrón claro, tenía las manos ensangrentadas y en su antebrazo izquierdo lucía un tatuaje de una rosa con el nombre de su hija de 15 años, la misma que hoy se encuentra bajo investigación.

Las sospechas se centran en la adolescente, aunque los investigadores creen que no pudo haber actuado sola. Señalan la brutalidad del ataque, el arrastre del cuerpo y la excavación como acciones difíciles de ejecutar por una sola persona.
En la vivienda también se secuestró una maza que podría haber sido el arma homicida, aunque no se hallaron rastros de sangre en ella. Por el momento, la menor no fue detenida y permanece en situación de abrigo bajo el cuidado del Servicio de Niñez local, mientras que su novio de 24 años sí fue apresado acusado de encubrimiento, aunque esa carátula podría modificarse con el avance de la causa.
Fuentes judiciales remarcan que el caso está rodeado de hermetismo y que se analizan cámaras de seguridad y teléfonos celulares para reconstruir los movimientos previos al crimen. El asesinato, que habría ocurrido dentro del cuarto de la víctima —donde se encontraron manchas de sangre en las paredes y el colchón—, sigue siendo un enigma para los investigadores, que intentan unir las piezas de un hecho marcado por la violencia y la frialdad.

