El productor y rapero Sean “Diddy” Combs, de 55 años, fue condenado este viernes a cuatro años y dos meses de prisión por dos cargos de transportar personas con fines de prostitución, en violación de la Ley Mann. La sentencia, dictada por el juez federal Arun Subramanian en una corte de Manhattan, incluye además una multa de 500.000 dólares y cinco años de libertad supervisada una vez que cumpla su pena.
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El caso, que comenzó con su arresto en septiembre de 2024, se convirtió en uno de los procesos más mediáticos del año. Tras ocho semanas de juicio y testimonios desgarradores, el jurado declaró culpable a Combs en julio por los cargos de transporte para ejercer la prostitución, pero lo absolvió de los más graves: tráfico sexual y conspiración para crimen organizado, que podrían haberle costado cadena perpetua. Cada uno de los delitos por los que fue condenado tenía una pena máxima de 10 años, pero el juez optó por una sentencia intermedia entre los 11 años solicitados por la fiscalía y los 14 meses que pedía la defensa.
Durante la audiencia, Subramanian fue contundente: “Estos delitos dañaron irreparablemente a dos mujeres. Se enfrentaron al poder y no es fácil”, dijo, en referencia a las víctimas que testificaron, entre ellas la cantante Cassie Ventura, expareja del rapero, y otra mujer identificada como Jane. Ambas relataron episodios de abuso físico, emocional y psicológico, además de prácticas coercitivas en fiestas privadas conocidas como “freak-offs”, donde se combinaban drogas, escorts y violencia.
Antes de escuchar su sentencia, Combs pidió clemencia y se disculpó públicamente: “Estoy avergonzado. Perdí el respeto por mí mismo. He sido humillado y destrozado hasta la médula”, declaró entre lágrimas. También envió una carta al juez en la que reconoció haberse “perdido en las drogas y los excesos” y prometió cambiar. Sin embargo, el magistrado consideró que el artista no mostró un arrepentimiento genuino y que era necesario imponer un castigo significativo “para proteger al público y enviar un mensaje claro a los agresores”.
La defensa anunció que apelará la condena, alegando que el juez actuó como “un decimotercer miembro del jurado” y que la sentencia es “inconstitucional”. Mientras tanto, Combs permanecerá en el Centro de Detención Metropolitana de Brooklyn, donde ya cumplió un año de prisión preventiva, tiempo que será descontado de la pena total. Si no prospera la apelación, el magnate saldrá en libertad en 2028.
Este fallo marca un punto de quiebre en la carrera de uno de los nombres más influyentes del hip hop. Además de enfrentar decenas de demandas civiles, su imperio empresarial y su imagen pública han sufrido un golpe devastador. El juez lo resumió en una frase: “Aquí hay un verdadero camino hacia la redención. Depende de usted aprovecharlo”.
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