Myriam Bregman no necesita presentación en la política argentina y el ámbito militante. Abogada, feminista, socialista y referente del Frente de Izquierda Unidad, vuelve a presentarse como candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires en las elecciones legislativas del 26 de octubre. En diálogo con Revista GENTE, repasa su trayectoria, sus propuestas y el desafío de hacer campaña desde la izquierda en un contexto político totalmente contrario a sus ideales.

“Estamos en un momento muy complejo, de represión, de un gobierno de ultraderecha, donde creo que hay que poner todo nuestro esfuerzo. Muchas de las cosas que estamos viendo, acuerdos con Estados Unidos, acuerdos económicos, van a pasar por el Congreso. Y creo que la izquierda tiene mucho para decir en ese lugar”, afirma Bregman.
Al hablar de su historia ligada a la política, la apodada "'Rusa" está marcada por las luchas que protagoniza a través de manifestaciones. Desde su rol como abogada, ha acompañado causas de derechos humanos, luchas sindicales y movilizaciones feministas.
“Yo siempre digo que los proyectos me los dicta la calle. Mi primer proyecto lo presenté contra la violencia de género en junio de 2015. Apenas asumí y ocurrió el 3 de junio esa primera gran manifestación al grito de ‘Ni una menos’. Eso me movilizó mucho”.
Para Bregman, la banca legislativa no es un fin en sí mismo, sino una herramienta. “Nosotros no tenemos una banca para carrerismo personal, mucho menos para llenarnos de dinero. Aportamos nuestras dietas a las luchas y cobramos como un docente. Cada banca que obtiene el Frente de Izquierda Unidad está puesta al servicio de todas las peleas y necesidades que hay en el momento. Hay muchos temas que si no está la izquierda marcándolos, ahí adentro no existirían. Por eso es tan necesario que podamos obtener más bancas en estas elecciones”.
Propuestas con perspectiva feminista y popular
Entre sus principales preocupaciones, Bregman destaca la violencia de género. “Hay una mujer muerta cada 30 horas en la Argentina. Ya no hablamos de casos individuales, hablamos de triple femicidio en un lugar, de dos en otro. En 18 días hubo 18 femicidios. El Congreso no puede seguir evitando hablar de esto”.

Ante esto propone destinar recursos para prevenir y atender la violencia machista, y advierte que el problema no puede desvincularse del contexto económico. “Si no se rediscuten los términos con los cuales se mueve la economía de nuestro país, es muy difícil pensar en otras medidas. Hay que invertir las prioridades y poner en el centro las necesidades del pueblo trabajador, de las mujeres, de los jóvenes”.
También señala la precarización laboral como un eje urgente. “Las pibas para acceder a un laburo lo hacen sin condiciones, sin derechos. No tienen aguinaldo, ni vacaciones, lo que les impide estudiar. Hay que discutir cómo queda la relación de nuestro país con el FMI y los acreedores privados. Si no se rompe con esa lógica, no hay salida”.
—En las últimas elecciones hubo baja participación, poca gente fue a votar. ¿Por qué te parece que pasa esto y qué podrías hacer para revertirlo?
—Tiene que ver con un descontento social, porque muchos votaron a Alberto Fernández porque se habían desencantado con lo que fue el macrismo. Luego pasó lo mismo con Alberto y Cristina. Estamos en un círculo donde todos desencantan. Nadie cumple las promesas que hace porque hay un programa económico que rige y que eso no se modifica. Está el FMI ahí imprimiendo determinadas políticas a nuestro país, como por ejemplo el ajuste de los jubilados, el achique de las partidas sociales, salud, educación, los tarifazos. Esa manipulación se ve y no le puede provocar entusiasmo a nadie para participar, pero yo convoco a que se participe. Hay otra manera de manifestar el descontento, que te quedes masticando bronca en tu casa y te movilices.
Militancia en un contexto complejo
Militar desde la izquierda en tiempos de ultraderecha nunca es fácil, asegura Bregman y remarca que el último tiempo vivió de muy cerca situaciones de mucha violencia. “El gobierno de Javier Milei asumió el 10 de diciembre. El 20 de diciembre ya me estaban abriendo una causa penal por participar de una manifestación”, detalla.

Uno de sus compañeros, Matías Aufieri, perdió la visión de un ojo por un disparo de la Policía Federal durante una protesta. “Fue una represión brutal. Lo mismo pasó con Jonathan Navarro y Pablo Grillo. No ha sido fácil este año y medio, pero estuvimos donde teníamos que estar: acompañando todas las peleas”, sostiene.
—¿Es más difícil ser de la izquierda en este contexto actual, a diferencia de años anteriores de otros gobiernos?
—Es muy difícil... es muy difícil además hacer una campaña de estas características porque es un gobierno que nos ha reprimido. No es fácil, pero creo que que es lo que había que hacer, no bajar los brazos y mostrar que hay otro camino, que si las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo se animaron en plena dictadura militar, ¿cómo ahora vamos a decir "no se puede"? Creo que que ocupamos ese lugar de estar siempre resistiendo y peleando por derrotar el plan que tiene el FMI y el gobierno de Milei. Es un programa de saqueo económico y de esclavitud laboral.
En ese sentido, Bregman remarcó la forma en la que organizan la campaña y una decisión que tomó junto a Nicolás del Caño para estos comicios: "Nosotros hacemos la campaña a pulmón. Acá no hay grandes sponsors, ni relaciones con los narcos. Charlamos mucho con los compañeros y decidimos abrir las listas, para que todos los que estuvieron luchando tengan un lugar: trabajadores de vialidad, enfermeras del Garrahan, repartidores de Rappi, que todos tengan representación".
Una vida como la de cualquiera
Lejos de los privilegios de la política tradicional, Bregman reivindica una vida cotidiana como la de cualquier familia. Al ser consultada sobre cómo sobrelleva las presiones —tanto a nivel físico como mental— de acompañar las luchas sociales de tantos sectores, ella responde sin dudar: “Nos afectan las represiones, igual que a cualquier persona. Vivimos como cualquiera. Cuando tenemos un rato libre vemos series, ahora la última que vi fue Viudas Negras, y vi Belén en el cine. Me gusta andar en bicicleta y compartir momento en familia y con amigos. Creo lo que más me relaja es juntarme con amigos y amigas".

Pero en ese sentido, remarca: "Pero es lo mismo que cualquiera. No sé, a veces veo a muchos dirigentes políticos tan alejados de la realidad que viven en barrios cerrados, que salen a hacer 'contacto con la gente' solo en campaña. Yo no tengo que salir a recorrer para ir a ver cuánto vale la verdura, porque tengo que ir a la verdulería a hacer las compras... 'Fui a visitar una escuela', que raro, porque cuando llevas a los pibes a la escuela, la ves a la escuela. Se ve que es una dirigencia política muy alejada de la realidad y tienen que armar un acting de ser humano común para la campaña. Eso me parece terrible".
De cara a este domingo 26 de octubre, Bregman insiste en que esta no es una elección de balotaje: “Es una elección legislativa. Vas a votar banca por banca del Senado y de Diputados. No es A o B, River o Boca. Están todos los equipos ahí. Tenés que elegir con qué equipo querés salir a jugar”.
Y concluye: “Muchos temas que hoy están en las noticias van a pasar por el Congreso. Tenés que elegir quién va a defender tu salario, tus derechos, quién va a enfrentar las imposiciones de Estados Unidos y el FMI. Si mirás quiénes estuvieron cuando más se los necesitó, se aclara mucho más por qué hay que votar al Frente de Izquierda Unidad”.

