Quién es Eduardo Fernández, el argentino que “inventó” el Día del Inventor y sigue formando a las mentes creativas del país – GENTE Online
 

Quién es Eduardo Fernández, el argentino que “inventó” el Día del Inventor y sigue formando a las mentes creativas del país

Gustavo Fernández (inventor)
En plena celebración por tal fecha, GENTE recorre la vida de uno de los grandes referentes argentinos en la materia: desde su admiración y agradecimiento por el inspirador de la birome y su hija, hasta el reto de "enfrentar problemas para solucionarlos" y el desafío como dogma de vida: "Inventemos el futuro".
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-¿Qué es un inventor?
-¿Qué es o quién es un inventor?
-Buena pregunta… ¿Y quién es un inventor?
-Ufff… Mi respuesta corta sería que los inventores son los alquimistas de la incertidumbre.
Lo dice Eduardo Roberto Fernández (70) y la extensión de sus nombres y apellido (¡23 caracteres y dos pausas!) nos da un poco tiempo para empezar a decodificar la definición que nos acerca. Una definición que, como mínimo, resulta original. Bueno, algo que no puede dejar de exigírsele a un inventor. "Perdón, inventor profesional”, aclara pronto a Revista GENTE, entregando un currículo que avala al por mayor el creativo recorrido de este argentino nacido el 17 de diciembre de 1954, casado y padre de dos hijos. ¿Cuáles pergaminos? Para arrancar, es quien logró que el 29 de septiembre se convirtiera nada menos que en el... Día del Inventor.

Juegos didácticos de encastres flexibles que estimula la creatividad y conecta las habilidades cognitivas de los chicos con las motrices basado en un sistema de piezas blandas que pueden ensamblarse para formar distintas figuras; un cesto de basura antivandalismo; una máquina industrial para pelar nueces, son algunos de las creaciones que Eduardo Fernández viene llevando a cabo desde siempre. "Cuando veo algo que no funciona, encuentro un reto de arreglarlo y crear algo nuevo”, afirma.

-Digamos entonces que ¿usted “inventó” el Día del Inventor?
-(Risas).
-¿Cómo fue esa historia?
-En 1989 fui contratado por la Municipalidad de Buenos Aires como director técnico de la Feria de los Inventos, un encuentro que se llevó a cabo en 1990 y convocó a miles de inventores. Finalizada aquella exposición fundé y presidí la Asociación Argentina de Inventores. Y al año siguiente presenté formalmente al Congreso de la Nación una serie de proyectos para conseguir apoyo y el reconocimiento oficial de nuestra asociación. Entre esos proyectos se encontraba declarar al 29 de septiembre como el Día Nacional del Inventor (en homenaje al nacimiento en Hungría de Ladislao Biro -Bíró en idioma original-, quien se radicó en Argentina), y crear el Premio Nacional de Inventiva, la Biblioteca del Inventor y el Museo de Inventos Argentinos, y promocionar la Escuela Argentina de Inventores. Bueno, de tales proyectos, durante aquel arranque de década sólo se aprobó el Día del Inventor.
-Nombró a Ladislao Biro, creador de la birome y a la vez padre de Mariana, eterna referente del legado paterno, a partir de innumerables iniciativas. Por nombrar dos extremas en el tiempo: la fundación de la Escuela Del Sol, hace seis décadas, y el lanzamiento de La Noche de la Escuela, un par de meses atrás 2025…
-¡Los Biro¡, ¡¡los Biro!! ¿Querés que te cuente lo que fueron y son los Biro en materia de inventos y para mí?
-Por favor.

Eduardo Gustavo Fernández (inventor) y Ladislao Biró
Fernández con su inspirador maestro, el húngaro-argentino Ladislao Biro. Además de mencionar al creador de la birome como uno de sus inventores favoritos, no quiere dejar de mencionar a los que más lo han impactado en la historia: "Benjamin Franklin, Michael Faraday, Thomas Edison, Alexander Graham Belll, George Westinghouse, Charles Kettering, Nicolaus Otto, Carl Benz y James Dyson, entre muchos otros".


“Hacia finales de la década del 60, cuando yo tenía diez años –arranca entonces Fernández– vi una propaganda en la TV desde la cual Biro publicitaba su invento con el nombre de la empresa Sylvapen. Aparecía diciendo: ‘Yo soy Biro, el inventor de la birome’. Aquel hecho me impresionó mucho e incrementó mi entusiasmo e interés por los inventos, ya que desde muy pequeño quería dedicarme a ello. Digamos que Ladislao le sumó nafta a la llama de mi pasión. Y tanto significó que mucho tiempo después, a mis 21, lo fui a visitar, surgiendo a partir de allí un vínculo que duró de 1980 hasta su fallecimiento en 1985. En ese ínterin pude entrevistarlo muchas veces, trabajar con él en su laboratorio y publicar notas periodísticas. Su testimonio y sus consejos significaron el inicio de mi carrera como inventor profesional.
-¿Por qué su hija sería la persona indicada para continuar su legado?
-Conocí a Mariana Biro en 1990, cuando la invité a la Feria de los Inventos, en ocasión de un homenaje que organizamos para recordar a su padre. Fue la única persona fuera de la comunidad de inventores que valoró tempranamente la importancia de promover la actividad inventiva en todos sus aspectos. Cuando supo los detalles de nuestras acciones y proyectos, en forma muy generosa, nos ofreció las instalaciones de la EDS que dirigía -y sigue dirigiendo-, como sede de la Escuela Argentina de Inventores. Su visión como docente y el legado de su padre la transformaron en el hada madrina de los inventores argentinos. Lo que hizo posible el crecimiento y difusión del áreas, que hasta ese entonces nunca habían recibido ningún apoyo oficial.
-Si volviésemos en el tiempo hasta los días que corren y debiéramos hablar de un registro, de números concretos, ¿con qué cantidad de inventores nacionales nos encontramos hoy?
-En la Argentina hay unos 4.000 inventores activos, de los cuales 50 somos profesionales. Nos conocemos todos. Podría parecer una cifra pequeña, pero, dado el contexto, es la comunidad de inventores profesionales más importante del hemisferio sur. Biro sigue siendo el primer y más importante inventor profesional que se desarrolló en nuestro país. Hablo de 1810 a la fecha, cuando hay un registro fehaciente.
-¿Y quiénes son los más recientes de nuestro país reconocidos internacionalmente?
-Mencionaría, por ejemplo, a Agusto Cicaré, Julio Palmz, Juan Carlos Parodi, Jorge Odón, Carlos Arcusín, Ricardo Maclen y Lucas Perfumo.

Eduardo Gustavo Fernández (inventor)
Eduardo Roberto y la medalla de oro del Salón Internacional de Inventos de Ginebra, Suiza, que obtuviera junto a su colega Hugo Olivera tras desarrollar en 2002 el "descorjet": un sacacorchos de bebidas espumantes fácil de utilizar, rápido y seguro. Llegó a venderse por 60 euros en las tiendas del Corte Inglés.


“La verdad, esta profesión no existe de manera formal e institucional, pero sí en los hechos, en base a la experiencia personal”, responde cuando le consultamos si existe una carrera que entregue el título de “inventor profesional” o se trata de una vocación sin título. “Un inventor profesional es alguien que, con o sin formación académica, ha desarrollado como forma de vida su potencial de creatividad práctica, resolviendo problemas, creando valor comercial y generando fuentes genuinas de trabajo. Su lema es: ‘Lo pienso, lo digo, lo hago y lo vendo’”, explica también con originalidad Eduardo Fernández.
-¿Cuándo y por qué creó la Escuela Argentina de Inventores?
-La primera es un programa educativo cuyo objetivo apunta al estímulo y desarrollo del pensamiento inventivo de niños y adolescentes de 6 a 12 años. La creé en 1980 a partir de un curso sobre Heurística (que es el arte de la invención) en la Escuela Industrial de Lanús, John F. Kennedy. Ese programa luego tomó el nombre formal de Escuela Argentina de Inventores. Así fue que gracias a la gran generosidad de Mariana Biro continuamos a partir de 1991 en su Escuela Del Sol. Desde los inicios han pasado por nuestro programa más de dos mil alumnos, varios de los cuales se han desarrollado como inventores. Bueno, al año siguiente de iniciar..., ¿ya pasaron treinta y tres años?

Eduardo Gustavo Fernández y Mariana Biró
Junto a Mariana Biro: dentro de la EDS que ella conduce hace seis décadas, Fernández encontró el primer apoyo. Allí, en Crámer 450, Colegiales, ahora funcionan la Escuela Argentina de Inventores y el Foro Argentino de Inventores. Por ello el lunes 29 de septiembre de 2025, desde las 9AM, en sus instalaciones festejaron precisamente el Día del Inventor, recibiendo a 130 alumnos de otras instituciones y a público en general, con el objetivo de mostrar las creaciones de los chicos de jardín de infantes a sexto grado, mientras ellos mismos explicaban su alcance. Eduardo fue de la partida, en compañía de su colega Lucas Perfumo y la directora del establecimiento.

-¿Qué pasó en 1992?
-Visité por primera vez la Exposición Mundial de Inventores de Ginebra, Suiza, ya partir de allí jamás falte. La Geneva Inventions, que se organiza desde hace medio siglo, es la exposición internacional de inventos más importante del mundo. Cada temporada participan más de 1.000 inventores de unos 50 países. Viajo representando a inventores locales e incluso presentando inventos propios. Los inventores argentinos siempre se han destacado como los más importantes de América Latina, obteniendo los principales premios. En la actualidad mi tarea es la de delegado para nuestro país y los de la región.
-¿Cómo se entrena a los inventores?
-Hay dos niveles: uno es a través de programas de estímulo para el desarrollo del pensamiento inventivo en niños y adolescentes, abordando problemas reales, de impacto social, mediante la imaginación práctica, la curiosidad, la interrogación, la exploración, la manipulación experimental, el sentido común, el contacto con la naturaleza, la solidaridad y el trabajo en equipo. Se trata de una práctica que no está basada en los contenidos conceptuales previos propios de la educación tradicional, ni en la ciencia, ni en sistemas informáticos o la Inteligencia Artificial. El segundo nivel se focaliza en la práctica profesional de la actividad inventiva, a través de la Gestión de la Innovación, es decir desde las ideas a los negocios, para inventores jóvenes y adultos.

Gustavo Fernández (inventor)
Tras ser fundador y presidente de la Asociación Argentina de Inventores entre 1990 y 2022, ese último año Eduardo Fernández creó el Foro Argentino de Inventores, "con una orientación mucho más profesionalizada, en base a seminarios, asesoramiento y cursos intensivos de capacitación sobre Gestión de la Innovación desde las ideas a los negocios”, relata quien aparte cuenta con experiencia en decenas de empresas, realizó más de cien publicaciones, obtuvo numerosos reconocimientos y participó en numerosos cursos, seminarios, conferencias y concursos, aquí desde el rol de jurado.

-¿Se anima a definir, según su óptica, el decálogo del inventor, como para que apunten y lleven en la cartera y la billetera los aspirantes a seguir los pasos de los Biro, usted y tantos creativos de la historia? –desafiamos para el cierre al caballero que habla español e inglés, cuyos estudios generales y formación básica lo hicieron transitar por el Instituto Nacional Superior del Profesorado Técnico, la Sociedad Argentina de Apicultores, el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Industria Químico Farmacéutica Argentina, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad del Museo Social Argentino, la World Intellectual Property Organization (WIPO) y la International Federation of Inventors Associations (IFIA), de Ginebra, Suiza, y la IAE (Escuela de Negocios de la Universidad Austral).
-¿Anotás? –toma el guante sin dudar quien, además, en 2019 fue destacado como uno de los “Top five Latin American inventors” por la publicación estadounidense Americas Quarterly, 18-1-2019: AQ Top 5 Latin American Inventors: Eduardo Fernández (americasquarterly.org).
-Anotamos.
1. Donde hay un problema hay una oportunidad de cambio positivo.
2. El mejor invento es el próximo.
3. Inventar es resolverle problemas a la gente.
4. Los inventores generan trabajo.
5. Desarmar no es romper.
6. Existen inventos tecnológicos: aparatos, herramientas, procesos y sistemas, e inventos sociales: formas de organización y servicios, como las escuelas, las ventas en cuotas, el correo, etc.
7. Todo lo bueno es siempre posible, pero no todo lo posible es siempre bueno.
8. Cuando algo parece ser definitivo, ya es hora de pensar en cambiarlo.
9: Inventemos el futuro.
10. Más rápido, más seguro, más fácil, más barato, más liviano, más estético, más simple, más provechoso, más rentable, menos contaminante = ¡Mejor!
-Al principio de la nota nos dio su “respuesta corta” de quién era un inventor: “Un inventor es un alquimista de la incertidumbre”, nos dijo. ¿Cuál sería la explicación larga?
-Que el inventor tiene el coraje y la convicción para transformar los problemas en soluciones prácticas, aunque no tenga la certeza de cuál será el resultado final.
-¿Los inventores pueden salvar al mundo, entonces?
-Nadie por sí solo puede salvar a la humanidad. Los inventores profesionales tienen un rol social muy específico e importante: crear valor y generar fuentes genuinas de trabajo, con capacidad exportadora. Cada país puede beneficiarse en base a las creaciones de sus propios inventores, si creara las condiciones objetivas previas para su pleno desarrollo, dentro de un marco jurídico y económico favorable. Mientras los científicos son especialistas y se concentran en un método, nosotros, los inventores profesionales somos generalistas y apuntamos a un pragmatismo experimental tenaz.
-¿Cómo es en la actualidad el proceso de las patentes en Argentina?
-Muy lago y difícil. Anualmente se registran unos 3.000 solicitudes de patentes, pero se conceden muy pocas, y los resultados prácticos llevan muchos años para su verificación. Es decir, con una Ley de Patentes actualizada, una Oficina de Patentes eficiente y un sistema económico dinámico y abierto al exterior, no vamos a salvar al mundo pero sí ayudar a nuestro país… ¿Soy claro?
-Claro y original.

Fotos: Cortesía de G.R.F y Archivo Revista GENTE



 
 

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