Cuando una denunciante de un caso de trata de menores aparece muerta, y más en un caso de relevancia mundial como éste, que vincula a nombres poderosos, las especulaciones no son pocas. Días atrás, se conoció la noticia de que Virginia Giufre se suicidó a los 41 años.
Fue tres semanas después de haber anunciado públicamente que le quedaban pocos días de vida. A partir de un comunicado, su familia expresó: "Con el corazón profundamente roto, anunciamos la muerte de Virginia en su granja en Australia Occidental".
El escrito aclaraba que la mujer y madre de tres hijos que hace poco se había mostrado golpeada en redes y temía por su vida terminó con su existencia “tras ser víctima de abuso sexual y trata de personas durante toda su vida”.
“Si algo me pasa…”: la escalofriante advertencia de Virginia
En un viejo tuit de 2019, la mujer dejó dicho por escrito que jamás cometería suicidio. "Hago público que de ninguna manera tengo intenciones suicidas. Se lo dije a mi terapeuta y a mi médico de cabecera”, expresó.
“Si algo me sucede, por el bien de mi familia, no dejen que esto pase y ayúdenme a protegerlos. Demasiadas personas malvadas quieren que me retire", compartió Giuffre en diciembre de aquel año.
Sin embargo, no se difundieron detalles específicos sobre la causa de la muerte ni sobre posibles sustancias involucradas. Aunque su familia informó que se trató de un suicidio, sobran las especulaciones.
Su abogada, Karrie Louden, expresó dudas sobre si la muerte fue intencional, señalando que Giuffre no mostró señales de querer quitarse la vida y que tenía planes para el futuro, como renovar su hogar y reuniones legales programadas.
La ausencia de una nota suicida y las circunstancias descritas por su letrada han generado teorías de conspiración en torno a su fallecimiento.
Giuffre, la voz clave para terminar con el silencio
Giuffre emergió como una figura central en el caso Epstein al denunciar haber sido víctima de tráfico sexual por parte de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, señalando directamente al príncipe Andrés del Reino Unido como uno de sus abusadores.
Según su testimonio, fue forzada a mantener relaciones sexuales con el príncipe en tres ocasiones en 2001, cuando tenía 17 años, en Londres, Nueva York y la isla privada de Epstein. Estas acusaciones llevaron a una demanda civil en 2021, que culminó en un acuerdo extrajudicial en 2022, en el cual el príncipe Andrés realizó una importante donación a la organización benéfica de Giuffre y reconoció el sufrimiento de las víctimas de Epstein, aunque sin admitir culpabilidad.
La valentía de Giuffre al hacer públicas sus experiencias generó un cambio significativo en la percepción pública, especialmente en el Reino Unido. Su entrevista con la BBC en 2019, en la que apeló directamente al público británico para que la apoyara en su lucha, contribuyó a una presión creciente sobre el príncipe Andrés.
Posteriormente, una entrevista del príncipe con la BBC fue ampliamente criticada, lo que llevó a su renuncia a las funciones reales y a la pérdida de vínculos con diversas organizaciones benéficas. A pesar de prometer cooperación con las autoridades, en enero de 2020, el fiscal estadounidense Geoffrey Berman declaró que el príncipe no había brindado ninguna colaboración en la investigación sobre Epstein.
Además de en sus denuncias en la justicia, Giuffre contó su verdad en diversos programas como Dateline NBC, 60 Minutes Australia y la serie documental Surviving Jeffrey Epstein (2020). También escribió unas memorias inéditas tituladas El Club Playboy del Multimillonario, que se presentaron como prueba durante su demanda contra Ghislaine Maxwell, principal cómplice de Epstein.
La voz de Giuffre fue clave al desarmar el monstruoso entramado de poder del magnate que salpicó a la realeza británica, banqueros, millonarios de Silicon Valley y hasta el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los datos oscuros, uno a uno
Virginia era una ficha clave en un panorama en el que ningún poderoso que había participado de las fiestas de Epstein quería ser mencionado. Una a una, repasamos las extrañas “casualidades” y sus consecuencias.
- Virginia sabía demasiado. No solo había sido traficada por Epstein y Ghislaine Maxwell a personalidades de altísimo rango: ella también guardaba pruebas. Mails, diarios, grabaciones, transcripciones de conversaciones que ni siquiera en los juicios se animaron a mostrar del todo.
- En 2019, semanas antes de la muerte "oficial" de Epstein en su celda de Manhattan, Virginia advirtió en entrevistas privadas que "el sistema no va a permitir que se conozca toda la verdad".
- Durante años, Giuffre vivió bajo amenazas veladas. Cambió de nombre. Se mudó más de tres veces de país. Personas de su entorno contaron que "ella ya no confiaba en nadie, ni siquiera en el FBI".
- El 10 de agosto de 2019, Epstein "se suicida" en una celda donde, casualmente, fallaron las cámaras y los custodios estaban "dormidos".
- El 19 de agosto de 2022, Jean-Luc Brunel, su cómplice y reclutador en Europa, también "se ahorca" en su celda francesa, justo antes de declarar.
- Ahora Virginia, la principal sobreviviente que podía terminar de romper el pacto de silencio, se quita la vida.
Quién era el "depredador sexual" Jeffrey Epstein
Jeffrey Epstein era un financiero, conocido como “depredador sexual” que fue condenado por tráfico de menores en el mundo de elite y que se suicidó el 10 de agosto de 2019 ahorcándose en el Centro Correccional Metropolitano de New York.
Se lo encontró culpable de abusar sexualmente de menores de edad en sus lujosas residencias de New York, Manhattan y Palm Beach y de manejar una red de tráfico llamada “Lolita Express”.
En 2020, Anonymous filtró los nombres involucrados en la red de prostitución infantil por la que cayó el empresario billonario. Los presuntos participantes de las fiestas clandestinas que fueron mencionados en su momento van desde Donald Trump a Mick Jagger, y de Naomi Campbell a Courtney Love. Todos negaron su vinculación con los hechos.
La fortuna de Epstein, que se estima, sobrepasaba las nueve cifras, la hizo gracias a la creación de una firma de gestión financiera en la que sólo eran admitidos como clientes otros multimillonarios, pero nadie entendía realmente a qué se dedicaba.
Su caída comenzó cuando en 2005 la policía de Palm Beach inició una investigación que le cambiaría la vida. Una mujer había denunciado que su hijastra de 14 años había sido llevada a la mansión de Epstein por otra chica y había recibido una oferta de 300 dólares para desnudarse y darle masajes al magnate.
"Quería rostros nuevos y jóvenes cada día", señalaban las acusaciones presentadas en 2019, antes de que se lo condenara. Por aquel entonces las investigaciones indicaban que el empresario reclutaba a víctimas para que le dieran masajes desnudas o semidesnudas.
"Habitualmente se masturbaba y pedía a las víctimas que lo tocaran mientras lo hacía", publicaban los medios por aquel entonces. Según se consigna en la causa, el magnate pagó a jóvenes para que reclutaran a más menores para asegurar "un suministro constante de nuevas víctimas a las que explotar". En uno de sus registros en su mansión de Manhattan encontraron entre las evidencias cientos de fotografías de desnudos de niñas menores.
El rol de Ghislaine Maxwell, la cómplice de Jeffrey Epstein y “amiga” de la reina Isabel II
Ghislaine Maxwell fue catalogada como la “madama” de la red de trata. Actualmente cumple una condena de 20 años de prisión por participar en un esquema de explotación sexual y abuso de menores para su difunto novio, Epstein. La mujer, quien se encargaba de “abastecer” al multimillonario fue condenada en junio de 2022.
En un viejo interrogatorio policial había contado: "Ésa era una parte muy escasa de mi trabajo. Contraté, ocasionalmente, masajistas profesionales para Epstein. Nunca contraté a alguien que yo supiera que era menor de edad”.
Nacida en París e hija del editor y miembro del Parlamento británico Robert Maxwell, la mujer que estudió en la Universidad de Oxford y es la principal cómplice del delito que llevó a su ex a la cárcel dio su primera entrevista a un medio en 2023.
Por ese entonces, declaró: “Ojalá nunca hubiera conocido a Jeffrey Epstein. Ojalá me hubiera quedado en Inglaterra”. En relación a la muerte de su novio señaló que no es lo que parece y lanzó: “Creo que fue asesinado, y me pregunto cómo ocurrió”.
Maxwell nunca se disculpó con las víctimas en ese reportaje: “Deberían tomar su decepción y molestarse con las autoridades que permitieron que eso sucediera. Y como dije espero que tengan algún cierre por el proceso judicial que se llevó a cabo. Deseo que tengan tiempo para sanar y puedan seguir adelante”.
Además, defendió a su amigo, el príncipe Andrés. Recordemos que la denuncia de Giuffre hizo tambalear a la corona británica cuando Giuffre lo acusó de violación cuando era menor de edad. Maxwell intentó desvincularlo y comentó: “No tengo ningún recuerdo de que se conocieran”.
Ghislaine Maxwell fue una habitué en el Palacio de Buckingham, donde era invitada por el príncipe Andrés. En sus visitas, la mujer también conoció a la reina Isabel II, con quien solía compartir largas charlas sobre una pasión en común: los caballos. La ex de Epstein también participó de una íntima reunión en Balmoral en 1999, durante un verano en el que se supone que la monarca se hallaba vacacionando en la residencia.
En esa oportunidad, Maxwell y Jeffrey Epstein fueron capturados en pleno relax en la cabaña de la royal que reinó durante siete décadas.
