El violento femicidio de Sandra Sánchez, ocurrido este martes en el departamento mendocino de Guaymallén, dejó al descubierto una serie de posteos aberrantes en las redes sociales de su expareja y agresor, Enzo Valdovino, de 57 años.
El hombre, que fue detenido tras el ataque, quedó imputado por homicidio agravado por el vínculo y por haber sido cometido en un contexto de violencia de género, figura que en caso de condena contempla la prisión perpetua según el artículo 80 del Código Penal.
En su perfil de Facebook, Valdovino solía compartir mensajes con un fuerte contenido machista y religioso. “Qué gran verdad, lástima que algunas no saben ni dónde están paradas”, escribió en uno de ellos, acompañando la frase con una imagen dirigida a una persona en particular. En otro, expresó: “Puedes hacer cien cosas buenas, dar lo mejor de ti, ayudar, cuidar y estar presente... pero basta con un solo error para que muchos olviden todo lo que hiciste bien”.
Los mensajes de ese tono eran habituales en su muro. “La vida me enseñó que el amor se siente, no se elige (...) Que el respeto y la educación abren más puertas que el dinero y que la actitud nos define, nos acerca o nos aleja”, publicó en otra oportunidad.
Días antes del femicidio, compartió una imagen con la frase: “La gota que derrama el vaso no es el enojo, es el cansancio. Porque cuando uno se cansa, ya no avisa. No insiste, no corre detrás de nada. Se detiene, cierra el libro, apaga la luz, baja el telón. Punto final”.
Tras el crimen, las publicaciones comenzaron a recibir decenas de comentarios cargados de odio y repudio. “Asesino hdp”, “Te vas a pudrir en la cárcel” y “Un hombre que no deja a una mujer tener amigas es un loco capaz de hacer cualquier cosa y aquí queda demostrado”, fueron algunos de los mensajes que dejaron usuarios indignados.
Sandra Sánchez y Valdovino se habían casado en marzo de 2007. Vivieron juntos más de una década en el barrio Buena Nueva de Guaymallén y, aunque atravesaban un prolongado proceso de separación, recientemente habían decidido cortar definitivamente el vínculo. La relación marcada por conflictos terminó en la peor tragedia: un femicidio a plena luz del día.
Cómo fue el brutal femicidio de Sandra Sánchez
Todo ocurrió en una vivienda de la calle Rópolo al 6500. Valdovino llegó con la excusa de retirar algunos muebles, pero la situación se descontroló en cuestión de minutos. La discusión escaló rápidamente y terminó con un puntazo letal en la axila izquierda de Sandra.
Los gritos de la víctima alertaron a los vecinos, que la vieron salir tambaleando hasta desplomarse a pocos metros de la puerta. “Perdía mucha sangre por la axila y la boca”, relataron después a los medios. Aunque no llegó a pronunciar palabra, el propio agresor admitió lo que había hecho.
Mientras aguardaban la ambulancia —que demoró más de media hora—, algunos intentaron reanimarla con maniobras de RCP. Pese a los esfuerzos, la mujer murió en el lugar, frente a la mirada desconsolada de su hija y de familiares.
El agresor fue detenido dentro de la casa y trasladado a la comisaría, quedando a disposición de la fiscal Claudia Ríos, quien en las últimas horas le notificó la imputación por femicidio.
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