Las noches de Las Vegas suelen tener su propio pulso, pero durante el fin de semana del reciente Gran Premio de Fórmula 1 hubo un momento en el que toda la atención se concentró lejos del strip, del casino y hasta de los boxes del callejero. La causa: el GMSV S1 LM, una obra maestra firmada por el ingeniero sudafricano Gordon Murray que fue vendido por 20.630.000 dólares en una subasta.
Esta cifra no sorprende tanto por la extravagancia de Las Vegas, aunque vale decir que este vehículo creado por Gordon Murray Special Vehicles queda en la historia como el auto nuevo más caro jamás rematado. Se trata del Chasis N° 1 de los cinco que se producirán de esta reinterpretación moderna del McLaren F1 GTR, el modelo que cambió las reglas del juego hace ya tres décadas y que también fue creado por Murray.
Con el S1 LM, Murray quiso celebrar los 30 años del McLaren F1 GTR, el mismo que en 1995 logró la victoria en las 24 Horas de Le Mans. Ese coche marcó una época, y su autor decidió revisitar esa filosofía con tecnología actual, obsesión por la ligereza y un espíritu purista que desafía la era híbrida.
El deportivo reúne todos los principios que definieron la carrera de Murray. Desde la posición central del conductor, típica del McLaren F1, hasta el uso casi quirúrgico de materiales para reducir peso. Pero la pieza central es el motor: un V12 Cosworth de 4.3 litros que entrega 710 CV y llega hasta las 12.100 rpm. Un nivel de respuesta y sonido que ya pertenece casi a otra dimensión del automovilismo.
El aura que rodea a este auto no se refleja solo en la mecánica. Desde su primera aparición en Monterey Car Week en agosto, se supo que los cinco chasis ya tenían propietario. Un único propietario, además. Por eso nadie esperaba que el chasis Nº 1 apareciera tan pronto en una subasta abierta, y mucho menos en medio del fin de semana de una carrera de F.1.
La aparición del S1 LM en la lista de lotes generó un efecto inmediato: coleccionistas de todo el mundo empezaron a mover contactos, representantes y curadores privados para intentar asegurarse una pieza única. La subasta se convirtió rápidamente en una competencia feroz, y el precio escaló hasta convertirse en un récord mundial para un auto nuevo adjudicado en una puja pública.
Pero la cifra final incluye bastante más que un auto. El comprador se llevó un libro de 500 páginas con borradores originales, apuntes y bocetos de Murray, una pieza editorial que funciona casi como un archivo íntimo del proceso creativo. También obtuvo la posibilidad de personalizar cada detalle del auto junto al propio diseñador y al equipo de GMSV, un privilegio que rara vez se compra.
Y como broche, el paquete incluye algo que ni siquiera el dinero suele garantizar: sesiones de conducción y desarrollo con Dario Franchitti, tres veces ganador de las 500 Millas de Indianápolis. Un mentor de lujo para un auto que exige sensibilidad y técnica en partes iguales.
Luego de la subasta, Murray sintetizó el espíritu del proyecto con una frase que le pertenece tanto como el auto: “El S1 LM representa todo lo que he aprendido en seis décadas de diseño de automóviles. Una expresión purista de conducción, arte e ingeniería. Ver que alcanza este nivel de apreciación es una experiencia conmovedora”.
Difícil discutirlo. El S1 LM no es solo un homenaje al McLaren F1. Es el intento de Murray de encapsular en un solo objeto todo lo que lo convirtió en uno de los diseñadores más influyentes de la historia del deporte motor: ligereza, aerodinámica extrema, sonido, pureza mecánica y una búsqueda obsesiva por eliminar lo innecesario.
Mirá También
