Durante años, smart fue casi un concepto en sí mismo. Autos pequeños, carismáticos, pensados para la ciudad y para moverse donde otros no podían. Esa identidad fue tan fuerte que terminó siendo una etiqueta difícil de despegar. Sin embargo, el mercado cambió, la marca cambió de socios y la estrategia dio un giro claro: primero llegaron los crossovers y ahora aparece el smart #6, el modelo que termina de sellar esa transformación.
Las dimensiones hablan por sí solas. El #6 mide 4.906 mm de largo, 1.922 mm de ancho y 1.508 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.926 mm. Es decir, juega directamente en el segmento de los modelos medianos-grandes, con proporciones pensadas para el confort y la estabilidad en ruta.
El peso, que varía entre 1.990 y 2.099 kg según la versión, confirma que estamos ante un vehículo electrificado de alto contenido tecnológico. Ya no hay rastros del citycar liviano: el #6 es un smart hecho para viajar, rendir y destacarse.
A nivel estético, el smart #6 apuesta por una imagen sobria y deportiva a la vez. El frente se caracteriza por una parrilla pequeña, entradas de aire discretas y una firma lumínica que recorre todo el ancho del auto. Ese mismo recurso se repite atrás, reforzando identidad y presencia nocturna.
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En los laterales se destacan las manijas de puertas al ras de la carrocería, las llantas multirradio de 19 o 20 pulgadas y una línea de techo suavemente redondeada que define su remate fastback. Un detalle clave está en la parte trasera: aunque visualmente parece un sedán, el #6 tiene portón, lo que mejora el acceso al baúl y suma practicidad real.
El conjunto se completa con un spoiler retráctil, cámaras en los guardabarros delanteros en lugar de espejos tradicionales y un sensor LIDAR sobre el techo, señal clara de que el modelo estará preparado para sistemas avanzados de asistencia a la conducción.
En el apartado mecánico, smart recurre al sistema híbrido enchufable EHD, basado en la tecnología NordThor Hybrid 2.0 de Geely. Combina un motor 1.5 turbo naftero de 161 CV con un motor eléctrico para alcanzar una potencia total cercana a los 430 CV.
Son cifras que colocan al #6 muy lejos de la imagen histórica de la marca y lo posicionan como un modelo de prestaciones serias, pensado tanto para el uso diario como para viajes largos a buen ritmo.
Otro de los puntos fuertes del smart #6 es su batería LFP (litio-ferrofosfato), provista por SVOLT o CATL, dos de los proveedores más importantes del sector. La recarga rápida permite pasar del 10% al 80% en menos de 20 minutos, un dato clave en la experiencia real de uso.
En cuanto a autonomía, el modelo podría recorrer hasta 285 km en modo 100% eléctrico y alcanzar una cifra total de 1.810 km en modo híbrido, un valor que, aunque optimista, deja clara la orientación del proyecto: viajar lejos, con pocas paradas.
Por ahora, smart no mostró el interior del #6 ni confirmó su fecha de debut oficial. Tampoco se conocen versiones, niveles de equipamiento o mercados de destino. Habrá que esperar.
Aun así, el mensaje ya está claro. Con el #6, smart no solo amplía su gama: redefine su identidad. La marca que alguna vez fue sinónimo de autos pequeños ahora se anima a competir en un terreno completamente distinto, con un producto que combina diseño, tecnología y electrificación en clave de futuro.
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