El Mercedes-Benz 230 SL Pagoda: Icono de confort, potencia y seguridad en los ‘60 – GENTE Online
 

El Mercedes-Benz 230 SL Pagoda: Icono de confort, potencia y seguridad en los ‘60

Mercedes-Benz 230 SL Pagoda
Este modelo que se presentó en 1963 ha dejado una marca indeleble en la rica historia de los vehículos deportivos de la marca alemana.
Autos y Motos
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El Salón del Automóvil de Ginebra de 1963 marcó un hito en la historia automotriz con la presentación del Mercedes-Benz 230 SL (W 113). Este vehículo no solo cautivó al público con su diseño elegante y su desempeño excepcional, sino que también se destacó como un pionero en seguridad, dejando atrás a sus predecesores, el 300 SL Roadster (W 198) y el 190 SL (W 121).

Mercedes-Benz 230 SL Pagoda
El Mercedes-Benz 230 SL no solo impresionó por su estilo, sino también por su nivel de seguridad innovador.

Dirigido por Friedrich Geiger, el diseño del 230 SL combinó líneas limpias con elementos icónicos de la línea SL, como la estrella central en la parrilla del radiador. Lo que realmente llamó la atención fue el techo rígido opcional, cuya superficie curvada hacia el interior evocaba imágenes de templos asiáticos, ganándose así el apodo cariñoso de Pagoda.

El Mercedes-Benz 230 SL no solo impresionó por su estilo, sino también por su nivel de seguridad innovador. Fue el primero en contar con un habitáculo estable que incorporaba zonas de deformación delanteras y traseras. Además, heredó el alto nivel de seguridad en la conducción del chasis de los sedanes de la marca.

A pesar de su carácter deportivo, el 230 SL no comprometía el confort. Su suspensión firme pero sorprendentemente cómoda para la época, junto con la opción de un cambio automático de cuatro velocidades, permitía una experiencia de conducción agradable y emocionante.

Mercedes-Benz 230 SL Pagoda
Mercedes-Benz desplegó tres motores distintos durante los ocho años de producción del SL

Mercedes-Benz desplegó tres motores distintos durante los ocho años de producción del SL, un enfoque distinto a los modelos 300 SL y 190 SL que mantuvieron sus motores prácticamente sin cambios durante años. El motor M 127 de seis cilindros del 230 SL, basado en el M 180 del 220 SE, aumentó su cilindrada a 2.306 centímetros cúbicos, generando 150 CV, alcanzando una velocidad máxima de 200 km/h y acelerando de 0 a 100 km/h en 11,1 segundos.

La Pagoda no solo se lució en las carreteras, sino también en las pistas. Participó en eventos automovilísticos notables, como el rally maratón Spa-Sofía-Lieja de más de 5.000 kilómetros, en el que logró victorias. Además, en otro rally de larga distancia, el dúo de pilotos conquistó el tercer puesto con el 230 SL.

Muchos amantes de los automóviles clásicos encuentran refugio en el Mercedes-Benz Classic Center en Fellbach, Alemania. Este centro es una fuente de conocimiento y experiencia para los propietarios de los SL Pagoda y otros modelos clásicos de la marca, asegurando que su legado perdure en las manos adecuadas.

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