El icónico Alfa Romeo 33 Stradale resurge en una nueva forma como un superdeportivo que puede contar con un motor de combustión interna o una opción eléctrica. Este modelo exclusivo será producido en una serie limitada de solo 33 unidades, las cuales ya han sido adquiridas por afortunados propietarios.
Alfa Romeo ha concebido este vehículo como un puente que conecta el final de la era de los automóviles de motor de combustión con el inicio de la era eléctrica, un testimonio tangible de la evolución en la industria automotriz.
El diseño del Alfa Romeo 33 Stradale ha sido desarrollado en colaboración estrecha con diseñadores e ingenieros de la marca, quienes han atendido las expectativas y deseos de los posibles compradores.
La parte frontal del vehículo atrae la mirada con sus faros elípticos y un capó en forma de V. Elementos aerodinámicos hechos de fibra de carbono adornan la parte inferior del vehículo. El perfil lateral exhibe dos grandes entradas de aire y ruedas de aleación de 20 pulgadas, que añaden un toque distintivo.
En la parte trasera, las luces redondas comparten protagonismo con un intrincado difusor de aire. El coeficiente aerodinámico se sitúa en 0.375, un indicador de la eficiencia de diseño del vehículo.
El habitáculo del Alfa Romeo 33 Stradale está diseñado para dos pasajeros. El volante, de diseño deportivo, se mantiene limpio de controles. Las funciones de conducción están agrupadas en la consola central. Las levas de cambio, fabricadas en aluminio, reflejan la naturaleza deportiva del vehículo.
El cuadro de instrumentos se encuentra detrás del volante, proporcionando información esencial al conductor. Una pantalla táctil tridimensional se ubica en la parte inferior del salpicadero, desde donde se pueden ajustar diversos parámetros.
La estética interior se inspira en la aviación, reflejada en elementos como el salpicadero y el túnel central. Materiales lujosos como la fibra de carbono, el cuero y el Alcántara se utilizan en diversas áreas del habitáculo.
El Alfa Romeo 33 Stradale en su versión con motor de combustión está equipado con un V6 de 2.9 litros que produce 620 caballos de fuerza. Este impulsor está acoplado a una transmisión automática ZF de ocho velocidades.
En contraste, la opción eléctrica proporciona 750 caballos. No se dieron mayores detalles de sus características, aunque se confirmó que tiene una autonomía de 450 kilómetros.
En ambas versiones, la aceleración de 0 a 100 km/h se completa en menos de tres segundos, alcanzando una velocidad máxima de 333 km/h.
El vehículo ofrece dos modos de conducción: Strada para el uso diario y Pista para lograr el máximo rendimiento en pista. A velocidades inferiores a 40 km/h, el sistema permite elevar ligeramente la suspensión frontal para enfrentar los desafíos del tráfico urbano. Los frenos, provistos por Brembo, incorporan discos carbocerámicos para una frenada efectiva y confiable.
El Alfa Romeo 33 Stradale encarna la herencia automotriz junto con la innovación eléctrica, presentándose como una joya única y anticipando la dirección futura de la industria automotriz.
