La historia de un auto puede cruzarse con la de un país. En 1954, Sir Winston Churchill, entonces ex primer ministro británico, recibió un regalo muy especial por su cumpleaños número 80: un Land Rover Series I pintado en Bronze Green, preparado con detalles únicos para que lo utilizara en su finca de Chartwell. Ese todoterreno se transformó en un emblema personal del hombre que había conducido al Reino Unido en tiempos de guerra.

Hoy, siete décadas más tarde, Land Rover Classic decidió rendirle tributo con una edición limitada que recupera aquel espíritu. Se llama Defender V8 Churchill Edition y estará limitada a solo 10 unidades, todas basadas en Defenders restaurados y modernizados.
El homenaje no se queda en el nombre. Cada unidad luce el mismo tono Bronze Green que el vehículo original de Churchill, aplicado también a las llantas de acero y a la consola central. Elementos como el paragolpes galvanizado, la parrilla metálica y los marcos de los faros en negro mate refuerzan el aire retro, mientras que las insignias con la matrícula “UKE 80” en los pasos de rueda recuerdan directamente al ejemplar histórico.
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El interior combina piel Bottle Green con tapicería Windsor Ebony, pero hay un detalle que destaca por encima de todos: un reloj de esfera azul con una franja roja, inspirado en el champán Pol Roger, el preferido de Churchill. Una pieza que aporta un toque personal y conecta al modelo con la vida cotidiana del líder británico.

El Churchill Edition estará disponible en configuraciones Station Wagon 90 y 110, además de una versión Soft Top con capota de lona a medida, pensada para quienes prefieran la conducción a cielo abierto.
Bajo el capó late un V8 atmosférico de 5.0 litros, con 405 caballos de potencia y 515 Nm de par, asociado a una caja automática de ocho marchas. Más allá de su estética clásica, es un todoterreno moderno: suspensión mejorada con componentes Eibach, dirección rediseñada, frenos de alto rendimiento y sistema de infoentretenimiento “Classic” con GPS y conectividad.

El Land Rover de Churchill fue adaptado para que pudiera viajar cómodamente en el asiento del acompañante, con reposabrazos, suelo calefactado y un asidero de piel para facilitar la subida. Tras su muerte en 1965, el vehículo permaneció en su familia hasta 1973. Décadas más tarde pasó a manos de coleccionistas y hoy forma parte de la colección de Emil Frey en Suiza.
El Defender V8 Churchill Edition no es un modelo pensado para producción en masa. Es, más bien, un homenaje rodante, una reinterpretación de la historia que mezcla tradición con potencia moderna y que, gracias a sus 10 ejemplares exclusivos, ya es un objeto de deseo para los coleccionistas.
Un pedazo de historia británica convertido en edición limitada que recuerda que los autos, a veces, son mucho más que máquinas: son testigos de una época.

