El apellido Supersports nunca fue un detalle menor dentro del universo Bentley. Cada vez que aparece, la marca inglesa deja claro que está dispuesta a tensar sus propias fronteras. Ahora, coincidiendo con el centenario del primer Bentley Supersports, el fabricante británico vuelve a levantar la vara con un modelo que reinterpreta el gran turismo moderno: el nuevo Bentley Continental GT Supersports.
No es una edición especial más. Bentley lo define como el GT más extremo que ha puesto en la calle, una pieza limitada a 500 unidades que adelanta, además, una nueva filosofía deportiva para la casa de Crewe.
En el corazón del Supersports se encuentra el conocido V8 4.0 biturbo, pero profundamente revisado. La marca incrementó el tamaño de los turbos, reforzó las culatas y trabajó la gestión térmica para soportar mayores exigencias. El resultado son 666 caballos de fuerza, la cifra más alta jamás alcanzada por un V8 de Bentley.
A esa contundencia mecánica se suma una novedad impensada en la historia reciente del modelo: el auto es de tracción trasera, rompiendo la tradición de tracción total que dominó la familia Continental GT. El motor se combina con una transmisión automática ZF de doble embrague y ocho relaciones, especialmente calibrada para una entrega más directa y envolvente.
Los números hablan por sí solos: 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y una velocidad máxima de 310 km/h. Pero lo que destacan los ingenieros no son las cifras, sino la sensación: un Bentley que prioriza el tacto, la precisión y la respuesta inmediata.
Para sostener semejante salto prestacional, Bentley rediseñó la dinámica del auto desde cero. El Supersports incorpora dirección en las ruedas traseras, para mejorar agilidad en curvas lentas y estabilidad a alta velocidad; diferencial trasero electrónico de deslizamiento limitado y Sistema de Torque Vectorizado, que distribuye el par según la demanda de cada rueda.
El diseño exterior cuenta otra parte de la historia. Bentley dotó al Supersports del mayor splitter delantero jamás instalado en uno de sus modelos de calle, acompañado por faldones laterales específicos, tomas de aire más generosas y un difusor posterior que completa un paquete aerodinámico sin precedentes.
El alerón fijo le da un perfil más agresivo, aunque quienes prefieran un look más limpio podrán optar por un spoiler eléctrico. Sumando todas estas soluciones, el auto genera 300 kilos más de carga aerodinámica que el GT Speed. Para seguir reduciendo masa, el techo está fabricado en fibra de carbono, igual que componentes clave en la carrocería.
El tren de rodaje está pensado para tolerar esfuerzos extremos. El Supersports equipa frenos carbocerámicos de 440 mm, los más grandes de la marca, y un sistema de escape Akrapovic de titanio, que rebaja peso y aporta un tono más visceral. Las llantas forjadas de 22 pulgadas, desarrolladas junto a Manthey Racing, se combinan con neumáticos Pirelli Trofeo RS, una elección que dice todo sobre la intención del auto: generar hasta 1,3 G de fuerza lateral, un 30% más que el GT Speed.
La cabina también rompe con la tradición. Por primera vez, un Continental GT deja de lado las plazas traseras para convertirse en un biplaza puro. Los asientos, con estructura de fibra de carbono, son más bajos, envolventes y deportivos, tapizados en cuero y Dinamica.
Aun así, el espíritu Bentley permanece intacto: materiales nobles, terminaciones minuciosas y posibilidades de personalización casi infinitas a través del programa Mulliner, incluyendo combinaciones bicolor o tricolor y 22 tonalidades de cuero.
Los pedidos podrán realizarse a partir de marzo de 2026, y las primeras entregas están previstas para principios de 2027. Como suele suceder en este nivel de exclusividad, Bentley no reveló el precio, pero nadie espera una cifra inferior al techo del mercado GT actual.
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