La icónica marca de motocicletas Harley-Davidson está a punto de dar un giro que pocos hubieran imaginado. En 2026 lanzará al mercado la Sprint, una moto de entrada que costará alrededor de 6.000 dólares, una cifra significativamente más baja que cualquiera de sus modelos actuales.

El anuncio fue confirmado por Jochen Zeitz, presidente y CEO de la compañía, en una conferencia con analistas del sector. La idea es clara: llegar a un público más joven y ampliar la base de usuarios sin renunciar a la identidad Harley.
El desarrollo de la Sprint comenzó en 2021 y, según Zeitz, está respaldado por todo lo que la compañía aprendió de intentos anteriores, como el de la Street 750, fabricada entre 2014 y 2021. A pesar de su diseño accesible, ese modelo nunca logró consolidarse entre los fanáticos ni convertirse en un éxito comercial en el mercado estadounidense.
Ahora, la apuesta es distinta. “Estamos convencidos de que esta nueva moto será rentable y mantendrá el ADN de la marca”, aseguró Zeitz.
Actualmente, la Harley-Davidson más económica disponible en Estados Unidos es la Nightster, con un precio sugerido de 9.999 dólares. En el otro extremo, la CVO Street Glide alcanza los 46.000 dólares. Con ese abismo en la gama de precios, el acceso a la marca quedó limitado a un público muy específico.

La Sprint se perfila como una solución concreta a esa brecha, pensada para quienes sueñan con subirse a una Harley, pero hasta ahora no podían hacerlo por una cuestión de costos.
Aunque la compañía aún no confirmó el lugar exacto de producción, no se descarta que la Sprint se fabrique en alguna de sus plantas fuera de Estados Unidos. Harley-Davidson cuenta con infraestructura en Asia, incluyendo una fábrica en Tailandia, desde donde produce actualmente su modelo trail Pan America.
Esto permitiría ofrecer un precio competitivo sin sacrificar calidad, un paso importante si busca competir en el segmento de motos livianas y de media cilindrada, hoy dominado por marcas como Royal Enfield, Honda o Yamaha.
Más allá de la Sprint, lo que Harley-Davidson está mostrando es una visión renovada. La marca entiende que para seguir vigente en un mercado globalizado, cambiante y cada vez más exigente, debe adaptarse sin perder su carácter.
Una Harley a 6.000 dólares es, para muchos, el primer contacto real con una marca legendaria. Y eso puede marcar una diferencia.
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