Honda reveló lo que podría ser un punto de quiebre en la historia de las dos ruedas: la Honda WN7, su primera motocicleta grande totalmente eléctrica. No es un scooter urbano ni un prototipo extraño de exposición. Es una naked que quiere hablarle tanto a los fanáticos de siempre como a quienes jamás imaginaron subirse a una moto.

La WN7 no se llama así por capricho. La “W” viene de Be the Wind (sé el viento), la idea de moverse libre, sin ataduras. La “N” habla de su espíritu naked, directo, sin máscaras. Y el “7” marca su nivel de potencia, un número que Honda usó para dejar claro que esta moto no juega en la liga de los juguetes eléctricos, sino en la de las motos que se sienten de verdad.
Hace un año, en el EICMA 2024, Honda mostró un prototipo llamado EV FUN Concept. Era futurista, delgado, casi una escultura. Muchos pensaron que quedaría en un ejercicio de diseño, pero la reacción fue tan positiva que ahora se transforma en realidad. La WN7 conserva ese aire de nave espacial sobre ruedas, con líneas limpias y un diseño que parece escapado de una película de ciencia ficción.
Quien se suba a la WN7 no va a encontrar el rugido clásico de una moto a combustión. Lo que ofrece Honda es otra cosa: la sensación de avanzar en silencio, sin vibraciones, sin emisiones. Además, promete emociones intensas. El dato más claro es que empuja con la fuerza de una moto de gran cilindrada tradicional, pero con la suavidad y la respuesta inmediata de la electricidad.

Además, habrá una versión especial para quienes recién se inician en el mundo de las motos. Con esto, Honda busca abrir el juego a nuevas generaciones que tal vez nunca pensaron en tener una.
Una de las preguntas inevitables es: ¿hasta dónde llega? La respuesta es que la WN7 ofrece una autonomía de más de 130 kilómetros. En la práctica, significa que se puede usar durante toda la semana en la ciudad sin preocuparse por quedarse a mitad de camino. Y si hay que cargarla, el tiempo tampoco es un drama: en media hora puede recuperar el 80% de la energía para seguir andando.
En el centro de la moto se encuentra una pantalla digital que conecta el teléfono y permite manejar funciones exclusivas pensadas para la conducción eléctrica. Todo acompañado de un sistema de luces LED que realza su aire futurista.

Son pequeños toques que, lejos de ser adorno, hacen sentir que esta no es una moto más, sino un anticipo de cómo se vivirá la movilidad en los próximos años.
Honda no improvisa. Lleva más de 75 años fabricando motos y acaba de alcanzar el récord de 500 millones de unidades producidas. Esa experiencia se traslada ahora a su primera gran apuesta eléctrica. La WN7 no es un salto al vacío, sino la continuación de un camino que siempre estuvo marcado por la confiabilidad y la innovación.


