En una jornada histórica para ella, Candelaria “Cande” Tinelli se consagró campeona nacional de equitación durante el “Día 1 Nacional” del Campeonato de salto. Valiéndose del dominio sobre su fiel yegua Caru, sorteó cada obstáculo con ecuanimidad y técnica, lo que le permitió alzarse con el trofeo de campeona nacional en una prueba exigente de 0,90 metros.
Este triunfo no sólo reflejó su capacidad deportiva, sino también su fortaleza emocional. En redes sociales, agradeció especialmente a su entrenadora Coti Abdala por ayudarla a superar su “pánico escénico” y su inseguridad, que casi la derrotaron antes de subir nuevamente a la pista.

Desde el post en el que escribió “Gracias a mi hermosa yegua Caru que tanto amo…”, se vislumbra una relación íntima y profunda entre jineta y caballo. En pista, esa conexión fue evidente: Caru respondió con elasticidad y presencia, y juntas dejaron una fuerte impresión en la premiación, donde compartieron el podio bordado por aplausos y carcajadas emocionadas.
La emoción fue colectiva. Desde las tribunas del Club Hípico Argentino, se destacó la presencia de Marcelo Tinelli y Soledad Aquino, padres de Cande, claramente orgullosos. Un video compartido por Marcelo mostró el constante respaldo familiar mientras ella montaba, hasta que en la premiación la envolvieron con abrazos y lágrimas compartidas.
Marcelo, conmovido, le dedicó un emotivo mensaje: “Hoy sos CAMPEONA NACIONAL DE EQUITACIÓN. SIIIII. Lo lograste mi amor. Estoy orgulloso de vos, te admiro… Fue una mañana hermosa que disfrutamos junto a tu vieja… y tu yegua, Caruscha, vuela literalmente”. La respuesta de Cande no tardó en llegar: “Qué lindo posteo, pa. Te amo… Un día inesperado y especial para mí teniéndolos a ambos juntos mirándome y bancándome”.

Este triunfo significa mucho más que un trofeo: es el broche final a un proceso de rehabilitación. Cande había sufrido una lesión que la alejó por meses de las pistas, y el regreso fue marcado por ansiedad, dudas e inseguridades. Recuperarse de ese estado mental y físico fue una hazaña personal.
La recuperación no fue fácil, pero supo reconectar con su pasión y su fuerza interior: el salto ecuestre volvió a ser su refugio y motor de transformación emocional.
La historia de Cande y los caballos nació hace décadas. A los cuatro años ya montaba un pony, un vínculo que le inculcó su madre, Soledad Aquino. A los 15, definió que los caballos eran “lo que más amo hacer”, y durante todos estos años esa conexión se mantuvo viva y activa.

Por otra parte, este 2025 fue un año agitado para la familia Tinelli: separaciones, denuncias, conflictos personales... Pero el triunfo de Cande marcó un pico luminoso antes de cerrar el año. El logro deportivo permitió recuperar cierta calma, orgullo y unión familiar, justo cuando más se necesitaban.
Con el campeonato nacional en su haber, Cande Tinelli parece dispuesta a continuar su trayectoria ecuestre con nuevas metas. Su vínculo con Caru y la confianza renovada podrían abrirle puertas a competiciones de mayor envergadura, nacionales o regionales.
Su mensaje en redes resume el espíritu de esta victoria: valentía, constancia, pasión y resiliencia. “Mis caballos son los más mimados del mundo”, escribió previamente. Hoy, esa frase se convierte en símbolo: su recuperación fue acompañado de ternura, amor y determinación.
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