Pampita volvió a demostrar por qué, además de ser una de las mujeres más reconocidas del país, también se convirtió en una voz escuchada cada vez que habla de belleza, trabajo y exposición. Invitada a Sería increíble, el ciclo que conducían Damián Betular, Nati Jota y Eial Moldavsky en OLGA, la modelo se sentó en el estudio y terminó dejando definiciones claras sobre cirugías, tratamientos estéticos y la presión que muchas veces tienen las famosas por mantener la imagen.
La charla tomó ese rumbo cuando Nati le preguntó de frente por algo que muchas mujeres, famosas o no, sienten en silencio: “¿Por dentro tenés inseguridades o recibís los comentarios, si alguien dice algo?”, quiso saber la periodista. Pampita, lejos de esquivar el tema, respondió con tranquilidad: “No, tengo la verdad todo buen comentario en el Instagram, la mejor siempre... Sí, no tengo nada de mala onda ni críticas y leo casi todos los comentarios”.

En tiempos donde las redes sociales pueden ser un espacio de crueldad, Carolina reconoció que su comunidad es, en general, amable, y que eso la ayuda a no cargar con críticas constantes sobre su cuerpo o su cara.
Pero Nati fue un paso más allá y puso en palabras lo que muchos piensan: “¿Y no te sentís presionada estéticamente? O sea, hace 1.000 años que sos de las mujeres más lindas de la Argentina, ¿qué te pasa con eso? ¿Te importa mucho lo estético, le das bola?”, insistió.
Pampita admitió que, estando en televisión, el tema no le resulta indiferente, aunque marcó un límite muy claro: “Sí, quiero estar bien si voy a estar en la tele años más, como que más o menos mantenerme, pero mantenerme con un equilibrio, ¿no? No me quiero deformar la cara...”, aseguró.
A partir de ahí, la conversación derivó en el acceso casi ilimitado que tienen las figuras públicas a todo tipo de procedimientos. Nati lo planteó directamente: “Porque digo, tenés muy a mano... toda la gente que se dedica a este medio y más vos que todo el mundo te debe querer ofrecer para hacerte cosas. Lo tenés muy a mano. ¿Te tentaste alguna vez de hacer ‘ay me hago esto’?”.
Pampita contó entonces cómo gestiona esa cercanía con el mundo estético, incluso siendo dueña de su propio centro: “Tengo un centro de estética, que tenemos máquinas increíbles y sí, las uso obviamente: radiofrecuencia, cosas no invasivas, digamos. Pero soy cuidadosa con con el tema de inyectarme cosas y eso porque me da me da miedo deformarme, como que después no hay vuelta atrás”, dijo, poniendo el foco en los excesos que se ven muchas veces en el ambiente.

La frase de Pampita sintetizó su postura: no se trata de negar los tratamientos, sino de trazar una línea entre el cuidado y la transformación extrema. Del otro lado de la mesa, Nati coincidió: “Claro, está muy bien, hay que tener cuidado”, aportó, en sintonía con el mensaje de moderación de la modelo.
Así, en pocos minutos de radio y streaming, Pampita dejó varios titulares: reconoció que le importa estar bien si va a seguir en la tele, contó que lee los comentarios de sus seguidores y que, por suerte, no recibe hate y, sobre todo, dejó un mensaje que resonó fuerte en un contexto de sobreexposición y filtros infinitos: quiere mantenerse linda, sí, pero sin perder su identidad. Y dejó claro que, para ella, la belleza no puede costar una cara deformada ni una versión irreconocible de sí misma.
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