“Siempre estuvo ahí, en mi cabeza, en el recuerdo, entre mis anhelos. Siempre, siempre, siempre… Y, bueno, finalmente salió”, le confiaba emocionado a Revista GENTE hace dos semanas, mientras iba pasando desde su celular, foto a foto, la campaña que estaba por lanzar y hoy cobra cuerpo. Es que para Guillermo Héctor Francella (70), desde que lo vio plasmado en aquella película -hoy de culto- de Hal Ashby que se estrenara el 19 de diciembre de 1979, con un inolvidable Peter Sellers en el protagónico, “protagonizar Desde el jardín era uno de mis grandes sueños artísticos”, redobla la sensación.


Claro, el gran actor argentino habla de la adaptación inédita de la novela Being There, escrita por polaco-norteamericano Jerzy Kosinski que se publicara en 1971 y, lo dicho, le dio base, sustento, al filme que durante aquella temporada obtuviera un Oscar, dos Globo de Oro y un Premio BAFTA, y que cuarenta y seis años después se convertirá en la primera adaptación teatral en el planeta, y nada menos que de la mano del Francella, quien desde el 28 de marzo "me presentaré en el Metropolitan acompañado por un casting de los sueños”, compuesto por Andrea Frigerio, Martín Seefeld, Víctor Laplace, Horacio Erman, Mayra Homar, Diego Jaraz, Daniel Miglioranza y Carla Pandolfi.






Pero, ¿qué cuenta Desde el jardín?
La historia de Chance Gardiner (Guillermo), un hombre de inteligencia limitada, criado toda su vida dentro de la mansión de un rico benefactor, que no sabe leer ni escribir, y cuyo único conocimiento proviene del cuidado del jardín y de lo que ve en la televisión. Cuando dicho benefactor fallece y Chance es expulsado de la casa, viéndose obligado a integrarse a la sociedad, el azar hace que conozca a Eva (Andrea Frigerio), una mujer de la alta sociedad que decide acogerlo en su casa junto a Ben, el marido (Víctor Laplace), un empresario influyente y enfermo en fase terminal, para el que Chance pronto será su mejor medicina.
¿Por qué?
Porque Chance carece de malicia, ambición o deseo de poder... Sin embargo y sin proponérselo, se convierte en un sabio accidental. Su literalidad, simplicidad y forma de expresarse con metáforas sobre plantas y estaciones climáticas son interpretadas por las personas que lo rodean -incluido el presidente de Estados Unidos (Martín Seefeld)- como un discurso filosófico o político de gran relevancia intelectual a tener bien en cuenta. Tanto que llega a ser considerado un consejero influyente e incluso un candidato a la Casa Blanca, todo por las malas interpretaciones de su lenguaje inocente.

Dirigida por Marcos Carnevale y con producción general de Guillermo Francella, Adrián Suar y Pablo Kompel, para los responsables de la puesta se trata de una alegoría brillante (y una comedia negra y drama social) de los particulares tiempos que corren en el mundo actual y “muestran cómo la apariencia y el contexto pueden crear prestigio sin que exista realmente conocimiento o mérito!”.
Se trata ciertamente de una sátira de cómo la sociedad y los medios valoran la forma sobre el contenido, mostrando que el poder puede recaer en alguien que literalmente “no sabe nada” pero está en el lugar correcto y dice las palabras correctas. “¿Será que el mundo se encuentra ciego y Chance Gardiner es el único que lo ve con pureza? ¿Estamos en presencia de un idiota o de un sabio?”, dejan abiertos ambos interrogantes.


“Yo lo único que puedo asegurar hoy es que todos partiremos del teatro preguntándonos eso y mucho más”, cierra Guillermo Francella ante GENTE, pero, especial, frente a otro nuevo sueño a punto de concretar.
Fotos: Gentileza Silvia Santos (SMW asesores de prensa)
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