Comprar pochoclos solía ser una decisión binaria: "dulces o salados". No había más opciones. Sin embargo, a días de llegar al 2026, el estreno de la tercera entrega de la saga de James Cameron, Avatar: Fuego y Cenizas, trajo una disrupción gastronómica.
Es que Narda Lepes creó "unos pochoclos que pican, pero que no dejan de ser dulces".
Desafiando la tradición, la cocinera creó para las salas de cines una "sal especiada" que el espectador recibe en un sobrecito para condimentar su balde de pochoclos a gusto y piacere.
Pero, ¿qué tiene exactamente ese polvo ceniciento que promete transportarnos a los clanes de fuego de la película? GENTE te lo cuenta.
Un recorrido federal en un sobre
Fiel a su estilo de poner en valor el producto local, Narda no recurrió a saborizantes artificiales, sino que la mezcla que creó representa de punta a punta a los productores de nuestro país.
"Es una sal de fuego y cenizas", definió Lepes sobre la alquimia detrás del sabor y detalló que la base proviene del norte argentino: utilizaron un ají picante de Salta, combinado con apio de Cachi (también en Salta) para darle aromaticidad.
Luego, para lograr el concepto de "ceniza" y la conexión con la tierra que propone la película, la mezcla incorpora carbón y sal marina de Chubut.
Eso sí, el proceso creativo no fue sencillo: Narda nos confesó que hubo mucha prueba y error en los ingredientes y en las proporciones. "La sal, el ácido cítrico, el ají y el carbón seguro iban a estar, pero después probamos con azúcar, con hierbas... que no funcionaron porque le ganaban al resto. Y al final optamos por el apio", nos confesó.
¿Por qué son picantes?
La decisión de incorporar picante en un snack tan popular como el pochoclo no fue fortuita. No sólo se basan en que "es la primera vez en la historia de Avatar que hay un clan de Na’vi malos, que son picantes en serio", sino también en que Narda detectó un cambio en el paladar de las nuevas generaciones y decidió explotarlo.
"Es que hoy hay casas donde los que introducen el picante a la familia son los niños, porque comen estos snacks que se pusieron de moda", analizó la cocinera refiriéndose a las bolsas de colores intensos (azules y rojos) que son furor entre los adolescentes. "A ellos les divierte que sea extremo, que sea picante y ácido", comentó convencida la mamá de Leia.
Sin embargo, para el cine, buscó un equilibrio más amable. Es por eso que al mezclar la sal especiada con los pochoclos dulces, se logra un perfil agridulce muy particular.
¿Cómo lo define Narda? "Les diría que es un picante diferente, medio coreano. No es el que te quema la garganta. Es de esos que te pican en la lengua y un poco en la punta de la nariz. Es divertido. Está muy bueno", concluyó Narda entretenida con su creación.
Y es que, mientras dure en cartelera la película, quienes vayan a las salas de cine de Cinemark podrán disfrutar de una experiencia única que, además de visual y emocional, es sabrosa y muy sensorial.
Agradecemos especialmente a Rocío Nakasone, a Feedback y a Disney
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